MADRID, 21 oct (Xinhua) -- El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció hoy que la aplicación del artículo 155 de la Constitución española en Cataluña incluye el cese del jefe del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont, y de todo su gobierno autonómico.
Además de una capacidad de veto en el Parlamento de esa comunidad para impedir que celebre sesiones de investidura o tramite medidas contrarias a la legalidad.
Asimismo, Rajoy solicitó al Senado que autorice tres decisiones sobre Cataluña.
La primera es que proceda al cese del presidente de la Generalitat (gobierno regional), vicepresidente y consejeros, y que el ejercicio de sus funciones corresponda a órganos que a tal efecto designe el gobierno de la nación. Los ministerios serán los encargados de asumir esta responsabilidad.
La segunda decisión es que la administración del gobierno regional de Cataluña continuará funcionando como organización administrativa ordinaria que ejerce funciones ejecutivas, y que el Estatuto atribuye a la Generalitat, cuya administración actuará bajo directrices de órganos o autoridades que designe el gobierno de la nación.
Además, Rajoy solicitó que el Parlamento de Cataluña ejerza la función representativa, pero para garantizar que se haga respetando el Estatuto de Autonomía y Constitución, propone que el presidente del Parlamento catalán no pueda proponer candidato a la Presidencia de la Generalitat, ni que el Parlamento pueda celebrar un debate de investidura.
Sobre está decisión, Rajoy abundó que el control corresponderá al órgano que designe el Senado español y no se podrán adoptar iniciativas contrarias a la Constitución y al Estatuto.
Mariano Rajoy asumió así la competencia de disolver el Parlamento catalán y de convocar elecciones autonómicas y, según declaró, espera hacerlo en un plazo de seis meses.
Además, el presidente del gobierno español reiteró que desde el Ejecutivo regional catalán "nadie planteó nunca el diálogo, lo que se ha planteado es una imposición" .
Rajoy subrayó que la Generalitat "pretendía imponer al gobierno que hiciera algo que sabían que no iba hacer y que, además, no podía hacer", en alusión a su intención independentista.
Denunció que "se ha faltado a la verdad, sobre los beneficios para los catalanes de una posible independencia, ya que en ese caso abandonarían la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) pasando a ser un país tercero a efectos de relaciones comerciales".
Rajoy dijo que las acciones del gobierno regional "han desincentivado las inversiones extranjeras y nacionales, desmotivado el turismo, y habría un problema de contracción del crédito, así como una inflación desproporcionada, que llevarían a una coyuntura económica insostenible".
Con la aplicación del artículo 155 en Cataluña, Rajoy definió dos claros argumentos, uno político, al estar en grave riesgo el interés general de la nación, y otro económico, al asegurar que la independencia causaría un empobrecimiento insostenible en la región. Fin