BEIJING, 21 oct (Xinhua) -- Cuando el Partido Comunista de China (PCCh) tiene algo que decir sobre la reforma económica y la apertura, el mundo se sienta y presta atención.
A pesar de estar de vacaciones cuando el líder chino Xi Jinping presentó un informe ante el importante XIX Congreso Nacional del PCCh, Daniel Liao vio cada segundo en vivo a través de internet.
"Sus palabras fueron un gran estímulo para empresas extranjeras como nosotros", afirmó Liao, jefe de operaciones de China en una firma inmobiliaria de Singapur.
En su discurso, de amplio alcance, Xi reveló el ambicioso objetivo del Partido para "convertir China en un gran país socialista moderno, próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y hermoso" a mediados del siglo XXI.
La economista de HSBC Julia Wang describió la naturaleza a largo plazo del plan como "extraordinaria y sin precedentes".
Sin embargo, hacer que la visión de Xi se convierta en realidad exigirá un mercado más libre y una economía más abierta. No hay falta de fe en la voluntad y la capacidad del PCCh para cumplir sus promesas.
En el congreso, Xi habló de dejar que el mercado juegue un papel decisivo en la distribución de los recursos, perseguir la apertura en todos los frentes y facilitar significativamente el acceso al mercado.
La compañía de Liao, City Developments Limited, ha invertido alrededor de 1.700 millones de dólares en China en los últimos seis años, principalmente en el sector inmobiliario, la protección ambiental y las nuevas fuentes de energía.
Liao manifestó que la compañía se ha beneficiado significativamente de la simplificación de las aprobaciones administrativas y del mayor acceso para los inversores extranjeros.
Reducir la burocracia fue solo una parte de las más de 1.500 medidas de reforma adoptadas por el PCCh desde el congreso nacional anterior, en 2012.
El Partido tiene un buen historial en lo que se refiere a mantener su palabra. Si bien sus políticas económicas siguen estando lejos de ser perfectas, se ha profundizado en la reforma a un ritmo rápido y constante en los últimos cinco años.
Los departamentos del Consejo de Estado (gabinete chino) han cancelado o delegado el poder sobre más de 600 aprobaciones administrativas a oficinas de nivel inferior, con lo que han cumplido los objetivos del gobierno antes de lo previsto.
Las cargas empresariales se redujeron en 2 billones de yuanes (cerca de 303.000 millones de dólares) a través de recortes en los impuestos y las tasas de 2013 a 2016.
Las empresas estatales con dificultades han visto mejorar su eficiencia con la reestructuración y las mejoras en la administración corporativa y han registrado mayores ganancias este año.
La economía nunca ha sido más abierta, lo que crea un mejor clima de negocios para los inversores extranjeros.
Las revisiones del catálogo de inversión extranjera han reducido el número de elementos restrictivos en un 65 por ciento con respecto a 2011.
Se han establecido once zonas piloto de libre comercio con un trato nacional previo al establecimiento y un enfoque que hace uso de una lista negativa para la entrada en el mercado. Estas prácticas se implementarán "en todos los ámbitos", avanzó Xi el miércoles.
En su China Business Report 2017, la Cámara de Comercio de EE.UU. en Shanghai precisó que el 77 por ciento de las empresas estadounidenses en China siguieron siendo rentables el año pasado, una subida del seis puntos porcentuales frente a 2015. El 73,5 por ciento lograron un aumento de los ingresos, 12 puntos porcentuales más que en 2015.
Sara Dai, presidenta regional de Asia-Pacífico de Novozymes, un gigante de la biotecnología con sede en Dinamarca, enfatizó que está satisfecha de ver el compromiso del PCCh con la protección de los derechos de los inversores extranjeros.
"Tenemos confianza en la expectativa de un mercado más transparente y la igualdad de condiciones para todos los tipos de empresas en China", dijo a Xinhua después de leer el informe presentado por Xi.
China tiene muchas razones para profundizar en la reforma y abrirse más ampliamente al exterior, sin lo cual no se habría convertido en la segunda mayor economía del mundo o, como lo expresó Xi: "Ha realizado un gran salto, de la puesta en pie, a una modesta prosperidad".
El desarrollo del país ha llegado, en palabras de Xi, "a un periodo coyuntural histórico". China ahora "da la bienvenida al advenimiento de brillantes perspectivas para su gran revitalización", y para lograrlo, una de las tareas clave es profundizar en la reforma y "deshacerse de todas las ideas y pensamientos obsoletos y todas las dolencias institucionales".
Xi anunció que el Partido "revisará y abolirá todo tipo de estipulaciones y prácticas que obstaculicen la unificación del mercado y la competencia leal".
"Las puertas de China al exterior no se cerrarán, sino que se abrirán cada vez más", subrayó.
Los funcionarios llegaron a lo esencial con rapidez. Guo Shuqing, el máximo regulador bancario del país y delegado al congreso del PCCh, prometió el jueves que se adoptarán medidas para abrirse más a los bancos extranjeros en términos de restricciones de participación accionarial y establecimiento de instituciones.
Un día después de que Xi hablara de explorar la apertura de los puertos francos, el jefe del Partido de Shanghai, Han Zheng, también delegado del congreso, reveló a los periodistas que la ciudad ya estaba elaborando planes sobre el tema.
Los conglomerados financieros globales, deseosos de buscar una dirección en la reforma y apertura de China, se mostraron optimistas sobre las perspectivas del plan del PCCh.
Al comentar el informe de Xi, el economista jefe de Nomura en China, Zhao Yang, anticipó la continuación de las reformas estructurales en el país.
El enfoque económico del Partido cambiará a ser de "calidad e igualdad del desarrollo", con menos énfasis en las metas del crecimiento específico del PIB, consideró la economista jefa de UBS, Wang Tao, en una nota de investigación.
Espera un mayor financiamiento directo y reformas fiscales más profundas para los próximos dos o tres años y una reforma de las empresas de propiedad estatal más rápida en el próximo año, que será positiva para el sector financiero.
Julia Wang, de HSBC, recalcó que el compromiso de Xi de profundizar en la reforma orientada al mercado es un "respaldo importante del máximo liderazgo a las reformas de divisas y la liberalización de la cuenta de capital de China".
Dado que en 2018 se conmemorará el 40º aniversario de la reforma y apertura de China, se espera que los nuevos líderes del PCCh, que serán elegidos en este congreso, den más pasos en la revisión y apertura de la economía.
Xi declaró que "el socialismo con peculiaridades chinas ha entrado en una nueva época".
Al mismo tiempo, la economía está en un nuevo punto de partida y avanzará hacia un desarrollo más lento pero de mayor calidad.
Como dijo Xi, para materializar la gran revitalización de la nación china, es imperativo para el Partido adaptarse a la corriente de los tiempos, obedecer a la voluntad del pueblo y tener la valentía de llevar a cabo la reforma y la apertura.