RIO DE JANEIRO, 18 oct (Xinhua) -- El XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) iniciará un nuevo ciclo político marcado por la celebración del centenario de la fundación del partido en 2021, comentó Evandro Menezes, coordinador de estudios Brasil-China de la Fundación Getúlio Vargas (FGV).
El éxito del PCCh en la conducción de la economía china, desde la apertura y la reforma con Deng Xiaoping, ha mostrado al mundo que el modelo de gobernabilidad chino tiene sus cualidades y ventajas, dijo a Xinhua Menezes, que también coordina los estudios sobre los países BRICS en la Universidad Federal Fluminense, de Río de Janeiro.
"Muchos países colonizados adoptaron el modelo de gobernabilidad de los colonizadores", explicó Vargas, para quien aunque los sistemas políticos pueden ser "trasplantados", "lo importante es hacerlo de modo consciente y voluntario, y preferentemente teniendo en cuenta las características históricas y culturales del pueblo en cuestión".
A su juicio, "la ascensión de China impone retomar seriamente el diálogo sobre los modelos de gobernabilidad, los éxitos y debilidades del capitalismo y del socialismo en el mundo, así como sus perspectivas de futuro para este siglo".
El congreso y la proximidad del centenario del PCCh "serán la ocasión perfecta para dar inicio a este debate y, muy probablemente, el XX Congreso Nacional que se realizará dentro de cinco años será el marco de un cambio histórico en la narrativa dominante sobre los modelos de gobernabilidad. Y esta nueva narrativa se escribirá en mandarín", consideró.
"Junto a la fecha festiva e histórica" que supone el XIX Congreso, "viene la promesa de alcanzar la primera meta centenaria establecida por el gobierno de Xi Jinping: hacer de China una sociedad moderadamente próspera que garantice el mantenimiento básico de todos los ciudadanos, tanto de los que viven en las ciudades como de los que viven en zonas rurales".
"Uno de los objetivos es duplicar el PIB y la renta per cápita de los chinos con respecto a 2010, una meta ambiciosa en un país con más de 1.300 millones de personas. A pesar de las incertidumbres de la economía mundial y de los desafíos económicos en el plano nacional, no hay motivos para dudar de que China reúne las condiciones para alcanzar estos objetivos", sostuvo.
Menezes destacó que "desde su nombramiento como secretario general del partido en 2012, Xi promovió reformas claves en la economía nacional, estableció pautas y preparó al país para asumir un papel importante a nivel internacional, no sólo por interés nacional, sino también porque el ascenso de China en el mundo le exige asumir mayores responsabilidades".
"En los últimos cinco años, el liderazgo del PCCh fue firme ante los retos enfrentados y coherente ante los objetivos para el país. La búsqueda del 'sueño chino' movilizó a la población para cumplir los deseos de seguridad económica y bienestar social, junto con el sueño de grandeza de la nación", apuntó.
Según el experto brasileño, "Xi, como núcleo del liderazgo chino y de los nuevos tiempos, acertó al elegir, desde el comienzo de su mandato, la lucha contra la corrupción como uno de sus políticas prioritarias dentro del partido".
"Combatiendo a los funcionarios corruptos, creando mecanismos e instituciones para erradicar las posibilidades de corrupción y con la adopción de un modelo de reclutamiento de nuevos cuadros para el partido con un alto estándar moral, el PCCh sentó las bases de lo que debe ser la sociedad china del futuro", dijo.
El congreso del PCCh, aseguró Menezes, ha despertado la atención mundial debido no sólo al éxito económico chino sino también a la forma en que Xi ejerce su liderazgo. "Es inevitable hacer comparaciones con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump", señaló.
"Mientras que Trum defiende el proteccionismo, Xi defiende una apertura comercial, mientras que Trump aboga por la construcción de un muro para separar EEUU de México, China promueve la conectividad asiática con la iniciativa audaz y exuberante que es la Franja y la Ruta", dijo.
Y continuó: "Mientras que Trump amenaza con resolver los conflictos con 'furia y fuego', Xi insta al diálogo; mientras que Trump habla 'de Estados Unidos primero' Xi habla de 'beneficios mutuos'. El contraste, así pues, está claro".