LA HABANA, 10 oct (Xinhua) -- El presidente de Cuba, Raúl Castro, rindió hoy homenaje a patriotas coterráneos al cumplirse el 149 aniversario del alzamiento que dio inicio en la isla a la llamada Guerra de Independencia (1868-1898).
En el cementerio de Santa Ifigenia en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, Castro encabezó la ceremonia de inhumación de los restos de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, y Mariana Grajales, madre del destacado luchador independentista Antonio Maceo.
El monumento funerario de Céspedes, inaugurado en 1910 en su tercer enterramiento, y la tumba de Grajales, fueron trasladados al área patrimonial central de la necrópolis, inaugurada en 1868 y declarada Monumento Nacional en 1979.
Los restos de Grajales fueron traídos desde Jamaica y depositados en Santa Ifigenia en 1923.
Durante el acto político y ceremonia militar de este martes, el historiador de La Habana, Eusebio Leal, resaltó que Céspedes fue el iniciador de "la única y sola Revolución que ha tenido lugar en nuestra tierra" cubana.
Dijo que Grajales, a su vez, convocó a sus 14 hijos a luchar por la liberación del yugo español.
Raúl Castro, junto al primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, funcionarios y organizaciones, rindió además honores en el mausoleo del héroe nacional cubano José Martí (1853-1895) y ante el monolito que guarda las cenizas del líder de la Revolución, Fidel Castro (1926-2016).
El 10 de octubre de 1868, Carlos Manuel de Céspedes, propietario del ingenio azucarero "La Demajagua" en la antigua provincia de Oriente, decretó la libertad de sus esclavos y los convocó a unirse a él para iniciar una batalla contra el colonialismo español, suceso que pasó a la historia como el Grito de Yara.
Unos 500 hombres acudieron al llamado de Céspedes, cuya decisión respondió a dos principales demandas: independencia plena y abolición de la esclavitud.
Luego de 10 años de intensas batallas por toda la zona oriental, divisiones internas a causa de caudillismo llevaron a la capitulación de las tropas insurrectas o mambises, hecho que pasó a la historia como el Pacto del Zanjón.
Tal acción fue rechazada por Maceo, uno de los más importantes jefes rebeldes, quien reanudó la guerra en 1895, la cual concluyó tres años después con la derrota de las fuerzas españolas de 200.000 soldados.
Fue la antesala a la lucha contra los gobiernos pro-estadounidenses que luego asumieron en Cuba hasta 1959, cuando triunfó la guerrilla comandada por Fidel Castro.
