MADRID, 7 oct (Xinhua) -- La posibilidad de que el próximo martes el presidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont, haga una declaración unilateral de independencia, que el Gobierno español bloquearía en horas, ha servido para alarmar al mundo empresarial catalán que ha comenzado a trasladar sus empresas a otros lugares de España.
La amplia mayoría de expertos consideran que una salida constante de empresas pioneras como Gas Natural, Caixabank o Banco Sabadell, entre otras, ratifica que la independencia hundiría la economía catalana, y en las próximas horas hay más empresas que decidirán si siguen en Cataluña o se van.
La comunidad catalana ha perdido ya a la multinacional Gas Natural, fundada en Barcelona en 1843 y con una importante presencia internacional en más de 30 países, que se ha ido a Madrid, además de a CaixaBank, el primer banco catalán y tercero de España, que ha trasladado su domicilio social a Valencia.
También la entidad financiera catalana de Banco Sabadell, quinta en España por sus activos, se ha ido a Alicante, además de otras entidades como Banco Mediolanum, Arquia Banca, Naturhouse, Derby Hoteles, Oryzon, Dogi, Gas Natural Fenosa, Ballenoil o Service Point.
No obstante, un reguero de empresas están estudiando seguir ese mismo camino, como la conocidas Freixenet o Codorniu, que en las próximas horas pueden también anunciar su salida de Cataluña, sobre todo cuando su parte jurídica ha indicado que las inversiones se han paralizado por esta crisis política catalana.
"Sin tejido industrial la supervivencia económica es difícil", señalan hoy distintos analistas, mientras que además se ha visto incrementado el rechazo a la independencia de Cataluña en otros países europeos con análisis en distintos medios en los que cuestionan el independentismo catalán.
Incluso el viernes el ex primer ministro francés Manuel Valls, nacido en Barcelona, aseguró que "deshacer España es deshacer Europa" e instó a los líderes comunitarios a dejar claro a los independentistas catalanes que con la secesión quedarían fuera de la Unión Europea (UE).
Cada vez hay más voces contra el nacionalismo no sólo en España sino en otros países europeos y fuera del continente.
El empresariado catalán se va por miedo a un boicot, sobre todo cuando el 40 por ciento de las ventas tiene como destino otras comunidades españolas y otro 40 por ciento otros socios comunitarios, es decir, Cataluña es una economía muy dependiente del sector exterior, según recoge hoy el diario económico Expansión.
Para el ministro de Economía, Luis de Guindos, la independencia de Cataluña sería "un suicidio", especialmente desde el punto de vista económico, y matiza que la exportación es uno de los principales pilares de la actividad catalana y el mercado comunitario es su principal destino, lo que explica que una Cataluña independiente tendría aranceles que la encarecería hasta un 15 por ciento.
Hay que resaltar que uno de los precedentes internacionales de un proceso separatista al que habitualmente recurren los movimientos independentistas de Cataluña es, junto a Escocia, el de la provincia canadiense de Quebec, pero económicamente todo resultó fallido, con unas consecuencias que todavía están pagando los ciudadanos de Montreal, capital del territorio históricamente nacionalista, señalan hoy medios nacionales.
Esta ciudad, como ahora ocurre en Barcelona, sufrió la salida de empresas, al parecer hasta un 30 por ciento, y grandes empresas y entidades bancarias ubicadas en lo que era la ciudad financiera y corporativa más importante de todo Canadá nunca regresaron a sus orígenes y, de momento, según resaltan los diferentes medios económicos, "no hay visos de que retrocedan posiciones". Quebec vivió dos consultas separatistas (1980 y 1995) en las que en ambos caso ganó el "no".
El miedo a la independencia y al boicot provoca una enorme fuga de empresas de Cataluña, mientras el presidente del Gobierno regional, Carles Puigdemont, sigue en su huida hacia delante sin escuchar ni siquiera a parte de algunos de sus consejeros y está dispuesto el próximo martes a hacer una declaración unilateral de independencia que "automáticamente" el Gobierno español paralizaría en horas.
Expertos, analistas, medios, tanto nacionales como extranjeros, distintos políticos y personalidades del mundo de las finanzas y de la política coinciden que una Cataluña independiente es inviable.
Incluso el expresidente del gobierno regional catalán Artur Mas, propulsor en estos años del independentismo, ha declarado al Financial Times que "Cataluña no está preparada para una independencia real".