LA PAZ, 6 oct (Xinhua) -- Bolivia registró una inflación de 2,51 por ciento entre enero y septiembre de este año, por debajo de la proyección fijada por el gobierno y el Banco Central, difundió hoy el estatal Instituto Nacional de Estadística (INE).
De acuerdo con el reporte, el país sudamericano experimentó incluso un decremento de precios en alimentos y bebidas no alcohólicas entre abril y mayo pasado.
La inflación, medida por el Indice de Precios al Consumidor (IPC), fue del 0,8 por ciento en septiembre anterior respecto al mes de agosto previo, cuando el registro fue de 0,79 por ciento, con lo que el valor del noveno mes del año constituye el mayor de 2017.
El INE reportó que la variación positiva de 0,8 por ciento registrada el mes pasado se explica principalmente por alzas en precios en varias ciudades.
En Tarija (sur), la variación fue de 4,67 por ciento, en Cochabamba (centro) de 1,41, en Santa Cruz (este) de 0,77, en Sucre (sur) de 0,58, en Potosí (suroeste) de 0,13, en Trinidad (noreste) de 0,08, en La Paz (oeste) de 0,07 y en la ciudad de Oruro (oeste) de 0,05 por ciento.
Por el contrario, la ciudad que presentó decremento en los precios de productos fue Cobija (norte) con 0,57 por ciento.
A detalle, el INE explicó que que los productos que presentaron mayor incremento en sus precios fueron tomate, papa y zanahoria, mientras que disminuyeron arveja, cebolla y carne de pollo (entero), además del servicio de transporte interdepartamental.
El gobierno proyectó cerrar el año con una inflación de 5,03 por ciento, no obstante, el IPC llegó a 2,51 por ciento al tercer trimestre, es decir, la mitad de lo estimado por el Ministerio de Economía.
En septiembre pasado, el ministro de Economía, Mario Guillén, manifestó que la proyección inicial de la tasa de inflación (5,03 por ciento) puede bajar a 4 por ciento por la estabilidad de precios.
Indicó entonces que se garantiza la estabilidad de precios a pesar de las sequías y heladas en el país sudamericano.
Según las proyecciones del gobierno, se calculaba para agosto un incremento de precios en algunos alimentos debido a fenómenos naturales, sin embargo, la cosecha temprana garantiza el mercado interno.
A decir de Guillén, la implementación de una política expansiva para apuntalar el crecimiento económico y la política cambiaria fija, posibilitaron evitar presiones inflacionarias este año.
En 2016, Bolivia cerró con una inflación de 4 por ciento, cifra que lo ubica entre los países de la región con menor incremento de precios, según el INE. Fin