ESPECIAL: China apuesta por la innovación científico-tecnológica

Spanish.xinhuanet.com   2017-10-06 16:15:21

Por Yu Fei y Qu Ting

BEIJING, 6 oct (Xinhua) -- Wang Junfeng y otros siete investigadores chinos de la Escuela de Medicina de Harvard abandonaron su vida en Estados Unidos para trasladarse a una pequeña isla a las afueras de Hefei, capital de la provincia oriental china de Anhui.

"La isla de la ciencia", como es conocida, es sede de más de 10 institutos de investigación y emplea a 1.000 investigadores de alto nivel que la consideran un lugar ideal para desarrollar sus labores con tranquilidad.

Muchos estudiantes universitarios chinos acudieron en masa a los países desarrollados en la década de 1990 y los primeros años del siglo XXI para proseguir su formación y ejercer sus profesiones con la ayuda de equipos de investigación más avanzados.

En las dos últimas décadas, a medida que la economía ha ido floreciendo, China ha otorgado más importancia a la ciencia y tecnología (CyT), lo que ha causado que el país sea una base cada vez más atractiva para los investigadores.

Wang explicó que fue a la isla porque allí se iban a construir avanzados equipos experimentales para el estudio de los campos magnético intensos estables, con los que China pasaría a ser el quinto país del mundo en disponer de ellos.

El líder del proyecto, Kuang Guangli, aseguró que su equipo ya ha tenido impacto en los círculos académicos internacionales y que los miembros han realizado mayores contribuciones académicas en Hefei que en Harvard.

AUGE DE LA CyT

Casi un siglo de experiencia le ha demostrado al Partido Comunista de China que para concentrarse en tareas importantes es necesario movilizar esfuerzos y recursos. Tal experiencia se aplica ahora a la innovación científica y tecnológica.

La innovación está en el núcleo del XIII Plan Quinquenal de China (2016-2020), que fija los objetivos para que este país se convierta en una "nación innovadora" para 2020, en un líder internacional en innovación para 2030 y en una potencia mundial en la innovación científica y tecnológica para 2050.

Situada a la cabeza de la investigación básica y de las tecnologías estratégicas clave en campos como el espacio, las profundidades marinas, las supercomputadoras y la comunicación cuántica, China ha demostrado su determinación y celeridad, lo que ha llamado la atención del mundo.

Los logros históricos en ciencia y tecnología el año pasado han inspirado a los chinos.

Los científicos chinos completaron todos los experimentos para el primer satélite cuántico del mundo un año antes de lo previsto, sentando las bases para crear una red global de comunicaciones cuánticas a prueba de piratas informáticos.

La supercomputadora china Sunway Taihu Light fue coronada como la más rápida del mundo en las Conferencias Internacionales de Supercomputación de 2016 y 2017, celebradas en Fráncfort, Alemania.

China logró a principios de julio avances sobre energías limpias alternativas, después de realizar, durante 60 días, una extracción experimental de hidratos de gas, comúnmente conocidos como hielo combustible, en el Mar Meridional de China.

"El hielo combustible se considera una alternativa estratégica para el petróleo y el gas natural", dijo el subdirector de la Oficina de Investigación Geológica de China, Li Jinfa. "Todo el mundo apunta hacia ahí", aseguró.

A mediados de junio, China lanzó su primer telescopio espacial de rayos X para observar agujeros negros, púlsares y explosiones de rayos gamma.

"Estoy realmente impresionado por cómo China está desarrollando su programa científico espacial", declaró Arvind Parmar, jefe de la Oficina de Apoyo Científico de la Dirección de Ciencias de la Agencia Espacial Europea (ESA, siglas en inglés).

"El reciente lanzamiento del Explorador de Partículas de Materia Oscura y los Experimentos Cuánticos en las Misiones a Escala Espacial destacan la capacidad y el compromiso de China con la ciencia, al igual que el rango de misiones que se estudian para posibles futuros lanzamientos".

China dio un paso importante en su camino de convertirse en potencia mundial de la aviación, como demuestra su avión de fabricación nacional C919, que alzó el vuelo el 5 de mayo para erigir a China en el cuarto fabricante de aviones gigantes después de Estados Unidos, Europa Occidental y Rusia.

El año pasado, China lanzó su primer laboratorio espacial, el Tiangong-2, y envió al espacio la nave espacial tripulada Shenzhou-11 para acoplarse con él. Dos astronautas chinos permanecieron en el Tiangong-2 durante un mes y establecieron un nuevo récord chino de permanencia en el espacio.

En abril de este año, China lanzó su primera nave espacial de carga, la Tianzhou-1, y la acopló con el Tiangong-2 para probar la tecnología de repostaje espacial, que sienta las bases para la construcción de la estación espacial nacional.

Esta serie de logros muestran que la estrategia de desarrollo impulsada por la innovación está dando frutos.

Un informe hecho público conjuntamente por el Centro Nacional de Evaluación de la Ciencia y Tecnología y Clarivate Analytics calculó que los gastos de China en materia de investigación y desarrollo representaron el 1,42 por ciento del PIB en 2006, cifra que había aumentado al 2,1 por ciento en 2016.

China tenía en 2016 más de 1,1 millones de patentes de inventos, cifra que la sitúa en tercer lugar a nivel global después de Estados Unidos y Japón.

El más reciente Índice de Innovación Global muestra que China subió en 2017 tres posiciones, a la 22ª, en la lista de las naciones más innovadoras del mundo, lo que hace de ella el único país de ingresos medios entre las 25 economías más innovadoras.

ORIGEN DE LA INNOVACIÓN

En el 13º Plan Quinquenal se dio a la evolución del universo un lugar destacado en la lista de investigaciones científicas, seguida de la la estructura de materiales, los orígenes de la vida y la neurología.

"Las preguntas fundamentales como esta tienen el poder de influir en la solución de muchos problemas prominentes que afrontan la sociedad y el mundo en general", alega el escritor chino de ciencia ficción Han Song

Como la presión económica seguirá presente, según las previsiones, China se ha comprometido a dotar de nuevo ímpetu al desarrollo mediante la innovación.

China se ha esforzado por actualizar su estructura industrial y hacer virar su economía hacia un modelo de crecimiento que aproveche la innovación, a medida que se debilitan sus ventajas competitivas como los bajos costos de la mano de obra y las materias primas.

El investigador del Instituto de Física de Alta Energía de la Academia de Ciencias de China (ACCh) Zhang Xinmin dice que China está empezando a valorar la ciencia básica.

Zhang, quien estudia las ondas gravitacionales primordiales en Ngari, en la región autónoma del Tíbet, razona que la investigación es el origen de la innovación. Sin ella, la innovación a gran escala es inalcanzable.

Estudiar la evolución del universo parece no tener relación con cuestiones más apremiantes como sacar de la pobreza a decenas de millones de personas para 2020.

Sin embargo, Liu Cixin, escritor que obtuvo el premio Hugo, entiende que muchos avances se apoyan en la ciencia y la tecnología.

El director del Centro Nacional de Ciencias Espaciales de la ACCh, Wu Ji, recuerda que tras el primer satélite de China lanzado al espacio hace casi 50 años se han sucedido muchos otros para las comunicaciones, la observación telescópica y la navegación.

"Si China quiere ser una nación fuerte a nivel global debe preocuparse no solo por los intereses inmediatos, sino también por contribuir al progreso de la humanidad. Sólo así puede ganarse el respeto internacional real", opina Wu.

China fabricará hasta 2020 otros cinco o seis satélites científicos que ayudarán a la investigación de los agujeros negros, la materia oscura, la física cuántica y el entorno espacial.

"Si quiere innovar, debe conocer las ciencias. La ciencia espacial es inseparable del desarrollo de China, fundamentado en la innovación", avisa Wu.

Se espera que una sonda china aterrice en Marte en 2021.

"Explorar el planeta rojo y el espacio profundo significará que China pueda establecerse como líder científico y tecnológico. El efecto de arrastre será que los inventos y los derechos de propiedad intelectual independientes aumenten y, como resultado, lo hagan también las competencias esenciales de China, impulsando así el desarrollo de otras industrias", prevé Jia Yang, segundo diseñador principal de la sonda china a Marte.

"Aunque China todavía está rezagada en algunas áreas respecto de los países científicamente avanzados, hemos avanzado mucho en ciencia básica y espacial", indica el subdirector del Observatorio de la Montaña Púrpura de la ACCh, Chang Jin, que concluye: "Siempre que trabajemos con afán, en un futuro próximo lograremos un gran éxito".

 

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ESPECIAL: China apuesta por la innovación científico-tecnológica

Spanish.xinhuanet.com 2017-10-06 16:15:21

Por Yu Fei y Qu Ting

BEIJING, 6 oct (Xinhua) -- Wang Junfeng y otros siete investigadores chinos de la Escuela de Medicina de Harvard abandonaron su vida en Estados Unidos para trasladarse a una pequeña isla a las afueras de Hefei, capital de la provincia oriental china de Anhui.

"La isla de la ciencia", como es conocida, es sede de más de 10 institutos de investigación y emplea a 1.000 investigadores de alto nivel que la consideran un lugar ideal para desarrollar sus labores con tranquilidad.

Muchos estudiantes universitarios chinos acudieron en masa a los países desarrollados en la década de 1990 y los primeros años del siglo XXI para proseguir su formación y ejercer sus profesiones con la ayuda de equipos de investigación más avanzados.

En las dos últimas décadas, a medida que la economía ha ido floreciendo, China ha otorgado más importancia a la ciencia y tecnología (CyT), lo que ha causado que el país sea una base cada vez más atractiva para los investigadores.

Wang explicó que fue a la isla porque allí se iban a construir avanzados equipos experimentales para el estudio de los campos magnético intensos estables, con los que China pasaría a ser el quinto país del mundo en disponer de ellos.

El líder del proyecto, Kuang Guangli, aseguró que su equipo ya ha tenido impacto en los círculos académicos internacionales y que los miembros han realizado mayores contribuciones académicas en Hefei que en Harvard.

AUGE DE LA CyT

Casi un siglo de experiencia le ha demostrado al Partido Comunista de China que para concentrarse en tareas importantes es necesario movilizar esfuerzos y recursos. Tal experiencia se aplica ahora a la innovación científica y tecnológica.

La innovación está en el núcleo del XIII Plan Quinquenal de China (2016-2020), que fija los objetivos para que este país se convierta en una "nación innovadora" para 2020, en un líder internacional en innovación para 2030 y en una potencia mundial en la innovación científica y tecnológica para 2050.

Situada a la cabeza de la investigación básica y de las tecnologías estratégicas clave en campos como el espacio, las profundidades marinas, las supercomputadoras y la comunicación cuántica, China ha demostrado su determinación y celeridad, lo que ha llamado la atención del mundo.

Los logros históricos en ciencia y tecnología el año pasado han inspirado a los chinos.

Los científicos chinos completaron todos los experimentos para el primer satélite cuántico del mundo un año antes de lo previsto, sentando las bases para crear una red global de comunicaciones cuánticas a prueba de piratas informáticos.

La supercomputadora china Sunway Taihu Light fue coronada como la más rápida del mundo en las Conferencias Internacionales de Supercomputación de 2016 y 2017, celebradas en Fráncfort, Alemania.

China logró a principios de julio avances sobre energías limpias alternativas, después de realizar, durante 60 días, una extracción experimental de hidratos de gas, comúnmente conocidos como hielo combustible, en el Mar Meridional de China.

"El hielo combustible se considera una alternativa estratégica para el petróleo y el gas natural", dijo el subdirector de la Oficina de Investigación Geológica de China, Li Jinfa. "Todo el mundo apunta hacia ahí", aseguró.

A mediados de junio, China lanzó su primer telescopio espacial de rayos X para observar agujeros negros, púlsares y explosiones de rayos gamma.

"Estoy realmente impresionado por cómo China está desarrollando su programa científico espacial", declaró Arvind Parmar, jefe de la Oficina de Apoyo Científico de la Dirección de Ciencias de la Agencia Espacial Europea (ESA, siglas en inglés).

"El reciente lanzamiento del Explorador de Partículas de Materia Oscura y los Experimentos Cuánticos en las Misiones a Escala Espacial destacan la capacidad y el compromiso de China con la ciencia, al igual que el rango de misiones que se estudian para posibles futuros lanzamientos".

China dio un paso importante en su camino de convertirse en potencia mundial de la aviación, como demuestra su avión de fabricación nacional C919, que alzó el vuelo el 5 de mayo para erigir a China en el cuarto fabricante de aviones gigantes después de Estados Unidos, Europa Occidental y Rusia.

El año pasado, China lanzó su primer laboratorio espacial, el Tiangong-2, y envió al espacio la nave espacial tripulada Shenzhou-11 para acoplarse con él. Dos astronautas chinos permanecieron en el Tiangong-2 durante un mes y establecieron un nuevo récord chino de permanencia en el espacio.

En abril de este año, China lanzó su primera nave espacial de carga, la Tianzhou-1, y la acopló con el Tiangong-2 para probar la tecnología de repostaje espacial, que sienta las bases para la construcción de la estación espacial nacional.

Esta serie de logros muestran que la estrategia de desarrollo impulsada por la innovación está dando frutos.

Un informe hecho público conjuntamente por el Centro Nacional de Evaluación de la Ciencia y Tecnología y Clarivate Analytics calculó que los gastos de China en materia de investigación y desarrollo representaron el 1,42 por ciento del PIB en 2006, cifra que había aumentado al 2,1 por ciento en 2016.

China tenía en 2016 más de 1,1 millones de patentes de inventos, cifra que la sitúa en tercer lugar a nivel global después de Estados Unidos y Japón.

El más reciente Índice de Innovación Global muestra que China subió en 2017 tres posiciones, a la 22ª, en la lista de las naciones más innovadoras del mundo, lo que hace de ella el único país de ingresos medios entre las 25 economías más innovadoras.

ORIGEN DE LA INNOVACIÓN

En el 13º Plan Quinquenal se dio a la evolución del universo un lugar destacado en la lista de investigaciones científicas, seguida de la la estructura de materiales, los orígenes de la vida y la neurología.

"Las preguntas fundamentales como esta tienen el poder de influir en la solución de muchos problemas prominentes que afrontan la sociedad y el mundo en general", alega el escritor chino de ciencia ficción Han Song

Como la presión económica seguirá presente, según las previsiones, China se ha comprometido a dotar de nuevo ímpetu al desarrollo mediante la innovación.

China se ha esforzado por actualizar su estructura industrial y hacer virar su economía hacia un modelo de crecimiento que aproveche la innovación, a medida que se debilitan sus ventajas competitivas como los bajos costos de la mano de obra y las materias primas.

El investigador del Instituto de Física de Alta Energía de la Academia de Ciencias de China (ACCh) Zhang Xinmin dice que China está empezando a valorar la ciencia básica.

Zhang, quien estudia las ondas gravitacionales primordiales en Ngari, en la región autónoma del Tíbet, razona que la investigación es el origen de la innovación. Sin ella, la innovación a gran escala es inalcanzable.

Estudiar la evolución del universo parece no tener relación con cuestiones más apremiantes como sacar de la pobreza a decenas de millones de personas para 2020.

Sin embargo, Liu Cixin, escritor que obtuvo el premio Hugo, entiende que muchos avances se apoyan en la ciencia y la tecnología.

El director del Centro Nacional de Ciencias Espaciales de la ACCh, Wu Ji, recuerda que tras el primer satélite de China lanzado al espacio hace casi 50 años se han sucedido muchos otros para las comunicaciones, la observación telescópica y la navegación.

"Si China quiere ser una nación fuerte a nivel global debe preocuparse no solo por los intereses inmediatos, sino también por contribuir al progreso de la humanidad. Sólo así puede ganarse el respeto internacional real", opina Wu.

China fabricará hasta 2020 otros cinco o seis satélites científicos que ayudarán a la investigación de los agujeros negros, la materia oscura, la física cuántica y el entorno espacial.

"Si quiere innovar, debe conocer las ciencias. La ciencia espacial es inseparable del desarrollo de China, fundamentado en la innovación", avisa Wu.

Se espera que una sonda china aterrice en Marte en 2021.

"Explorar el planeta rojo y el espacio profundo significará que China pueda establecerse como líder científico y tecnológico. El efecto de arrastre será que los inventos y los derechos de propiedad intelectual independientes aumenten y, como resultado, lo hagan también las competencias esenciales de China, impulsando así el desarrollo de otras industrias", prevé Jia Yang, segundo diseñador principal de la sonda china a Marte.

"Aunque China todavía está rezagada en algunas áreas respecto de los países científicamente avanzados, hemos avanzado mucho en ciencia básica y espacial", indica el subdirector del Observatorio de la Montaña Púrpura de la ACCh, Chang Jin, que concluye: "Siempre que trabajemos con afán, en un futuro próximo lograremos un gran éxito".

 

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