Especial: Parques nacionales impulsan desarrollo ecológico de China

Spanish.xinhuanet.com   2017-10-02 16:15:21

Por Liu Wei, Wang Minghao y Feng Changyong

BEIJING, 2 oct (Xinhua) -- Hou Rong lloró cuando escuchó la noticia de que en 2020 finalmente será establecido el Parque Nacional del Panda Gigante.

Luego de dos décadas de estudiar y proteger a los pandas gigantes, ella sabe muy bien que el parque integrará ejemplares que hasta ahora han debido vivir aislados en seis montañas de las provincias de Gansu, Shaanxi y Sichuan, lo que a su vez ayudará a que se apareen entre sí, enriqueciendo su acervo genético y conjurando el riesgo de desaparición que amenaza a la especie.

"Tantos años de conservación han dado resultados. El número de ejemplares silvestres creció un 17 por ciento entre 2003 y 2013. Es por eso que en 2016 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza reclasificó al panda gigante de amenazado a vulnerable", dice Hou, directora de la Base de Investigación de Cría de Pandas Gigantes de Chengdu.

Sin embargo, como muchos otros animales en peligro de extinción, los pandas gigantes aún padecen problemas como escasez de áreas habitables y fragmentación, debido a desastres naturales, el cambio climático y actividades humanas.

Algunas subpoblaciones tienen menos de 10 ejemplares. Esto les hace vulnerables a enfermedades y problemas reproductivos, y también menos capaces de adaptarse a un medio ambiente cambiante.

La situación se empeora debido a las multiples administraciones en las tres provincias. Cuando un panda atraviesa el límite provincial, la jurisdicción se vuelve borrosa.

Siguiendo los pasos de un plan piloto lanzado a comienzos de este año, el parque cubrirá 27.134 kilómetros cuadrados, tres veces el área del Parque Nacional Yellowstone de Estados Unidos. Contará con cuatro zonas principales: un área central de protección, un área de restauración ecológica, un área turística y de educación y un centro de cría. La iniciativa protegerá los pandas gigantes de 67 reservas, así como otros 8.000 animales y plantas amenazados.

China empezó a ejecutar programas de cría en cautiverio a finales de los años 90 y un programa de reintroducción en 2003, los cuales han resultado definitivos para evitar la desaparición de la especie. "Pero incrementar la población en estado salvaje requiere de un área de protección vasta y de un ecosistema mejorado. Eso es justamente lo que brindará el parque", asegura Hou.

China ha venido creando el sistema de los parques nacionales durante varios años. El Grupo Dirigente Central para la Reforma decidió a finales de 2015 que el sistema deberá contar con hasta nueve de tales instalaciones, incluidos dos parques para proteger ríos.

A lo largo de seis décadas de protección de la naturaleza, China ha establecido 2.740 reservas naturales, las cuales cubren el 14,8 por ciento de su territorio. Sin embargo, la insuficiencia de fondos y la falta de un plan unificado, así como de la habilidad requerida para proteger debidamente, han hecho que muchas de las reservas sean inviables.

"El sistema de parques nacionales solucionará el fenómeno de la protección esporádica y traerá un nuevo modelo de protección natural recién establecido", asegura Cui Guofa, profesor de la Escuela de Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Silvicultura de China.

Si bien los parques dibujan una pintura magnífica para la conservación de la fauna y la restauración del sistema ecológico, también afrontan desafíos, el más apremiante de los cuales es el conflicto entre la protección y el desarrollo.

La aldea de Nangou, en la ciudad de Hunchun de la provincia nororiental de Jilin, está cerca del hábitat del tigre machuriano, y hace parte de lo que será el Parque Natural del Tigre del Noreste y del Leopardo.

Por lo menos dos aldeanos fueron atacados por tigres en 2016, por eso cuando llega la época de cosecha de champiñones y vegetales silvestres, ellos evitan a subir las colinas.

Yin Zhaohai tiene una finca cerca de la aldea. Desde mayo, los tigres le han matado seis cabezas de ganado, y otras 20 han desaparecido. "Los tigres están amenazados, pero el ganado y las personas también necesitan de seguridad", se queja Yin.

El conflicto es inevitable. Cuando los tigres atacan a las personas o al ganado, los lugareños ponen trampas para cazarlos.

"La coexistencia armoniosa entre la gente y los tigres y leopardos salvajes, y un desarrollo que valore tanto la protección ecológica como el crecimiento económico, son un gran reto para el gobierno local", señala Li Zhixing, secretario general de la Asociación de Protección del Tigre Manchuriano de Tianhe, con sede en Hunchun.

Desde 2006, Jilin ha ofrecido compensación a quienes sufren heridas o pérdidas económicas. Esto atenúa el conflicto y fortalece la protección.

En 2008, con la ayuda de dos asociaciones internacionales de conservación, la Reserva Natural Nacional del Tigre Manchuriano de Hunchun lanzó un nuevo plan que estableció, de manera gratuita, cooperativas de apicultura y de cría de ganado.

Los ingresos de los campesinos locales han aumentado, y ellos ahora patrullan para proteger los tigres y los leopardos salvajes. Además, regularmente retiran trampas de las montañas cercanas y reportan actividades de caza ilegal. También informan si descubren huellas o evidencia de la presencia de las fieras en zonas poco comunes.

"Estamos familiarizados con el entorno montañoso y el hábitat de los tigres, y ahora estamos ganando más criando el ganado en las cooperativas. No tenemos por qué atacar a los tigres", comenta un aldeano.

La creación de parques nacionales obligará a la reubicación de muchas personas. Por el ejemplo, al menos 170.000 habitantes de Sichuan tendrán que desplazarse a otras zonas para que los pandas gigantes puedan deambular libremente por los nuevos hábitats extendidos.

Qubie Mazi, del grupo étnico yi, ha vivido en la aldea de Shanfeng de Sichuan durante 40 años, ganándose la vida con el cultivo de patatas y la recolección de hierbas. Una reserva de pandas gigantes en la aldea es un corredor clave que conecta las poblaciones en la montaña Liangshan.

En cierto momento, la pobreza llevó a los campesinos a cazar a los pandas, pero después del establecimiento de un sistema de sanciones y primas, aprendieron a valorarlos.

Cuando se le pregunta qué piensa de tener que irse a otro lugar y dejar su espacio actual de residencia a los pandas, Qubie Mazi contesta: "Para irme necesito una nueva casa y un nuevo trabajo".

Hou Rong afirma que es necesario enseñar a la gente a proteger el medio ambiente. "La gente puede vivir fuera del área central de protección y encontrar trabajo en el parque, por ejemplo como guías. Ellos no se arriesgarán a cazar animales silvestres una vez que cuenten con un trabajo decente y un ingreso estable", asegura.

(Zou Shengwen y Zong Wei también colaboraron en esta nota)

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Especial: Parques nacionales impulsan desarrollo ecológico de China

Spanish.xinhuanet.com 2017-10-02 16:15:21

Por Liu Wei, Wang Minghao y Feng Changyong

BEIJING, 2 oct (Xinhua) -- Hou Rong lloró cuando escuchó la noticia de que en 2020 finalmente será establecido el Parque Nacional del Panda Gigante.

Luego de dos décadas de estudiar y proteger a los pandas gigantes, ella sabe muy bien que el parque integrará ejemplares que hasta ahora han debido vivir aislados en seis montañas de las provincias de Gansu, Shaanxi y Sichuan, lo que a su vez ayudará a que se apareen entre sí, enriqueciendo su acervo genético y conjurando el riesgo de desaparición que amenaza a la especie.

"Tantos años de conservación han dado resultados. El número de ejemplares silvestres creció un 17 por ciento entre 2003 y 2013. Es por eso que en 2016 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza reclasificó al panda gigante de amenazado a vulnerable", dice Hou, directora de la Base de Investigación de Cría de Pandas Gigantes de Chengdu.

Sin embargo, como muchos otros animales en peligro de extinción, los pandas gigantes aún padecen problemas como escasez de áreas habitables y fragmentación, debido a desastres naturales, el cambio climático y actividades humanas.

Algunas subpoblaciones tienen menos de 10 ejemplares. Esto les hace vulnerables a enfermedades y problemas reproductivos, y también menos capaces de adaptarse a un medio ambiente cambiante.

La situación se empeora debido a las multiples administraciones en las tres provincias. Cuando un panda atraviesa el límite provincial, la jurisdicción se vuelve borrosa.

Siguiendo los pasos de un plan piloto lanzado a comienzos de este año, el parque cubrirá 27.134 kilómetros cuadrados, tres veces el área del Parque Nacional Yellowstone de Estados Unidos. Contará con cuatro zonas principales: un área central de protección, un área de restauración ecológica, un área turística y de educación y un centro de cría. La iniciativa protegerá los pandas gigantes de 67 reservas, así como otros 8.000 animales y plantas amenazados.

China empezó a ejecutar programas de cría en cautiverio a finales de los años 90 y un programa de reintroducción en 2003, los cuales han resultado definitivos para evitar la desaparición de la especie. "Pero incrementar la población en estado salvaje requiere de un área de protección vasta y de un ecosistema mejorado. Eso es justamente lo que brindará el parque", asegura Hou.

China ha venido creando el sistema de los parques nacionales durante varios años. El Grupo Dirigente Central para la Reforma decidió a finales de 2015 que el sistema deberá contar con hasta nueve de tales instalaciones, incluidos dos parques para proteger ríos.

A lo largo de seis décadas de protección de la naturaleza, China ha establecido 2.740 reservas naturales, las cuales cubren el 14,8 por ciento de su territorio. Sin embargo, la insuficiencia de fondos y la falta de un plan unificado, así como de la habilidad requerida para proteger debidamente, han hecho que muchas de las reservas sean inviables.

"El sistema de parques nacionales solucionará el fenómeno de la protección esporádica y traerá un nuevo modelo de protección natural recién establecido", asegura Cui Guofa, profesor de la Escuela de Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Silvicultura de China.

Si bien los parques dibujan una pintura magnífica para la conservación de la fauna y la restauración del sistema ecológico, también afrontan desafíos, el más apremiante de los cuales es el conflicto entre la protección y el desarrollo.

La aldea de Nangou, en la ciudad de Hunchun de la provincia nororiental de Jilin, está cerca del hábitat del tigre machuriano, y hace parte de lo que será el Parque Natural del Tigre del Noreste y del Leopardo.

Por lo menos dos aldeanos fueron atacados por tigres en 2016, por eso cuando llega la época de cosecha de champiñones y vegetales silvestres, ellos evitan a subir las colinas.

Yin Zhaohai tiene una finca cerca de la aldea. Desde mayo, los tigres le han matado seis cabezas de ganado, y otras 20 han desaparecido. "Los tigres están amenazados, pero el ganado y las personas también necesitan de seguridad", se queja Yin.

El conflicto es inevitable. Cuando los tigres atacan a las personas o al ganado, los lugareños ponen trampas para cazarlos.

"La coexistencia armoniosa entre la gente y los tigres y leopardos salvajes, y un desarrollo que valore tanto la protección ecológica como el crecimiento económico, son un gran reto para el gobierno local", señala Li Zhixing, secretario general de la Asociación de Protección del Tigre Manchuriano de Tianhe, con sede en Hunchun.

Desde 2006, Jilin ha ofrecido compensación a quienes sufren heridas o pérdidas económicas. Esto atenúa el conflicto y fortalece la protección.

En 2008, con la ayuda de dos asociaciones internacionales de conservación, la Reserva Natural Nacional del Tigre Manchuriano de Hunchun lanzó un nuevo plan que estableció, de manera gratuita, cooperativas de apicultura y de cría de ganado.

Los ingresos de los campesinos locales han aumentado, y ellos ahora patrullan para proteger los tigres y los leopardos salvajes. Además, regularmente retiran trampas de las montañas cercanas y reportan actividades de caza ilegal. También informan si descubren huellas o evidencia de la presencia de las fieras en zonas poco comunes.

"Estamos familiarizados con el entorno montañoso y el hábitat de los tigres, y ahora estamos ganando más criando el ganado en las cooperativas. No tenemos por qué atacar a los tigres", comenta un aldeano.

La creación de parques nacionales obligará a la reubicación de muchas personas. Por el ejemplo, al menos 170.000 habitantes de Sichuan tendrán que desplazarse a otras zonas para que los pandas gigantes puedan deambular libremente por los nuevos hábitats extendidos.

Qubie Mazi, del grupo étnico yi, ha vivido en la aldea de Shanfeng de Sichuan durante 40 años, ganándose la vida con el cultivo de patatas y la recolección de hierbas. Una reserva de pandas gigantes en la aldea es un corredor clave que conecta las poblaciones en la montaña Liangshan.

En cierto momento, la pobreza llevó a los campesinos a cazar a los pandas, pero después del establecimiento de un sistema de sanciones y primas, aprendieron a valorarlos.

Cuando se le pregunta qué piensa de tener que irse a otro lugar y dejar su espacio actual de residencia a los pandas, Qubie Mazi contesta: "Para irme necesito una nueva casa y un nuevo trabajo".

Hou Rong afirma que es necesario enseñar a la gente a proteger el medio ambiente. "La gente puede vivir fuera del área central de protección y encontrar trabajo en el parque, por ejemplo como guías. Ellos no se arriesgarán a cazar animales silvestres una vez que cuenten con un trabajo decente y un ingreso estable", asegura.

(Zou Shengwen y Zong Wei también colaboraron en esta nota)

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