GUANGZHOU, 1 oct (Xinhua) -- Zhang Jianzhou se encargó en 2016 de un proyecto de fusión empresarial internacional valorado en más de 3.900 millones de dólares.
Zhang, vicepresidente de Apexmic, una compañía con sede en Zhuhai y especializada en la producción de circuitos integrados en la provincia de Guangdong, en el sur de China, recibió el encargo de comprar Lexmark International, una compañía cotizada en la Bolsa de Nueva York.
Por aquel entonces, la moneda china, el renminbi o yuan, llevaba ya más de un mes dentro de la cesta Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI). Tras la entrada del yuan en la cesta, la tasa de cambio con el dólar experimentó fuertes fluctuaciones.
La situación fue dura para Zhang, que se vio obligado a trazar un plan para reducir todo lo posible los riesgos y los costes.
Con el apoyo de la filial de Guangzhou del Banco Popular de China (BPCh), el banco central, Zhang logró muy pronto firmar acuerdos con otros dos bancos, que concedieron al proyecto de adquisición unos 8.000 millones de yuanes (1.200 millones de dólares) en préstamos transfronterizos.
"Ya que el renminbi estaba entrando en el mercado global, queríamos prepararnos para los futuros pagos internacionales en yuanes, razón por la que solicitamos los préstamos en renminbi", explicó Zhang.
Después de unos ajustes, Apexmic formó un consorcio valorado en 2.680 millones de dólares. En mayo de este año se completó el proceso de adquisición y Apexmic se rebautizó como Ninestar, cuyos ingresos de ventas anuales superan los 3.000 millones de yuanes.
"El proyecto probó que la financiación con renminbi es un medio efectivo", dijo Zhang. "Ofrece un mecanismo estable para las actividades económicas saludables".
Hoy domingo se cumple el primer aniversario de la inclusión oficial del yuan en la elitista cesta de monedas de reserva, que convirtió a la divisa china en una de las cinco monedas de reserva completamente respaldada por los 189 miembros del FMI, junto al dólar, el euro, el yen y la libra esterlina.
El BPCh calificó la inclusión del yuan en los DEG como "un hito en la internacionalización del yuan" y "un reconocimiento del progreso del desarrollo económico de China, así como de sus reformas financieras y apertura".
El yuan se ganó el año pasado un reconocimiento importante a pesar de las crecientes fluctuaciones.
"El mercado se ha dado cuenta de que la volatilidad en la cotización bidireccional del renminbi es significativa, y que la tasa de interés será más flexible en el futuro", apuntó una empleada de una filial del Banco SPD en Guangzhou, para quien tanto las compañías como los particulares tardaron un tiempo en acostumbrarse a la situación y que, después de la fase inicial, el mercado se había adoptado a la volatilidad.
De acuerdo con la filial de Guangzhou del BPCh, Guangdong contaba al término de agosto con 55.614 compañías y 3.280 oficinas bancarias que admitían pagos en renminbi. La provincia, la de mayor peso económico de China, ha realizado liquidaciones en renminbi con 213 países y regiones.
De acuerdo con el proveedor de servicios de comunicación financiera segura SWIFT, más de 1.900 instituciones financieras utilizaban el yuan para pagar a finales de junio, y unos 56 bancos centrales extranjeros o autoridades monetarias poseen capital en renminbi en China y lo han incluido en sus reservas de divisas extranjeras.
"China ha reforzado la transparencia de su política cambiarias tras unirse a los DEG, y el yuan está ganando más atención en el mercado financiero internacional", señaló Guan Tongwei, profesor de la Universidad de Finanzas de Guangdong.
"China está promoviendo la libre cotización del renminbi basada en su situación económica, las expectativas de mercado y los índices de precios de varios países", apuntó Guan. "El renminbi continuará con su misión de servir al pueblo por todo el mundo".
