（Xinhua/Pan Xu）
La amenaza de los ataques terroristas persigue incesantemente a los europeos y esto hace que Europa esté dejando de ser, rápidamente, una tierra de tranquilidad.
Para fines de agosto de 2017 se habían registrado al menos 13 ataques terroristas en el continente que dejaron 58 muertos y más de 300 heridos en Bélgica, Reino Unido, Finlandia, Francia, Alemania, España y Suecia, entre otros.
A diferencia de los sofisticados ataques organizados del 11 de septiembre en Estados Unidos, las actividades terroristas de hoy combinan los ataques de individuos que actúan solos y los ataques organizados de más personas.
Además, los responsables de los ataques en Barcelona y Finlandia eran personas comunes y corrientes sin antecedentes penales, lo que hizo que las investigaciones de la policía después del ataque fueran más difíciles.
Y el uso de las redes sociales y de herramientas cotidianas para cometer los crímenes también hace que los ataques sean más difíciles de detectar y de prevenir.
Por otra parte, muchos sospechosos de ataques terroristas en Europa son descendientes de inmigrantes. Durante mucho tiempo, algunos ciudadanos europeos se sintieron inspirados por el extremismo y se unieron a la yihad en el Medio Oriente o en otras áreas devastadas por la guerra.
Puesto que grupos terroristas como el Estado Islámico están siendo duramente golpeados en Medio Oriente, sus militantes regresan a Europa como residentes legales. Europol estima que la cifra es de más de 5.000 y los ve con gran preocupación.
