BEIJING, 21 sep (Xinhua) -- La autoridad de vivienda de China ha respaldado un plan piloto de inmuebles de propiedad conjunta en Beijing y Shanghai, como parte de los esfuerzos del gobierno para estabilizar el mercado inmobiliario.
El programa tiene como objetivo proporcionar viviendas asequibles a las familias que tienen dificultades para comprar una e impulsar la reforma del lado de la oferta del sector inmobiliario, señala un aviso emitido por el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural.
La nota apunta que el plan debe estar en consonancia con la opinión de las autoridades centrales de que "las casas son construidas para que se viva en ellas, no para la especulación".
Según un documento publicado por las autoridades de Beijing, los compradores individuales podrán adquirir pisos con los derechos de propiedad compartidos por el gobierno y los compradores.
El gobierno ofrece apoyo en ámbitos como los precios de la tierra y la política mientras mantiene una proporción de los derechos de la propiedad, y los compradores deben abonar una parte del precio de acuerdo a su parte de esos derechos. Los compradores podrán disfrutar de los mismos derechos en el registro de la familia y la escolarización de los niños como otros dueños de casas.
La política se aplica con varias restricciones: los compradores y sus familias no pueden tener ya sus propios hogares, los solteros que compran viviendas deben de tener al menos 30 años y solo se puede solicitar una casa por familia.
Durante los próximos cinco años, se proporcionarán un total de 250.000 hogares en Beijing. Hasta el año pasado se proporcionaron 89.000 viviendas de esta naturaleza en Shanghai.
Las experiencias de las dos ciudades serán ampliadas a otras urbes principales, anuncia el documento.
Durante mucho tiempo, la subida de los precios de las propiedades han añadido presión a los habitantes de la ciudad, haciendo que la ausencia de viviendas asequibles se convirtiese en un creciente problema para los encargados de la elaboración de las políticas, de modo que les empujó a tomar medidas para estabilizar los precios y frenar la especulación.