LA HABANA, 8 sep (Xinhua) -- Cuba sufre hoy los primeros embates del poderoso huracán "Irma", que transita por el norte de la isla con vientos máximos sostenidos de 270 kilómetros por hora y es catalogado como el más poderoso ciclón de la historia en el Atlántico norte y el Caribe.
Los ciclones tropicales, en los que se incluyen tormentas y huracanes según la potencia de sus vientos máximos sostenidos, constituyen los fenómenos naturales más peligrosos para la mayor de las Antillas, que cada año se ve amenazada por alguno de estos eventos.
En lo que va del actual siglo, Cuba recibió el azote de 14 huracanes y solo se libró de este castigo de la naturaleza en los años 2003, 2007, 2009, 2010, 2011, 2013 y 2014.
El primero de esos meteoros fue "Michelle", que en noviembre de 2001 llegó a la isla con categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de cinco) y afectó a casi la mitad del territorio nacional, con saldo de cinco muertos y casi seis millones de damnificados.
Al año siguiente, "Isidore" y "Lili", con apenas 10 días de diferencia, golpearon con categoría dos a la Isla de la Juventud (al sur del occidente cubano) y la provincia de Pinar del Río (extremo oeste del país), sin causar víctimas fatales pero sí millonarias pérdidas en la agricultura tabacalera, uno de sus principales rubros exportables.
En 2004 también se registraron dos potentes huracanes, el primero de ellos, "Charley", en agosto, que pasó por La Habana con categoría tres y provocó la muerte de cuatro personas y severos daños en viviendas, cultivos, líneas eléctricas y telefónicas.
"Ivan" fue el otro ciclón de ese año, que con categoría cuatro agudizó las afectaciones en las región occidental de la nación caribeña, con graves daños en la agricultura, los servicios básicos y los inmuebles.
El año 2005 fue en extremo crítico para Cuba pues tres huracanes de gran potencia, "Dennis" (categoría cuatro), "Rita" y "Wilma", (ambos de cinco), devastaron a casi todo el país.
"Dennis" dejó en el mes de julio como legado 17 fallecidos, más de un millón de evacuados y daños de consideración en 10 de las entonces 14 provincias.
Por su parte, "Rita" azotó en septiembre ocho territorios y más de 1.700 kilómetros de las costas cubanas, con severas inundaciones en las zonas bajas, y un mes después "Wilma" se hizo sentir en la zona occidental, especialmente en La Habana donde las lluvias provocaron grandes inundaciones, 8.000 viviendas dañadas y pérdidas totales valoradas en más de 704 millones de pesos (igual en dólares al cambio oficial).
Luego llegó "Ernesto" (categoría dos) en agosto de 2006 con abundantes lluvias en el sureste de la ínsula, zona de recurrente sequía, sin causar afectaciones de consideración.
Dos años más tarde, de nuevo tres huracanes fustigaron a Cuba y ninguna región escapó del azote.
En el mes de agosto, "Gustav", un monstruoso huracán categoría cinco, recorrió la zona occidental y ocasionó 19 heridos, más de 100.000 viviendas averiadas y una vasta destrucción de los tendidos eléctrico y telefónico, y pasó a la historia como el peor ciclón que azotó a Cuba en 40 años.
Al transitar este huracán por el poblado de Paso Real de San Diego, en Pinar del Río, se registró una racha máxima de viento de 340 kilómetros por hora (km/h) que fue reconocida entonces como récord del orbe por la Organización Meteorológica Mundial.
A "Gustav" le siguió "Ike" (categoría tres) en septiembre, que dejó su impronta destructora en Guantánamo, la provincia más oriental, con siete decesos, cerca de 44.000 edificaciones industriales dañadas y 2,6 millones de evacuados, y dos meses después apareció "Paloma" (categoría cuatro), que tocó tierra por Santa Cruz del Sur (centro del país) y ocasionó daños materiales por 300 millones de pesos.
"Sandy" se formó en octubre de 2012 y atravesó con categoría dos el oriente cubano de sur a norte, con saldo de 11 muertos, miles de derrumbes parciales y totales y cuantiosos daños económicos.
El último de los huracanes que azotó a Cuba fue "Matthew" (categoría cinco) en octubre de 2016, cuando cruzó el extremo oriental de la isla y dejó un rastro de destrucción pero ninguna víctima mortal.
Ahora está "Irma", que se aproximó al país como un huracán categoría cinco y vientos máximos sostenidos de 270 km/h luego de destruir varios territorios del Caribe como Barbuda y ocasionar al menos 16 muertos, según reportes preliminares.