BERLIN, 21 ago (Xinhua) -- La canciller de Alemania, Angela Merkel, advirtió que su gobierno podría adoptar una línea aún más dura en el prolongado desacuerdo entre Berlín y Ankara.
"Siempre debemos tener el derecho de tomar más medidas" declaró el domingo por la noche Merkel a la red de televisión comercial alemana RTL al hablar de las sanciones contra Turquía. La canciller indicó que su gobierno "hasta ahora ya ha reaccionado con una línea muy dura".
La canciller comentó que Dogan Akhanli, un escritor alemán, fue liberado en España después de que las autoridades locales lo arrestaron durante sus vacaciones en respuesta a una orden de aprehensión de Interpol emitida por Turquía.
"Estoy muy contenta de que España lo haya puesto en libertad... No podemos abusar de una organización internacional como Interpol para esas acciones", opinó.
Akhanli, de 60 años de edad, nació en Turquía, pero emigró a Alemania en 1991 luego de pasar varios años en una prisión turca por razones políticas. El escritor ha criticado con frecuencia al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
"A Turquía naturalmente no le gusta esto. Quieren silenciarme... De los 60 años en adelante ya no quiero permanecer en silencio", dijo el autor.
Turquía ha solicitado a España la extradición del escritor. El abogado de Akhanli, Illias Uyar, considera que esa acción tiene pocas probabilidades de tener éxito.
A pesar de dar la bienvenida a la liberación de Akhanli, Merkel lamentó hoy que este caso es "desafortunadamente uno de muchos por los cuales hemos modificado nuestra política hacia Turquía de forma radical".
Además, la canciller criticó severamente el reciente llamado de Erdogan a los ciudadanos alemanes descendientes de turcos de que boicoteen a los partidos alemanes en las elecciones nacionales de Alemania.
"Es completamente inaceptable que el presidente turco pida a ciudadanos alemanes, incluso si son descendientes de turcos, que no voten en las elecciones parlamentarias", indicó Merkel.
Las relaciones tradicionalmente cercanas entre Berlín y Ankara se han tensado. El mes pasado, el gobierno alemán advirtió a los turistas e inversionistas alemanes que eviten ir a Turquía, además, amenazó con suspender la asistencia financiera.
La acción provocó la ira de Erdogan, quien acusó a Berlín de "ataque excepcional" contra la soberanía de Turquía. Fin
