BEIJING, 20 ago (Xinhua) -- Durante casi 30 años, Dong Qiaofeng ha vendido tahini, un ingrediente esencial para muchos platos fríos, fideos y estofados, en el mercado Sanyuanli de Beijing.
Hasta hace poco, su aceite de sésamo y tahini caseros eran lo único que vendía. Luego consideró con más cuidado el hecho de que muchos de sus clientes son extranjeros, con diferentes gustos y expectativas.
Ahora, su puesto, de sólo 18 metros cuadrados, está lleno de cientos de condimentos de Francia, Italia, España, Alemania y Tailandia.
El aceite de sésamo y el tahini caseros ahora están acomodados en un diminuto espacio debajo de la caja registradora, esperando la visita de ciertos clientes especiales.
"Solo unos cuantos de ellos los compran, especialmente mis clientes más antiguos. Hoy estaría quebrada si no me hubiera unido a la nueva tendencia", dice.
Ubicado en la zona de embajadas del distrito Chaoyang, el mercado Sanyuanli es un lugar donde se pueden escuchar 100 idiomas en un solo día. Compradores de todos los rincones del mundo, desde Noruega hasta Zimbabwe, desde Bolivia hasta Fiji, se congregan allí en busca de un sabor de casa; a lo mejor un sencillo ingrediente para un plato típico que no pueden encontrar en ningún otro lugar, o quizás un rodaballo gigante o un cochinillo orgánico.
Desde que China abrió sus puertas en los años 70, si bien fue solo una pizca, la apertura no se ha detenido, y las mercancías importadas han entrado tanto como han salido los productos chinos.
An Yuwei, de 21 años, compra crema, queso y algo de papel para hornear. A pesar de que sus estudios universitarios no le dejan mucho tiempo, en unas vacaciones se enamoró de la repostería, y ahora va a Sanyuanli casi cada semana con su madre.
"Aquí, podemos encontrar casi todo lo que necesitamos", dice.
Hace 40 años, los productos importados eran un lujo en China. Encontrarlos era difícil, y pagarlos casi que imposible.
La Tienda de la Amistad de Beijing era el único lugar donde se vendían mercancías importadas. Pero no era precisamente el lugar para buscar jarabe de arce o cúrcuma. Había sí motocicletas y televisiones de Japón, y whisky escocés.
De acuerdo con el actual jefe del Partido Comunista de China de la tienda, Wang Bingzhi, en lugar de la moneda china, el yuan, en ese tiempo sólo se aceptaban certificados de divisas, que eran como títulos de valor comprados con moneda extranjera en ciertos bancos autorizados.
"Durante la época de la economía planificada, cuando los recursos eran limitados, nos veíamos obligados a satisfacer las necesidades de los clientes extranjeros primero, para mostrar la amistad de nuestro país", comenta.
Wang cuenta que incluso cuando algún ciudadano chino encontraba la forma de entrar a la tienda, era muy raro que tuviera los medios para pagar los artículos que esta ofrecía.
Pero de entonces a hoy las cosas han cambiado. China se ha convertido en la segunda mayor economía y el mayor mercado del mundo. Lo que antes era un lujo se ha convertido en una cosa común, e incluso en una necesidad.
Los supermercados, los centros comerciales y las plataformas de compra en Internet están llenos de mercancías extranjeras. Con sus inseparables teléfonos inteligentes, los chinos pueden importar artículos que van desde automóviles hasta albaricoques mientras viajan de regreso a casa en el metro, y piden que les sean entregados en la puerta de su casa unos días, o incluso unas horas, más tarde.
Cifras del centro de investigación de comercio electrónico de China muestran que en 2016 las importaciones de comercio electrónico subieron una tercera parte, para llegar a 1,2 billones de yuanes. Y la suma podría superar los 1,8 billones este año, de acuerdo con el director del centro, Cao Lei.
A pesar del "boom" de las compras en línea, el gerente de Sanyuanli, Cui Zhongxin, tiene plena confianza en el futuro del mercado.
"Nuestros productos son mejor supervisados, ya que tenemos inspectores patrullando en los pasillos cada día. Además, los vendedores aceptan pagos con teléfono celular, toman pedidos vía Internet y entregan los artículos en las puertas de sus clientes", destaca.