(Xinhua/Ma Ping)
TOKIO, 28 jul (Xinhua) -- La ministra de Defensa de Japón, Tomomi Inada, presentó hoy su renuncia y asumió la responsabilidad por un escándalo de ocultación de polémicos datos de las actividades diarias de las tropas terrestres japonesas desplegadas en Sudán del Sur, en el marco de una misión de la ONU para mantener la paz en ese país africano.
"He aceptado la renuncia de Inada por respeto a su deseo de asumir la responsabilidad de haber causado trastornos", dijo a los periodistas el primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien también admitió que tenía la culpa por haberla nombrado y pidió disculpas al público.
Las funciones de Inada al frente del Ministerio de Defensa serán ocupadas temporalmente por el ministro de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida, hasta que sea nombrado un nuevo ministro de Defensa.
La dimisión de Inada se produce justamente antes de una reestructuración anunciada del gabinete que el primer ministro llevará a cabo la próxima semana, debido a una fuerte caída en la popularidad de su gobierno.
"No podemos permitir que haya vacíos en nuestra seguridad nacional", dijo el premier con respecto a la salida de Inada, la cual será un golpe muy duro tanto para el propio Abe, dado que era una aliada cercana del líder conservador, como para el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD), que se enfrenta a uno de los más bajos márgenes de popularidad en este momento.
Inada, por su parte, dijo que el prolongado asunto correspondiente a la supuesta ocultación de datos de las actividades militares podría dañar la confianza pública en el Ministerio de Defensa y en las Fuerzas de Autodefensa de Japón (FAD).
"Este tema ha dado al público una impresión que podría dañar su confianza en la gobernanza del Ministerio de Defensa y en las FAD", dijo la ahora exministra en una rueda de prensa.
"Como ministra de Defensa, que se encarga de dirigir y supervisar este ministerio y las FAD, soy muy consciente de mi responsabilidad y he decidido dejar el papel", agregó.
La renuncia de Inada fue precedida por acusaciones de que altos cargos del Ministerio de Defensa y miembros de la cúpula de la Fuerza de Autodefensa Terrestre de Japón tenían conocimiento de los polémicos registros de las misiones, los cuales contenían un reporte de las actividades diarias de las tropas desplegadas en la misión de paz de las Naciones Unidas en Sudán del Sur.
El Ministerio de Defensa indicó que la FAD Terrestre desechó los datos, que mostraban el deterioro en la situación de seguridad donde las tropas niponas fueron desplegadas.
Las descripciones en los registros podrían haber llevado a una retirada del contingente japonés de esa zona sursudanesa, dado que los efectivos militares podrían haber quedado atrapados en la lucha allí, lo que no solo podría haber puesto en riesgo sus vidas, sino que también viola la Constitución pacifista de Japón.
Cuando el gobierno japonés retiró, por fin, a sus tropas de la misión de paz de la ONU a finales de mayo pasado, aseguró que esto se debía a que sus actividades realizadas en los cinco años de permanencia en esa zona habían producido resultados notables.
Inada ha negado las acusaciones en su contra y el Ministerio de Defensa, tras una investigación sobre la situación efectuada por la misma cartera, también negó hoy que Inada haya desempeñado algún papel en la ocultación de datos.
