BEIJING, 26 jul (Xinhua) -- Mientras que los sorprendentes datos de crecimiento de China de los últimos meses han llevado a instituciones globales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) a elevar las previsiones del Producto Interno Bruto para el país, los formuladores de políticas están pidiendo más atención a los riesgos ocultos en la economía.
En una reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) celebrada el lunes, los dirigentes nacionales hicieron énfasis en que, a pesar de los avances, todavía hay contradicciones y problemas dentro de la economía.
"Las autoridades deben mantener la sobriedad y un enfoque estratégico para hacer frente a los riesgos ocultos y promover un desarrollo sostenido y sólido", se lee en un comunicado publicado después de la reunión.
Entre las principales prioridades, el liderazgo manifestó que se adoptarán más medidas orientadas hacia el mercado para solucionar el asunto de las "empresas zombies" - empresas no rentables y agobiadas por las deudas-, y que las actividades de financiamiento de los gobiernos locales serán reguladas de forma más estricta, para frenar el crecimiento de la deuda oculta.
La reciente oleada de medidas para contener la acumulación de deuda, demuestra la fuerte determinación de los escalones más altos del poder para desactivar la persistente amenaza, señalaron analistas.
La creciente carga de deuda de China, que se disparó durante una ronda de inversiones y construcción luego de que se desatara la crisis financiera global de 2008, es considerada como una seria amenaza para la estabilidad financiera, especialmente en momentos en que la economía china enfrenta una presión a la baja.
Un informe publicado recientemente por la Academia China de Ciencias Sociales pidió más esfuerzos en contra del crecimiento de la deuda oculta, a pesar de que la ratio de apalancamiento explícita del gobierno viene decayendo, gracias a la intensificación de los esfuerzos por reducir el nivel de endeudamiento de la economía.
En el primer trimestre de 2017, el índice global de apalancamiento del gobierno chino cayó al 37,7 por ciento, frente al 38,8 por ciento de finales de 2016, según el documento.
La ratio de apalancamiento del gobierno central se situó en el 15,7 por ciento, 0,4 puntos porcentuales menos que el año anterior, mientras que la de los gobiernos locales bajó 0,7 puntos porcentuales, hasta el 22 por ciento.
A pesar de la caída, el texto advierte sobre el crecimiento de la deuda oculta disfrazada a través de canales de financiación como los fondos de orientación gubernamental y las asociaciones público-privadas falsas.
Dadas las mayores exigencias en materia de gestión de la deuda y las necesidades de financiación de los gobiernos locales, las autoridades deberían abrir más plenamente la "puerta principal" para la recaudación de fondos, prohibiendo al mismo tiempo, y de forma tajante, los llamados "préstamos por la puerta trasera", dijo Liu Shangxi, director de la Academia China de Ciencias Fiscales.
En la reunión del lunes también se prometió corregir las irregularidades en el sector financiero, con una coordinación reforzada para hacer que éste sirva mejor a la economía real y funcione como una protección en contra de los riesgos financieros sistémicos.
En días pasados, China anunció que establecerá un comité subordinado al Consejo de Estado (gabinete) para supervisar la estabilidad y el desarrollo financieros, a fin de abordar los desafíos planteados por servicios financieros cada vez más interrelacionados.
En cuanto al mercado inmobiliario, otro riesgo potencial para la economía china, los formuladores de políticas se comprometieron con la continuidad y estabilidad de las políticas para fomentar un mecanismo a largo plazo que logre estabilizar el mercado.
El mensaje es que en la segunda mitad del año, China mantendrá las políticas de control a la propiedad para evitar una burbuja de inflación, a la vez que acelerará el desarrollo del mercado del alquiler para satisfacer las necesidades de vivienda pública, reveló Ren Xingzhou, analista del Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo de Estado.
Los nuevos lineamientos para el trabajo económico en el resto de 2017 llegan en momentos en que la economía china da señales de estar cada vez más estabilizada, con un crecimiento del 6,9 por ciento en el segundo trimestre.
A la luz de los robustos datos y las expectativas de un apoyo fiscal continuado, el lunes el FMI elevó las previsiones de crecimiento de China para 2017 y 2018 al 6,7 y 6,4 por ciento, respectivamente.
China ha fijado su objetivo de crecimiento para todo este año en torno al 6,5 por ciento.
