BEIJING, 12 jul (Xinhua) -- China expandirá su red de oleoductos y gasoductos durante los próximos años ya que, como mayor consumidora del mundo de energía, intenta asegurarse un suministro estable y reducir el carbón en la matriz energética primaria del país.
El plan de expansión fue anunciado hoy miércoles en un documento que fue emitido conjuntamente por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y la Administración Nacional de Energía.
La red de oleoductos y gasoductos del país se incrementará a 169.000 kilómetros para 2020, que se dividirá en oleoductos para crudo, 32.000 kilómetros; oleoductos para productos refinados de petróleo, 33.000 kilómetros y gasoductos, 104.000 kilómetros, acorde al documento. La longitud total de las redes aumentará a 240.000 kilómetros para 2025.
Los oleoductos para petróleo refinado alcanzarán todas las ciudades que superen un millón de habitantes, mientras las que alberguen más de medio millón tendrán acceso a los gasoductos.
Las redes de oleoductos y gasoductos aseguran un flujo estable de energía de fuentes foráneas al país y desde áreas remotas a prósperas ciudades.
A finales de 2015, la longitud de la red de oleoductos para crudo eran de 27.000 kilómetros; la de oleoductos para productos refinados de petróleo ascendía a 21.000 kilómetros y la de gasoductos sumaba 64.000 kilómetros.
Dado la rápida expansión económica y el incremento de la población, el apetito energético de China, especialmente de fuentes limpias, está en aumento. El año pasado se consumieron cerca de 4.360 millones de toneladas equivalentes de carbón, un 1,4 por ciento más interanual.
El gobierno cree que la mejora de los oleoductos y gasoductos ayudará a asegurar la seguridad energética, reducir los costes sobre la economía y estimular la inversión.
Las importaciones energéticas desde los países a lo largo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta será impulsada con la construcción de más oleoductos y gasoductos. El plan subrayó proyectos con Rusia, Myanmar y países de Asia Central, y añadió que espera el inicio de más proyectos importación.
El suministro estable de petróleo y gas ayudará al país a desengancharse de su dependencia del carbón, que contamina más que el crudo y el gas natural. El mineral, a pesar de que su importancia se está reduciendo, todavía supone más del 60 por ciento de la estructura energética.
En 2016, el consumo de crudo de China aumentó un 5,5 por ciento interanual, el de gas natural se incrementó un 8 por ciento interanual y el de carbón bajó un 4,7 por ciento.
