(Xinhua/Ma Zhancheng)
HAMBURGO, Alemania, 8 jul (Xinhua) -- El presidente chino, Xi Jinping, dijo este sábado en Hamburgo que Japón debe cumplir su palabra en lo que respecta a la historia y a Taiwán, así como poner fin, con estrategias y medidas concretas, a todas las distracciones que perturban las relaciones bilaterales.
En una reunión con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en los márgenes de la cumbre del Grupo de los 20 (G20), Xi también urgió a Japón a aprender de la historia para asegurar que las relaciones bilaterales sigan la dirección correcta y tengan un porvenir más brillante.
Xi señaló que las buenas relaciones de vecindad entre China y Japón afectan no sólo al bienestar de los dos pueblos, sino que también tienen un impacto en Asia y el mundo en general.
China y Japón normalizaron sus relaciones diplomáticas hace 45 años tras alcanzar un consenso sobre la historia, Taiwán y las islas Diaoyu, entre otros temas. El próximo año, celebrarán el 40º aniversario de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre China y Japón.
El presidente chino dijo que los dos países han de reforzar su sentido de la responsabilidad en este momento y aprovechar las oportunidades de la nueva era de las relaciones bilaterales.
A pesar de los vericuetos y otras difíciles pruebas de los últimos 45 años, el desarrollo de las relaciones entre Beijing y Tokio ha sido una fuente de inspiración muy constructiva, dijo Xi.
Japón, agregó el presidente chino, debe ahora demostrar, con políticas y acciones concretas, sus expectativas de paz, amistad y cooperación con China.
La confianza política es la premisa de las relaciones entre China y Japón, dijo Xi, en alusión a los cuatro documentos políticos y el acuerdo de cuatro puntos que sirven como principios guía de los lazos bilaterales a la hora de gestionar de forma adecuada los temas relacionados con la historia y Taiwán, entre otros.
Estos asuntos, vitales para la base política de los lazos entre las dos naciones, no dejan espacio para las concesiones ni la regresión pues, en caso contrario, las relaciones bilaterales se desviarían del camino correcto y su ritmo de desarrollo se ralentizaría.
El presidente chino aseguró también que Japón es bienvenido a unirse a la cooperación pragmática de la Franja y la Ruta, e instó a intercambios más amplios entre los dos países en cultura, educación, medios, administraciones locales y jóvenes a fin de que la amistad bilateral consiga más apoyo público.
Abe, por su parte, dijo que su país está dispuesto a mostrar visión de futuro e impulsar sus lazos con China pues, no en vano, los dos países, la segunda y la tercera economía del mundo, son actores influyentes en los asuntos internacionales y regionales.
Esperó también más intercambios a alto nivel con China y resaltó que le gustaría reforzar la cooperación bilateral, entre otros aspectos, en economía y comercio, finanzas y turismo, además de potenciar la colaboración en el marco de la Franja y la Ruta.
El primer ministro prometió también que, en lo que atañe a Taiwán, no hay cambios en la postura de Japón recogida en el comunicado conjunto que firmó con China de 1972.
La confianza bilateral se ha visto deteriorada de vez en cuando por la reticencia de Japón a admitir sus crímenes bélicos, su intento de anexionarse las islas chinas Diaoyu y los islotes circundantes en el mar Oriental de China, y su intento de abolir la Constitución pacifista surgida tras la Segunda Guerra Mundial, que prohíbe enviar tropas a combatir a otros países.
Tokio ha sido además un enérgico defensor de la llamada "amenaza china" y ha participado a menudo en ejercicios militares en la región de Asia-Pacífico con Estados Unidos, además de vender armas al anterior Gobierno filipino cuando la farsa orquestada por Manila sobre el mar Meridional de China llegó a su cima el año pasado con un arbitraje fallido.