XINING, 30 jun (Xinhua) -- Arqueólogos chinos desenterraron una momia, que se encuentra en buen estado, en una región poco frecuentada a lo largo de la antigua Ruta de la Seda al borde de la Meseta Qinghai-Tíbet, en el oeste de China.
La momia corresponde a un hombre de mediana edad que vivió hace 1.700 años. Su cuerpo fue encontrado en una obra de construcción en el pueblo noroccidental de Mang'ai de la provincia de Qinghai y el Museo de Etnología de la prefectura de Haixi de la provincia se encarga de su conservación.
"La momia se encuentra en buen estado y quizás sea la más antigua y mejor preservada hallada en la Meseta Qinghai-Tíbet", sostuvo Xin Feng, director del museo.
El cuerpo mide 1,62 metros y tiene la piel perfectamente preservada y conserva restos de cabellos. Se cree que el hombre murió a los 40 años. Su cara parece tranquila y sus manos estaban cruzadas sobre la barriga.
Los arqueólogos recurrirán a las pruebas de ADN para descubrir la etnia e identidad del hombre, según Xin.
La momia fue hallada entre cañas secas, alfombras de tela tinta, un casco de caballo y huesos de cordero, cosas que se creen eran objetos funerarios para la clase alta de aquel entonces.
Las momias se forman generalmente en un ambiente muy seco, lo que evita el deterioro de los cuerpos. El sitio del hallazgo se ubica en el límite septentrional de la meseta, cercano al desierto de Taklamakán. Se trataba de una vía poco frecuentada de la antigua Ruta de la Seda, por donde transitaban los comerciantes que querían evitar conflictos en el Corredor de Hexi, una vía mucho más conocida.
Se han encontrado varios cuerpos momificados a lo largo de la antigua Ruta de la Seda en China, ya que la vía pasa por un amplio tramo de tierras áridas en la actual región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste del país. El hecho de que algunos de ellos fueran caucásicos muestra que la antigua Ruta de la Seda era una ruta comercial global en su apogeo.
