Por Guo Ying y Zhao Wanwei
BEIJING, 29 jun (Xinhua) -- "Estamos diseñando un sistema para impedir que personas embriagadas conduzcan, tiene un sensor de alcohól y un interruptor central". La explicación es de Li Jialin, un niño de solo 11 años.
Li y su equipo, todos estudiantes de la escuela primaria Caoqiao de Beijing, demostraron su invento en Play+Make, un evento para los estudiantes de primaria y secundaria de la capital china.
"Todos sabemos que conducir bajo los efectos del alcohól está prohibido, pero aún se presentan muchos casos", justifica Li.
Los pequeños instalan el sensor en el volante de un automóvil y activan el programa. Cuando el conductor intenta encender el motor, el sensor empieza a medir la concentración de alcohól en el aire. Si esta sobrepasa cierto estándar, el coche emitirá una alerta, y el motor no encenderá.
Más de 1.500 estudiantes de 16 distritos de Beijing expusieron sus inventos en el certamen. Aparte de ser una demostración de la creatividad y gran imaginación de los niños y jóvenes, los inventos tenían algo más en común: todos necesitaban de programación.
En su escuela, Li aprendió a utilizar Arduino, una plataforma electrónica de fuente abierta, para crear objetos interactivos. Los pequeños inventores del evento programaron sus dispositivos con todo tipo de plataformas, como Scratch, que ofrece un ambiente de programación visual.
Como una de las habilidades clave de la tecnología de la información, la programación está ganando terreno en las aulas escolares. Wang Jun, funcionario de la Comisión Municipal de Educación de Beijing, dice que más de 200 escuelas demostrativas de ciencia y tecnología están enseñando programación a los niños y jóvenes de la ciudad. Sociedades científicas y clases extracurriculares son otras alternativas para poner a los menores en contacto con esta importante área de la informática.
"La programación es una herramienta, no un fin. Nuestra idea es que los estudiantes puedan aplicar sus habilidades en programación a la innovación y desarrollen una actitud para enfrentar y solucionar los problemas", explica Wang.
En Reino Unido, la programación de computadores es un curso obligatorio para todos los niños mayores de cinco años. En Francia, la educación primaria la ofrece como clase opcional. Y en China, aunque todavía no forma parte del currículo nacional, algunas escuelas privadas ya han descubierto que allí hay un mercado.
Codemao es una compañía de educación que ofrece cursos de programación gráfica vía Internet para niños entre los 6 y los 16 años. También provee una plataforma de programación en línea en la que los pequeños pueden diseñar y exponer sus propios trabajos, por ejemplo juegos, música y animación.
Li Tianchi, el fundador de Codemao, ve inmejorables perspectivas para el mercado de la formación en programación, el cual, dice, podría incluso sobrepasar al del inglés.
"La locura de la gente por aprender inglés se originó en la necesidad para el relacionamiento entre las personas en el mundo globalizado. Pero hoy la inteligencia artificial se está metiendo en nuestra vida diaria", comenta, y agrega: "la programación es el 'diálogo' para interactuar con la inteligencia artificial".
El ejecutivo tiene muy clara la creciente importancia de la programación. "Los estudiantes no están aprendiendo programación para convertirse en programadores cuando sean adultos, pero la programación se va a convertir en una habilidad básica para muchas otras especialidades. Si un médico requiere de un robot para practicar una cirugía o un astrónomo quiere hacer un experimento de simulación de exploración en otro planeta, ambos necesitarán saber algo de programación".
Contrario a lo que pudiera pensarse, la programación no necesariamente auyenta a los chicos. Li comenta que muchos niños que aman los videojuegos pasan fácilmente al diseño de nuevos juegos, al tiempo que otros a quienes les gusta la pintura o la escritura, incorporan dichos pasatiempos en la programación.
A partir de este año, la provincia de Zhejiang (este) está ofreciendo la tecnología de la información como una materia opcional en el examen de ingreso a la universidad, y en esta, la programación es una parte importante. Asimismo, los estudiantes de algunas ciudades, como Beijing y Shanghai, tienen la posibilidad de acceder a mejores escuelas secundarias si tienen conocimientos y talento en programación.
No obstante, el fundador de Codemao quiere que los estudiantes vean la programación como algo interesante, y no como una nueva materia que tienen que aprender por obligación. "La educación en programación debe enfocarse en cómo liberar la creatividad de los niños y jóvenes, no con fines meramente utilitarios", afirma Li.
Makeblock, una compañía de robótica basada en la ciudad de Shenzhen (Guangdong, sur) desarrolla robots educativos programables, drones programables y otros productos educativos con funciones de programación gráfica. Fundada recién en 2013, la empresa ya hace presencia en Norteamérica, Europa, Asia y Medio Oriente.
El fundador y jefe ejecutivo de Makeblock, Wang Jianjun, dice que sus productos son vendidos en más de 140 países y regiones de todo el mundo. Uno de sus productos estrella, mBot, por ejemplo, se ha hecho especialmente popular en las escuelas de Francia y España.
Pero ahora la empresa está dedicando más atención al mercado chino.
"Estamos trabajando con más de 1.000 escuelas públicas a lo largo y ancho del país para promocionar la educación en programación", comenta.
Los padres de familia chinos de ahora son de mente más abierta que los de generaciones anteriores, y tienen una actitud más positiva hacia la programación, además de que quieren criar niños más equilibrados e integrales.
Wang confiesa que él no tuvo la oportunidad de aprender programación hasta cuando llegó a la universidad. Pero ahora es normal que niños de muy corta edad tengan acceso a ella.
"Los niños son supremamente creativos, y la programación es un camino útil para la creación, una herramienta que les permite convertir sus ideas en realidad", afirma.
