Por Sylvia B. Zárate
Imagen cedida por la Presidencia de Colombia, del presidente colombiano, Juan Manuel Santos (i), estrechando la mano con el Jefe de la Misión de Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnault (d), durante la ceremonia de dejación de armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en Buenavista, una vereda del municipio de Mesetas, en el departamento de Meta, Colombia, el 27 de junio de 2017. En Buenavista, una vereda del municipio de Mesetas, en el departamento de Meta, se realizó el martes el acto final de dejación de armas por parte de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El acto estuvo encabezado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos; el jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño alias "Timochenko", y el Jefe de la Misión de Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnault. En el evento también participaron ministros y altos funcionarios, representantes de países garantes, facilitadores del Acuerdo de Paz, autoridades civiles, congresistas y miembros de organizaciones sociales. (Xinhua/Efraín Herrera/Presidencia de Colombia)
BOGOTA, 27 jun (Xinhua) -- La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregó hoy su armamento en la localidad de Buenavista, municipio de Mesetas, departamento del Meta (centro), con lo cual prepara su incursión en la política.
El acto final de dejación de armas estuvo encabezado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por el jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño, y por el Jefe de la Misión de Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnault.
Con una presentación del artista colombiano, César López, creador de la "escopetarra" (guitarra con cuerpo de escopeta), comenzó este acto simbólico con el que las FARC le dicen adiós a más de 50 años de lucha armada en el país.
La ONU certificó la devolución de 7.132 armas individuales, según el registro hecho en las 26 zonas veredales de transición y otorgó las primeras acreditaciones a un grupo de guerrilleros para iniciar su vida civil.
Arnault confirmó que la Misión de la ONU ha verificado 77 caletas (escondites), de las cuales se extrajo el armamento que ya fue identificado y que ha destruido municiones, explosivos y armamento inestable.
Aclaró que las únicas armas que no fueron entregadas fueron aquellas que, según lo acordado, servirán para dar seguridad a los 26 campamentos de las FARC hasta el 1 de agosto de 2017.
Londoño, por su parte, agradeció a la ONU y a los países que apoyaron desde el principio el proceso de paz entre el gobierno y las FARC, que cumplieron con su palabra de entregar las armas a cambio de un espacio para ejercer la política en el país andino con garantías de seguridad.
"No le fallamos a Colombia, hoy dejamos las armas, el Estado nos ofreció a cambio la construcción de un pacto político (...) las trágicas experiencias del pasado no podrán repetirse porque nuestra patria ha aprendido de su dolor", dijo Londoño, quien aprovechó para pedirle al Estado garantías de seguridad a los líderes sociales en el país.
El presidente Santos agradeció también a la comunidad internacional y especialmente a los miembros de las FARC, que decidieron poner fin a un conflicto armado que deja más de ocho millones de víctimas.
"Sin armas, sin violencia no somos mas un pueblo enfrentado entre sí, no somos mas una historia de dolor y de muerte en el planeta, somos una sola nación alcanzando hacia el futuro en el cauce bendito de la democracia (...) les tomo su palabra, Colombia entera les toma su palabra y la comunidad internacional es testigo", aseveró.
El mandatario, quien el año pasado se hizo merecedor del Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para lograr la pacificación en Colombia, aseguró con emoción que este martes es un día histórico que nunca olvidará y que nunca olvidarán los colombianos.
Santos recordó que aunque la dejación de las armas es un acto sin precedentes que marca el inicio de una nueva época para el país, aún quedan deberes recíprocos de las partes para que el Acuerdo de Paz alcanzado se traduzca en una paz justa, estable y duradera para las nuevas generaciones.
Reiteró que aunque no se identifica con el modelo político y económico que las FARC quieren para Colombia, cumplirá su promesa de defender con toda la determinación su derecho a expresar sus ideas dentro del régimen democrático.
El presidente señaló que la dejación de armas por parte de las FARC es el símbolo de un nuevo país, en el cual se buscará reducir la pobreza y las desigualdades y generar prosperidad para todos.
Santos aseguró que la paz hará de Colombia un país visto con otros ojos por el mundo, con más inversión extranjera y con más posibilidades de turismo.
"Un país donde nunca más, nunca más, nos matemos por nuestras ideas y en donde todos empujemos en una sola dirección que es la de la paz", agregó.
Tras su discurso, artistas de la escuela de arte de las FARC entregaron algunas obras al presidente y a Rodrigo Londoño, quienes posaron para las fotos junto a la obra "Cultivando la Paz" del artista colombiano Alex Sastoque y que consiste en un artefacto simbólico que fusiona un fusil AK47 con una pala.
En el acto también participaron ministros, funcionarios, representantes de países garantes del proceso de paz, facilitadores del Acuerdo de Paz, autoridades civiles, congresistas y miembros de organizaciones sociales.
Desde diferentes zonas veredales, los miembros de la ONU que se encargaron de realizar el proceso de recepción y almacenamiento de las armas cerraron las puertas de los contenedores en donde permanecerá el armamento hasta el 1 de agosto.
Las armas entregadas serán fundidas para realizar tres monumentos en homenaje a la Paz que serán ubicados en Bogotá, en La Habana, Cuba, en donde por más de cuatro años se realizó el proceso de paz, y en Nueva York, sede de la ONU, organismo fundamental para dar por terminado el conflicto bélico entre el gobierno y la guerrilla más antigua del continente.
