Por Zhao Hui y Zhu Wanjun
BEIJING, 19 jun (Xinhua) -- Las nuevas restricciones anunciadas por el presidente de EEUU, Donald Trump, hacia Cuba son una muestra palpable del "retroceso en las relaciones" entre los dos países y del declive de la importancia que Washington da a latinoamericana, estimaron algunos analistas consultados por Xinhua.
Según sus opiniones, las nuevas medidas de Trump sobre los viajes de estadounidenses a Cuba y las restricciones a los negocios con el Ejército cubano, sumados a su reciente plan de hacer un gran recorte de la asistencia hacia los países latinoamericanos, muestran que las relaciones entre Estados Unidos y la región enfrentarán nuevas modificaciones.
"Se corre el peligro de que el legado de Barack Obama de restablecer las relaciones de respeto e igualdad con la isla y con la región se vea abandonado", pronosticó Zhang Fan, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales.
MAS RESTRICCIONES HACIA CUBA
Trump anunció el 16 de junio en un discurso en Miami que se impondrán nuevas restricciones para las empresas que hacen negocios con las Fuerzas Armadas cubanas, y para los estadounidenses que viajan a la isla. También reafirmó el embargo estatutario hacia el país caribeño.
Al terminar sus palabras, el presidente estadounidense firmó una directiva, que según la Casa Blanca, dirigida a los Departamentos de Tesorería y Comercio para iniciar el proceso de emisión de nuevas regulaciones dentro de los próximos 30 días.
Por su parte, el gobierno cubano indicó en su declaración que el nuevo plan de Trump hacia Cuba "constituye un retroceso en las relaciones entre los dos países" y que cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba "estará condenada al fracaso".
En opinión de Wei Hongxia, investigadora del Instituto de Estudios Estadounidenses de la Academia China de Ciencias Sociales, Trump estuvo en Miami para cumplir con sus compromisos electorales de adoptar una postura más dura hacia Cuba, lo cual es una acción explícita de enfriar el entusiamo de Obama en busca de una normalización de las relaciones con la isla.
"Sin embargo, no será fácil para Trump cerrar la puerta que ya está abierta", afirmó Wei, aludiendo al mantenimiento de las principales medidas de deshielo de Obama, como la apertura de la embajada de EEUU en la Habana y los vuelos directos entre ambas partes.
Debido a una obvia asimetría del poder entre los dos países, apuntó Zhang, la nueva política planteada por Trump empeorará el entorno externo más importante de Cuba y así generará un gran impacto en la isla.
"En este sentido, las nuevas restricciones de Estados Unidos hacia Cuba podrían afectar negativamente a su modernización del modelo económico y a su inminente revelo de poder en febrero de 2018", destacó.
POLITICA HACIA AMERICA LATINA POR ACLARAR
Desde su campaña presidencial y ya en el poder a principios de este año, Trump ha venido incomodando a varios países latinoamericanos con sus palabras y acciones.
El mismo día que asumió la nueva administración, paralizó la exportación argentina de limones cuya autorización había logrado el país austral un mes antes, una señal negativa para el gobierno de Mauricio Macri que buscaba mejorar los vínculos comerciales con Estados Unidos.
En el caso de Venezuela, el presidente estadounidense recrudeció la política de Obama, imponiendo sanciones al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, por sus supuestos vínculos con el narcotráfico.
México es el país latinoamericano que ha sufrido el mayor "efecto Trump". Durante la campaña electoral, Trump empezó a amenazar con renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y construir un muro en la frontera entre ambos países.
Al subir al poder, Trump no dejó de promover estas políticas, incluso planteó imponer un impuesto del 20 por ciento a las importaciones desde México para pagar el muro fronterizo.
Según Zhang, hasta el momento, la administración de Trump ha desarrollado las relaciones de manera bilateral con varios países latinoamericanos sin un plan de trabajo para toda la región. En la cuestión cubana, el presidente estadounidense ha dejado una política bastante clara porque tiene en su equipo unos oficiales antipáticos con el gobierno cubano.
Sin embargo, todavía no se ha conformado un equipo encargado específicamente de los asuntos exteriores hacia la región latinoamericana, por lo que existe bastante incertidumbre en el futuro, analizó Zhang.
A su juicio, sin importar como ajuste su política hacia Latinoamérica, EEUU no cambiará su prioridades de asegurar la seguridad nacional y garantizar sus intereses económicos en la región.
"Trump, fiel a su estilo de magnate, posiblemente pondrá más énfasis en los beneficios económicos cuando desarrolle las relaciones entre Estados Unidos y la región, pero no prescindirá de usar las habituales cartas de democracia y derechos humanos para presionar a los gobiernos de izquierda", manifestó.
INFLEXION EN RELACIONES EEUU-LATINOAMERICA
Aunque Venezuela y Bolivia, países con gobiernos de izquierda, expresaron su rechazo ante el nuevo plan de Trump hacia Cuba, la mayoría de los países latinoamericanos se mostraron indiferentes o simplemente abogaron por el diálogo bilateral para solucionar sus diferencias.
Esto marca un contraste con el momento cuando la región se unió para desafiar a la gran potencia pidiéndole la normalización de sus relaciones con la mayor de las antillas.
Zhang indicó que una de las razones más importantes por las que la administración de Obama promovió la relación con Cuba fue por la solidaridad con los gobiernos de izquierda en la región.
"A medida que el ambiente político de Latinoamérica ha venido experimentando un reflujo de la izquierda, el endurecimiento de política estadounidense hacia Cuba no provocará una oposición colectiva entre los países latinoamericanos, por lo que no generará un impacto directo en la relación estadounidense con la región", aseguró.
Sin embargo, el experto chino señaló que desde que asumió la presidencia, Trump ha mostrado una notable tendencia de revertir por completo los avances logrados por su predecesor, tanto en la política doméstica como en la exterior.
En este sentido, las relaciones entre Estados Unidos y América Latina podrían llegar a un punto de inflexión frente a las políticas de deshielo hacia Cuba y otros avances conseguidos durante el segundo mandato de Obama.
Por otro lado, el presupuesto para el año fiscal 2018, sometido a finales de mayo por el presidente estadounidense al Congreso, mostró un sustancial recorte de la ayuda exterior a Latinoamérica.
Según estipula el presupuesto, México, por ejemplo, recibirá la asistencia con un recorte del 45 por ciento, mientras los proyecto de ayuda hacia Cuba y Venezuela están totalmente eliminados.
"La región latinoamericana se ha situado en una posición menos importante en la política exterior de EEUU", afirmó Zhang y agregó que con la reducción de la asistencia estadounidense para los países latinoamericanos, la región desempeñará un papel cada vez más marginal.
Esto, a la vez que generará gran presión sobre los países de la región altamente dependientes de EEUU, recalcó el experto, también los impulsará a disminuir dicha dependencia y avanzar hacia una verdadera autodeterminación.