Por Edna Alcántara
MEXICO, 13 jun (Xinhua)-- Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba tendrán un retroceso si la nueva política, que anunciará el próximo viernes el presidente estadounidense, Donald Trump, limite los viajes de sus connacionales a la Isla y también los negocios de empresas norteamericanas en ese país, vislumbró este miércoles el profesor e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) México, Mario Torrico Terán.
"Se vislumbraba que el nuevo presidente - de Estados Unidos- llegaría con una política diferente en relación a Cuba, y que esté contraria a su antecesor- Barack Obama- tal como lo hemos visto en los medioambientales o migratorios", aseguró en entrevista a Xinhua el politólogo mexicano.
Para el también coordinador de la maestría en Políticas Públicas Comparadas de Flacso, Trump, a pesar de haber expresado durante su campaña electoral posicionamientos respecto al tema cubano y particularmente el tema de los derechos humanos, actualmente, "se ha enfocado más en la política interna y otros aspectos como tratar impulsar restricciones de viajes a Oriente Medio, del cual se ha enfrentado al Poder Judicial de su país, a la política medioambiental, y enfocado a las relaciones con la OTAN".
"Cuba es un tema político importante a nivel regional pero su peso económico es pequeño en relación a otros temas de Trump", asentó el experto.
El próximo viernes Trump tiene tiene previsto anunciar sus nuevas políticas hacia Cuba en una visita que realizará a Miami (Florida), donde vive una gran colonia de exiliados cubanos y al parecer, de acuerdo con la prensa estadounidense, se espera un endurecimiento de la política hacia a Cuba, en relación a los avances que se pudieron hacerse con Obama. Además, ello ha empezado a dividir opiniones pues por un lado algunos piden más restricciones, mientras otros buscan que se de continuidad a lo acordado en la administración pasada de su país.
Se espera que se restrinjan los viajes y hay posturas más pesimistas que señalan que impediría ciertos negocios, pero hay que recordar que Trump, "quizá responderá a sus votantes duros, conservadores, muy de derecha y anticastristas en tema de Cuba, pese a los esfuerzos de acercamiento con La Habana emprendidos por Obama desde 2014, tras cinco décadas de hielo en la relación bilateral", consideró Torrico Terán.
De acuerdo con el erudito, si bien estas medidas podrían afectar a ambos lados ya que existen compromisos económicos y de negocios, además de que con la apertura de vuelos hacia y desde ambos países han generado movimiento turístico o empresarial, también, dijo que los avances en el mejoramiento de las relaciones bilaterales "han sido muy lentos, e incluso, decepcionantes por así decirlo".
En ese sentido sostuvo que a partir del inicio del restablecimiento de las relaciones entre ambas naciones y que los llevó incluso a la reapertura de sus respectivas embajadas en La Habana y Washington, "se esperaba por lo menos empezaran las inversiones en Cuba, así como un proceso de mayor apertura política del régimen cubano o una diversificación económica en la Isla".
Sin embargo, sostuvo, los únicos avances que se han visto es en el flujo de turistas, que van llegando de Estados Unidos a la Isla, por lo que, prosiguió, en ese sentido digamos que la evaluación al momento, es negativa en cuanto a las expectativas que se tenían.
En su opinión, a partir de la nueva política estadounidense hacia Cuba al final, dijo las relaciones bilaterales retrocederán debido a que "no se podrá negociar nada pues mientras a uno lo que interesa es avanzar en la apertura política hacia democratización -el lado norteamericano-, el otro -Cuba- quiere la no intervención y reducir restricciones económicas en aras de que en algún momento se termine el bloqueo" económico.
"Creo que ninguna de ambas partes está dispuesto a esas condiciones. Creo que más bien ambos lados en aras de sus políticas internas y sus intereses no van hacer nada y echar reversa a lo que se hizo", concluyó el académico e investigador.
El secretario de Estado de EE.UU, Rex Tillerson, y durante dos audiencias en el Senado estadounidense, confirmó que su gobierno dará a conocer esta semana las nuevas políticas hacia Cuba, país del que dijo que aunque se quiere continuar en la manera posible la política de acercamiento, también "debe empezar a abordar los desafíos en derechos humanos".
Ello, aseveró, si desea que Estados Unidos mantenga el proceso hacia unas relaciones mutuas más normales.
En mayo pasado el gobierno de Trump anunció la limitación de la ayuda exterior y eliminación de la partida para Cuba, que en 2016 recibió 20 millones de dólares en asuntos relacionados con la sociedad civil y derechos humanos.
