BEIJING, 30 may (Xinhua) -- La próxima visita del primer ministro chino, Li Keqiang, a Alemania y Bélgica mejorará las relaciones diplomáticas de China con los dos países y beneficiará a Europa y al mundo.
La visita de Li forma parte de los intercambios a alto nivel crecientes entre China y Europa en los últimos años, dado que ambas partes están cimentando unas relaciones bilaterales más estrechas.
China estableció relaciones diplomáticas con la Comunidad Económica Europea (CEE), una versión previa de la Unión Europea (UE), en 1975, y las dos partes han desarrollado unas relaciones robustas a lo largo de estos 42 años, fortaleciendo la amistad y la confianza mutuas.
La UE es el mayor socio comercial de China, mientras que China es el segundo mayor de la UE, tras un pronunciado incremento en el comercio en los últimos años que viene acompañado de riqueza, empleo, desarrollo e innovación en ambas partes.
Sin embargo, las relaciones entre China y la UE, que están entre las relaciones más importantes del mundo, no siempre son fáciles, sino que también han experimentado contratiempos, puesto que se han planteado desafíos.
Desde 2009, ciertos países en Europa han sufrido los golpes de la crisis de deuda de la Eurozona, los flujos de refugiados, y ataques terroristas, que condujeron al incremento del populismo y el conservadurismo político.
El proteccionismo económico ha surgido, lo que resulta en un aumento de las investigaciones antidumping y antisubsidios de la UE sobre productos chinos.
Estos problemas complican las relaciones entre China y la UE, sobre todo en un momento de turbulencias económicas globales.
Pero las dos partes saben que la asociación es esencial en un mundo inestable: la confianza y la cooperación son las únicas salidas.
El desarrollo de China representa una oportunidad enorme para Europa. El comercio bilateral llegó a un nuevo récord en 2016, con lo que se sobrepuso a la recesión global. El valor comercial alcanzó 3,6 billones de yuanes (525.000 millones de dólares), un incremento del 3 por ciento.
En un mundo cada día más interconectado e interdependiente, ambas partes han llegado a un momento en el que lo que ocurre en casa también afecta a las políticas y economías globales. Por eso, China continuará apoyando la integración europea y emergerán más oportunidades de desarrollo.
De todos modos, ambas partes pueden hacer más para llevar adelante la cooperación sino-europea, buscando los puntos comunes y reservándose las diferencias.
Las relaciones internacionales no son un juego de suma cero, algo que China ha mostrado repetidamente en sus asociaciones con Europa.
Con esfuerzos conjuntos, China y Europa galvanizarán sus propios crecimientos y, lo más importante, mejorarán su coordinación en asuntos globales como garantizar mejor el comercio libre y justo, a fin de establecer un ejemplo de relaciones bilaterales sanas para el mundo.
Vale la pena entender que el proteccionismo perjudica a todos. China y Europa deben trabajar conjuntamente para liberar sus potenciales, rechazar el proteccionismo y revitalizar la economía mundial.
