QUITO, 24 may (Xinhua) -- Tras 10 años al mando de Ecuador, Rafael Correa traspasó hoy el poder a su sucesor y correligionario político, Lenín Moreno, en una ceremonia en la Asamblea Nacional (Poder Legislativo) que estuvo marcada por su despedida.
Correa, quien terminó su tercer y último mandato este 24 de mayo con una aprobación de su gestión del 62 por ciento, según la última encuesta de la firma Opinión Pública, fue ovacionado durante un emotivo cambio de mando.
Tras colocar la banda presidencial a Moreno, Correa se mostró nostálgico y lloró en varios momentos, cuando un grupo cantó la canción "Aunque te vas, nunca te voy a olvidar", creada en su honor para recordar su legado.
La canción se popularizó meses atrás, tras su decisión de no postularse para un nuevo mandato.
Con el carisma que lo caracteriza, Correa, agradeció al agitar las manos como muestra de cariño para los asistentes, quienes no cesaban de aplaudir.
"Correa, amigo, el pueblo está contigo", coreaban sus simpatizantes desde las barras altas y bajas del plenario legislativo.
"¡Sólo es un pequeño descanso compañero Rafael!", gritaba el público.
Correa, quien acudió al acto de posesión con su esposa e hijo menor, decidió entregar públicamente y por escrito su Informe a la Nación al presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano, en lugar de leerlo como era la tradición.
El ex mandatario se retiró del Palacio Legislativo sin dar ningún discurso, pero con muestras de amistad y confraternidad hacia su sucesor, a quien abrazó y aplaudió tras juramentar como mandatario.
Los asistentes rompieron el protocolo y se acercaron a estrechar la mano y abrazar al ex presidente, incluso sortearon la seguridad para tomarse fotos con Correa.
Las muestras de afecto a Correa también se hicieron sentir durante un corto recorrido que realizó en un vehículo militar hacia la Asamblea Nacional, durante el cual recibió el saludo de ciudadanos que se apostaron en las calles para decirle "Le vamos a extrañar", "gracias presidente", en alusión a los logros sociales alcanzados en su gobierno.
Correa, en su último día como jefe de Estado, colocó una ofrenda floral en la tumba del mariscal Antonio José de Sucre, ubicada en el interior de la Catedral Metropolitana de Quito.
Lo hizo en conmemoración, este 24 de mayo, de los 195 años de la Batalla de Pichincha, que selló la Independencia de Ecuador liderada por el mariscal.
En su cuenta de la red social Twitter, en la cual tiene 3,12 millones de seguidores, Correa escribió sus últimos mensajes como mandatario, al anunciar el cierre del último albergue oficial de los damnificados del terremoto que azotó la costa norte el 16 de abril de 2016, el cual dejó 673 muertos.
"La herida nunca se cicatrizará, pero al menos nuestros hermanos ya no duermen en carpas", escribió.
"Un abrazo muy especial a Manabí y Esmeraldas, (provincias afectadas) en mi último 'tw' (mensaje de Twitter) como presidente de la República", agregó Correa, quien recurrió a esta red social para informar de su gestión y referirse a temas coyunturales.
Correa, quien enfocó su labor en favor de los pobres, señaló que tras dejar el poder se alejará de la vida política y se irá con su familia a Bélgica, de donde es oriunda su esposa.
