BUENOS AIRES, 19 may (Xinhua) -- El escenario de incertidumbre en Brasil luego de divulgarse la grabación en la que su presidente, Michel Temer, parece avalar la compra del silencio en las investigaciones anticorrupción de un exdiputado preso, causa preocupación en Argentina, por tratarse de su principal socio comercial.
En las últimas horas, el vendaval político que sacude a la principal economía de América Latina y podría resultar en la caída de su Gobierno, fue tema obligado de conversación en Argentina, con pronunciamientos de funcionarios, expertos y cámaras comerciales, que temen un efecto rebote en el país austral.
"Vemos lo que ocurre con mucho interés, muy de cerca. Creemos que sus instituciones son lo suficientemente fuertes como para manejar esta situación", declaró a la prensa de su país desde Japón la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Susana Malcorra.
"Asociada a esta situación también está nuestra propia vinculación con Brasil, que empezó una recuperación (económica) en el primer trimestre (de este año). Esperamos que este 'impasse' que se genera en esta crisis, de índole política, no tenga un impacto en la recuperación económica, que es muy importante no sólo para Brasil sino para toda la región", agregó.
También el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, mostró su preocupación "porque Brasil es nuestro principal socio comercial, con el que más vínculo tenemos. Brasil está mostrando algunos signos de recuperación. Si a Brasil le va bien, siempre es una buena noticia para la economía argentina. Si le va mal, es un problema", señaló a la cadena noticiosa TN.
El jueves, en un mensaje al país, Temer afirmó que no cometió ningún hecho ilícito, pero la divulgación de la grabación de su encuentro en marzo con el empresario Joesley Batista, reavivó la crisis política brasileña.
La conversación publicada la tarde del jueves por el Supremo Tribunal Federal (STF) entre Temer y Batista, propietario de la empresa cárnica JBS, habría ocurrido el 7 de marzo en el Palacio de Jaburu (residencia del mandatario), y aparenta ser un aval para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, preso por varios cargos de corrupción.
En el audio, Batista informa a Temer que estaba "en buenas relaciones" con Cunha, lo que podría ser interpretado como que compraba su silencio, a lo que el mandatario responde: "tienes que mantener esto".
Temer sugirió que es blanco de una conspiración en un momento en que el Gobierno ha conseguido sacar la economía de la recesión.
En el primer trimestre del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), organismo estatal de Argentina, el intercambio bilateral registró un total de 5.894 millones de dólares, con superávit de 1.720 millones a favor de Brasil.
"En lo económico, la crisis de Brasil ralentiza la economía argentina porque afecta las exportaciones e impacta en el sector automotriz si ese país no se recupera", alertó el experto Dante Sica, titular de la consultora Abeceb.
Para ilustrar la vinculación entre ambas economías, Sica dijo que "cada vez que estornuda Brasil, acá nos agarra una gripe fuerte. Por cada punto que crece la economía brasileña, crece un cuarto de punto el PIB argentino".
En ese contexto, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cayó el 3 por ciento el jueves y el dólar pasó de cotizar 15,90 pesos por unidad el miércoles a 16,27 tras conocerse el escándalo en Brasil.
La Cámara Argentina de Comercio se expresó a través de su secretario, Mario Grinman, quien manifestó que a la entidad le preocupa que "la situación política en el Brasil afecte el comercio bilateral".
En declaraciones a la agencia Diarios y Noticias (DyN), dijo que la CAC sigue de cerca lo que ocurre en Brasil porque ese país "es nuestro principal comprador y socio económico en la región".
Por su lado, el economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, estimó que la crisis en Brasil "no es buena porque el ruido le va a poner alguna traba a la recuperación brasileña y a nosotros nos conviene que le vaya bien. Así que algo nos va a pegar".
"El impacto negativo para la Argentina es que (la crisis brasileña) pega en la industria y a economías regionales que le venden a Brasil. La Argentina tiene comercio importante con Brasil. La mitad de nuestras exportaciones industriales van a Brasil, como la industria automotriz", puntualizó a la radiodifusora local Mitre. Fin