Un hombre utiliza un cubrebocas mientras monta una bicicleta en la Avenida Chang'an, en Beijing, capital de China, el 4 de mayo de 2017. (Xinhua/Ju Huanzong)
BEIJING, 4 mayo (Xinhua) -- Una tormenta de arena azotó hoy jueves la mayoría del norte de China, Beijing incluida, tiñendo el cielo de amarillo y reduciendo la visibilidad.
El centro meteorológico de Beijing activó la alerta azul por la tormenta de arena en la municipalidad, en cuyas zonas urbanas se pudo ver a muchas personas con máscaras protectoras.
Los valores de PM10 registrados en la mayoría de las estaciones de control meteorológico de la ciudad superaban los 1.000 microgramos por metro cúbico a las 4:00 de la madrugada de hoy jueves, según los datos del Centro Municipal de Control Medioambiental.
La visibilidad disminuyó a un kilometro en muchas zonas de Beijing y la previsión era que siguiese reduciéndose.
Según el periódico Beijing Times, más de 40 vuelos sufrieron retrasos en el Aeropuerto Internacional de la Capital de Beijing debido a la tormenta de arena, además de la cancelación de 15 vuelos.
La municipalidad vecina de Tianjin también fue golpeada por el polvo y la arena, que oscurecieron el cielo y afectaron al tráfico.
Las autoridades de tránsito han advertido a los conductores que aminoren la velocidad y activen las luces de niebla.
De acuerdo con la estación meteorológica de Tianjin, la tormenta de arena en esta urbe persistirá hasta la noche de mañana viernes.
También se informó de tormentas en la provincia septentrional de Hebei y se esperan que se dispersen a partir de mañana gracias a los vientos que llegarán el sábado.
Algunas áreas de Beijing, las provincias de Gansu, Hebei, Heilongjiang, Jilin, Shaanxi y Shanxi y las regiones autónomas de Mongolia Interior, Ningxia y Xinjiang experimentarán tormentas de arena entre hoy y mañana, según el Centro Meteorológico Nacional.
El director del Instituto de Física Atmosférica de la Academia de Ciencias de China, Zhu Jiang, dijo que las tempestades de arena se originaron en Mongolia.
China aplica un sistema de alerta de cuatro colores para medir la severidad de las condiciones meteorológicas en el que el rojo es el más grave, seguido del naranja, amarillo y azul.
