COMENTARIO: Hay que cambiar antes de que sea demasiado tarde para la cuestión nuclear de la península de Corea

Spanish.xinhuanet.com   2017-04-15 18:40:38

BEIJING, 15 abr (Xinhua) -- Recientemente las tensiones se están acumulando, de manera melodramática, en la península de Corea y sus alrededores, dada la amenaza de Washington de atacar Pyongyang por sus pruebas nucleares y de misiles.

Aunque no es probable que se produzca una confrontación militar total en un futuro cercano, la atmósfera para una resolución pacífica del punto muerto nuclear de Asia Oriental se ha enrarecido preocupantemente.

Washington pretende probar que no se estaba tirando un farol cuando advirtió a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) que todas las opciones, incluidas las militares, están "sobre la mesa".

El país norteamericano ya declaró que se ha terminado la llamada "paciencia estratégica" ejercida por la administración Obama hace años sobre el programa nuclear de Pyongyang, y ha acelerado la instalación del sistema antimisiles THAAD en territorio surcoreano a pesar de las fuertes protestas de Beijing y Moscú.

Más recientemente, el gobierno estadounidense, como dijo el presidente Donald Trump en entrevista con el canal Fox, envió una "poderosa" armada a las aguas cercanas a la península de Corea, en una aparente muestra de poderío a las puertas de la RPDC.

El lanzamiento de 59 misiles de crucero Tomahawk contra objetivos militares en Siria por la administración Trump la semana pasada, también ha sido visto como un mensaje a Pyongyang de que Estados Unidos está dispuesto a usar la fuerza.

La RPDC, que está celebrando este sábado el 105º aniversario del nacimiento de su fundador, Kim Il Sung, ha hecho advertencias propias.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la RPDC dijo el jueves que el país tomará represalias con "tormenta nuclear y rayos de castigo" contra las fuerzas hostiles para darles "un ejemplo de una guerra de verdad".

En los últimos meses, Pyongyang ha puesto a prueba misiles balísticos varias veces. También realizó el pasado marzo un ensayo en tierra de un motor de cohete de alta propulsión. Todo esto ha intensificado las especulaciones de que la RPDC se prepara para una nueva prueba nuclear, la que sería su sexta desde 2006.

De realizarse la prueba nuclear subterránea, la situación en la península se tornaría mucho más tensa y los esfuerzos diplomáticos para resolver uno de los problemas más delicados del mundo se verían socavados, si no terminados. Pyongyang necesita pensar antes de actuar.

Para Washington, una acción preventiva no podría garantizar la erradicación completa de todas las capacidades nucleares de la RPDC, e incluso provocaría represalias mortales de Pyongyang, lo que sería el preludio de una guerra a gran escala en la zona.

Una negociación seria entre ambas partes es muy necesaria, ya que la región se encuentra ahora en un momento crítico de la historia. Reducir la brecha de confianza debería ser el primer paso a emprender.

Para este fin, se aconseja a Washington que suspenda su amenaza militar y reasegure a Pyongyang que desea dialogar y comprobar con acciones concretas lo que el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, dijo en Rusia hace varios días apuntando que EEUU "no se interesa por un cambio de régimen" en la RPDC.

Pyongyang, por su parte, también debe dar un paso atrás y detener de inmediato todas sus actividades nucleares así como las pruebas de misiles, a fin de abrir espacio para las maniobras diplomáticas.

Sin duda alguna, para desnuclearizar la península de Corea, todas las partes involucradas no tienen otra opción que hacer concesiones. En comparación con el precio de la guerra, nunca será demasiado caro ceder por la paz.

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BEIJING, 15 abr (Xinhua) -- Recientemente las tensiones se están acumulando, de manera melodramática, en la península de Corea y sus alrededores, dada la amenaza de Washington de atacar Pyongyang por sus pruebas nucleares y de misiles.

Aunque no es probable que se produzca una confrontación militar total en un futuro cercano, la atmósfera para una resolución pacífica del punto muerto nuclear de Asia Oriental se ha enrarecido preocupantemente.

Washington pretende probar que no se estaba tirando un farol cuando advirtió a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) que todas las opciones, incluidas las militares, están "sobre la mesa".

El país norteamericano ya declaró que se ha terminado la llamada "paciencia estratégica" ejercida por la administración Obama hace años sobre el programa nuclear de Pyongyang, y ha acelerado la instalación del sistema antimisiles THAAD en territorio surcoreano a pesar de las fuertes protestas de Beijing y Moscú.

Más recientemente, el gobierno estadounidense, como dijo el presidente Donald Trump en entrevista con el canal Fox, envió una "poderosa" armada a las aguas cercanas a la península de Corea, en una aparente muestra de poderío a las puertas de la RPDC.

El lanzamiento de 59 misiles de crucero Tomahawk contra objetivos militares en Siria por la administración Trump la semana pasada, también ha sido visto como un mensaje a Pyongyang de que Estados Unidos está dispuesto a usar la fuerza.

La RPDC, que está celebrando este sábado el 105º aniversario del nacimiento de su fundador, Kim Il Sung, ha hecho advertencias propias.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la RPDC dijo el jueves que el país tomará represalias con "tormenta nuclear y rayos de castigo" contra las fuerzas hostiles para darles "un ejemplo de una guerra de verdad".

En los últimos meses, Pyongyang ha puesto a prueba misiles balísticos varias veces. También realizó el pasado marzo un ensayo en tierra de un motor de cohete de alta propulsión. Todo esto ha intensificado las especulaciones de que la RPDC se prepara para una nueva prueba nuclear, la que sería su sexta desde 2006.

De realizarse la prueba nuclear subterránea, la situación en la península se tornaría mucho más tensa y los esfuerzos diplomáticos para resolver uno de los problemas más delicados del mundo se verían socavados, si no terminados. Pyongyang necesita pensar antes de actuar.

Para Washington, una acción preventiva no podría garantizar la erradicación completa de todas las capacidades nucleares de la RPDC, e incluso provocaría represalias mortales de Pyongyang, lo que sería el preludio de una guerra a gran escala en la zona.

Una negociación seria entre ambas partes es muy necesaria, ya que la región se encuentra ahora en un momento crítico de la historia. Reducir la brecha de confianza debería ser el primer paso a emprender.

Para este fin, se aconseja a Washington que suspenda su amenaza militar y reasegure a Pyongyang que desea dialogar y comprobar con acciones concretas lo que el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, dijo en Rusia hace varios días apuntando que EEUU "no se interesa por un cambio de régimen" en la RPDC.

Pyongyang, por su parte, también debe dar un paso atrás y detener de inmediato todas sus actividades nucleares así como las pruebas de misiles, a fin de abrir espacio para las maniobras diplomáticas.

Sin duda alguna, para desnuclearizar la península de Corea, todas las partes involucradas no tienen otra opción que hacer concesiones. En comparación con el precio de la guerra, nunca será demasiado caro ceder por la paz.

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