DAMASCO, 7 abr (Xinhua) -- Los habitantes de Damasco de todos los círculos de la sociedad están conmocionados por el ataque de Estados Unidos contra una base aérea siria lanzado esta madrugada, mientras que el ejército de Siria rechaza las acusaciones sobre un ataque con gas tóxico contra la provincia de Idlib el jueves pasado.
"Esta es una intervención extranjera que condenamos por completo", dijo Tamara, una estudiante universitaria siria.
Ahmad, un empresario sirio, indicó que para la población del país afectado por la guerra ha quedado clara la política estadounidense sobre Siria. Siria es un país de resistencia y seguirá siéndolo, aseguró.
Cerca de 60 misiles Tomahawk bombardearon la base aérea y la destruyeron casi por completo, lo que provocó la muerte de seis soldados sirios y de nueve civiles, entre ellos cuatro niños; también destruyeron nueve aviones sirios.
La administración de Estados Unidos señaló que el ataque contra la base aérea fue lanzado en represalia por los ataques de la fuerza aérea siria contra el poblado de Khan Sheikhoun.
Activistas acusaron al ejército de Siria de lanzar gas tóxico contra el poblado, lo que provocó la muerte a más de 70 personas. Sin embargo, el ejército de Siria señala que el ataque fue contra un depósito de armas que contenía gas tóxico, que era almacenado por los rebeldes.
La oficina presidencial en Siria emitió un comunicado condenando el ataque de Estados Unidos con misiles, al que calificó de "atroz e irresponsable".
Esta agresión sólo ha fortalecido la determinación de Siria para combatir a los terroristas. Fin
