Importantes funcionarios de ambos países también han intercambiado visitas para preparar el encuentro presidencial.
Durante una visita a Beijing el mes pasado, Tillerson prometió desarrollar los lazos bilaterales sobre la base del no conflicto, la no confrontación, el respeto mutuo y una cooperación en la que ambas partes ganen, un principio que Beijing ha defendido para describir su visión sobre los lazos entre China y Estados Unidos.
Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1979, los dos países han experimentado altas y bajas en la relación, pero se han vuelto sumamente interdependientes y sus intereses se entrelazan cada vez más.
China es actualmente el mayor socio comercial de EEUU. El año pasado, el comercio bilateral alcanzó los 519.600 millones de dólares, en comparación con los 2,500 millones de dólares de 1979.
Por otra parte, la cooperación económica con China se ha vuelto vital para la generación de empleo en Estados Unidos, dijo en un informe en enero el Consejo Empresarial EEUU-China.
El comercio bilateral y la inversión apoyaron en el 2015 cerca de 2,6 millones de empleos en Estados Unidos en un gran número de industrias y los productos chinos contribuyen además a reducir los costos para los consumidores estadounidenses.