FLORIDA, abril 6, 2017 (Xinhua) -- El presidente de China, Xi Jinping (2-d-frente), y su esposa Peng Liyuan (d-frente), son recibidos por el secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson (2-i-frente) y su esposa, a su llegada al Aeropuerto Internacional de Palm Beach, en Florida, Estados Unidos, el 6 de abril de 2017. Xi Jinping llegó aquí para la primera reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (Xinhua/Wu Xiaoling)
Xi y Peng también asistirán a un banquete de bienvenida ofrecido por Trump y la primera dama estadounidense Melania Trump, dijo el 31 de marzo el viceministro de Relaciones Exteriores de China, Zheng Zeguang.
En las circunstancias internacionales actuales, "la reunión será de gran importancia para trazar el rumbo de las relaciones sino-estadounidenses en una nueva era, para avanzar en el desarrollo de las relaciones bilaterales de manera sana y estable desde un nuevo punto de partida y para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región de Asia-Pacífico, así como en el mundo en general", dijo Zheng.
Por otra parte, a fines del mes pasado, el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo en conferencia de prensa que Trump considera esta reunión como una oportunidad para "desarrollar una relación personal con el presidente Xi".
El presidente de Estados Unidos, dijo Spicer, "espera con interés la reunión con el presidente Xi y el intercambio de opiniones sobre las respectivas prioridades, así como definir el rumbo de la relación bilateral entre nuestras naciones".
Estados Unidos, la nación desarrollada más grande del mundo, y China, el país en desarrollo más grande del planeta, han mantenido una estrecha comunicación en diferentes niveles y han alcanzado consensos importantes desde antes de la visita.
En una conversación telefónica entablada en febrero, los dos jefes de Estado, que se han mantenido en contacto por teléfono y por carta, acordaron desarrollar una relación constructiva entre los dos países e intensificar la cooperación.
Además, Trump dio marcha atrás a su postura inicial y prometió respetar la política de una sola China, la base política de los lazos bilaterales.