Por Noemí Galbán
LA HABANA, 27 mar (Xinhua) -- A las afueras de La Habana un grupo de 22 jóvenes cubanos labora en uno de los proyectos vanguardia para la informatización de la sociedad cubana y la sustitución de importaciones.
Se trata de la única fábrica nacional de computadoras portátiles (laptops) y tabletas con tecnología y materias primas chinas, la cual fue inaugurada en diciembre de 2016.
Liena Herman es una de las protagonistas de esta iniciativa, cuya vida ha cambiado desde que ingresó en el taller, pues antes se desempeñaba como trabajadora social en la capital cubana y en apenas unos meses ya es jefa de una de las dos líneas de producción que tiene la planta.
"Me enteré de este trabajo porque vi un anuncio en el periódico que estaban buscando jóvenes para entrenar para este proyecto", afirmó a Xinhua la joven habanera.
"No tenía nada que ver con la informática, pero me entusiasmó la idea de formar parte de algo novedoso e importante para el país, por eso me presenté y quedé seleccionada", agregó.
La fábrica fue concebida por tres entidades, la firma china Haier, la estatal Empresa Industrial para la Informática, las Comunicaciones y la Electrónica (GEDEME) y la Universidad de las Ciencias Informáticas de Cuba (UCI).
"El proyecto surgió a partir de un convenio que contempló la instalación de toda la tecnología del taller por parte de Haier para garantizar la producción continua durante los próximos tres años", comentó Fernando Fernández.
En entrevista con Xinhua, el jefe de proyecto de soluciones informáticas de GEDEME precisó que hasta la fecha se han ensamblado más de 3.500 laptops y 4.000 tabletas, las cuales son comercializadas a empresas y organismos del Estado cubano, aunque en un futuro no se descarta su venta en la red minorista del país.
Los equipos son modernos, con procesadores de sexta generación y características propias, lo que los convierte en una opción competitiva y de alto valor agregado para el mercado interno, explicó.
"En este primer año se importaron tres configuraciones de laptops, una con procesador Celeron y otras con Core I3 y Core I5", señaló el directivo.
"Además, estamos ensamblando dos modelos de tabletas, una de 8 pulgadas y otra de 10, dotadas de accesorios, cover, teclado, que la convierten en un producto muy útil y moderno para este entorno", agregó.
Fernández comentó que la aceptación de los equipos ha sido muy buena y la empresa tiene una alta demanda en el sector estatal.
"Para este año tenemos previsto culminar alrededor de 50.000 configuraciones que ya están en Cuba y continuar trabajando en la expansión para en 2018 inaugurar un taller similar a éste de PC y servidores dedicados al proyecto de informatización de la sociedad cubana", aseveró.
Aunque, según el directivo, el sello distintivo de esta fábrica es que las aplicaciones y sistemas operativos instalados en los equipos son producidos en Cuba por la Universidad de Ciencias Informáticas.
"Esta decisión redunda en el escenario actual del espionaje y la ciberseguridad. Que el producto tenga un diseño cubano y que los sistemas operativos sean netamente cubanos garantiza un nivel de seguridad superior a los productos que son importados y producidos por una gran empresa de informática", precisó.
Esta es la verdadera relevancia del novel proyecto, pues aunque en la actualidad se importa de China la totalidad de las materias primas, con estas novedades se crea un producto "más nacional".
"Ensamblamos laptops y tablets ajustadas a las condiciones actuales de nuestro país en cuanto al clima, la explotación a la cual van a estar expuestas y personalizamos los equipos con aplicaciones y configuraciones más acertadas para cada sector", añadió.
Características que hacen del taller un punto de partida importante para el proyecto macro emprendido hace varios años por el gobierno cubano de acercar los medios informáticos a la sociedad cubana.
El hecho llena de orgullo a José Antonio Sánchez, jefe de la línea de ensamblaje de la única fábrica de su tipo en la nación caribeña, quien desde enero último forma parte del colectivo de trabajo.
"Pienso que esta planta va a dar opciones a los jóvenes, a las escuelas y a varias entidades, porque es algo que hacemos aquí mismo en Cuba y en un futuro le daremos la posibilidad a la población de tener laptops y tabletas de buena calidad, a un precio accesible", dijo a Xinhua el joven de 21 años graduado de técnico medio en electrónica.
José Antonio y Liena, así como los otros 20 operarios del taller, trabajan cada día en numerosas tareas para producir hasta 200 laptops y más de 120 tabletas que son sometidas a 35 pruebas técnicas de rigor y luego empacadas para su comercialización.
"La primera línea, la del hardware, es donde se ensambla la primera parte de la laptop al instalarle la memoria RAM, disco duro, tarjeta WiFi y otros aditamentos, así como su número de serie para al final" realizar una rigurosa prueba, explicó Sánchez.
En tanto, en la línea de Liena Herman se realizan otras pruebas a la totalidad de los productos, entre ellas el funcionamiento en las laptops y tabletas de varias herramientas como la conectividad Ethernet, WiFi y Bluetooth.
La fábrica tiene una capacidad productiva de 120.000 equipos anuales y 500 diarios, para lo cual laborarían unos 80 trabajadores, aunque hasta el momento sólo hay capacitados 22 cuya edad promedio ronda los 26 años de edad.
El taller tuvo una inversión de 230.000 dólares y el convenio con la empresa china Haier permitirá que al final se realice la donación de este equipo a la cubana GEDEME.
La nación caribeña es uno de los países con menores tasas de penetración de Internet en la región; sin embargo, la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) ha implementado una estrategia para aumentar la conectividad en la isla.
Actualmente existen más de 1.000 zonas WiFi públicas en todo el país, a las que se añadirán otras 180 en el transcurso de 2017.
La semana pasada ETECSA comenzó la comercialización gradual del servicio en los hogares cubanos, contratado hasta el momento por 358 clientes que participaron en una prueba piloto puesta en marcha en el casco histórico de la capital.
Otros datos oficiales apuntan que en 2015 la cifra de ordenadores registrados en Cuba se elevó a 1.071.600, de ellos 546.100 con conexión a Internet, de acuerdo con un informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
