BEIJING, 14 mar (Xinhua) -- La participación de China en el "Diálogo de alto nivel sobre iniciativas de integración en el Asia Pacífico" en Chile, entre países que firmaron el Acuerdo de Asociación Transpacífico y Corea del Sur, muestra su resolución de promover el libre comercio, especialmente en un momento en el que la recuperación económica mundial va despacio y el proteccionismo sigue aumentando.
El encuentro, que se celebra en la ciudad costera de Viña del Mar los días 14 y 15 de marzo, es el primero de su tipo desde que, en enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciase la retirada de su país del acuerdo, que incluía a 12 naciones de la cuenca del Pacífico.
La decisión de China de asistir a la reunión ha causado especulaciones que afirman que Beijing está tratando de relevar a Estados Unidos y salvar el TPP de la bancarrota.
Quienes piensan que China está en Viña del Mar para llenar el vacío geopolítico dejado por Estados Unidos y competir por esferas de influencia incurren en una malinterpretación corta de miras de las intenciones del país asiático.
China defiende el espíritu del libre comercio, que supone apertura, inclusión y beneficios mutuos, características de las que el TPP anda corto.
Impulsar el libre comercio en la región de Asia y el Pacífico no ha estado nunca en el ADN del TPP, convertido un acuerdo comercial hecho a medida de Estados Unidos durante la Administración Obama.
Cuando el Gobierno antecesor de Trump cidió excluir del gigantesco pacto a China, segunda economía del mundo y líder mundial en cuanto comercio, reveló que al entonces presidente de EEUU, Barack Obama, le importaba poco impulsar el libre comercio a través del TPP.
Con seguridad, Obama tenía en mente monopolizar el derecho de dictar las reglas comerciales en la región en beneficio de la supremacía estadounidense y ajustarse su política de reequilibrio hacia Asia, una estrategia diseñada para contener a China.
En claro contraste, China ha empeñado esfuerzos incesantes en promover un acuerdo comercial regional inclusivo y contribuir a la integración regional.
Con este propósito, Beijing ha sido un firme defensor de las negociaciones sobre una Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), un acuerdo regional de 16 miembros, así como el Area de Libre Comercio de Asia-Pacífico (FTAAP).
Estos pactos inclusivos reducirían la fragmentación causada por los muchos acuerdos que hay en la región separados y no inclusivos, como es el TPP.
Los empeños de Beijing, así como su participación en la reunión de Chile, sugieren que China está interesada simplemente en trabajar con otros países en la región y el resto del mundo para acelerar la pedalada del crecimiento mundial.
En este empeño, el mundo encontrará en China un socio de confianza.