Estudio vincula materiales ignífugos a conducta social en niños pequeños

Spanish.xinhuanet.com   2017-03-10 19:30:30

SAN FRANCISCO, 10 mar (Xinhua) -- Investigadores de la Universidad Estatal de Oregon, en Estados Unidos, han comprobado la existencia de una relación significativa entre ciertos comportamientos sociales en niños pequeños y su exposición a compuestos ignífugos contenidos en muebles o aparatos electrónicos, entre otros objetos.

El estudio piloto, que fue publicado el jueves, explica que, esos compuestos, contenidos además en colchones, alfombras o vehículos, son añadidos a fin de evitar incendios y no están fijos al material, por lo que a menudo se desprenden en entornos exteriores.

"Cuando analizamos las pautas de comportamiento y los niveles de exposición, observamos que los niños con mayor exposición a ciertos tipos de esas sustancias ignífugas eran más propensos a mostrar agresividad, conductas desafiantes y abusivas, hiperactividad y falta de atención", dijo Molly Kile, epidemióloga ambiental y profesora asociada en la universidad.

Los tipos más habituales de esas sustancias en los entornos urbanizados son los éteres de difenilo bromados (BDE, por sus siglas en inglés), que permanecen en el ambiento durante periodos prolongados, y los basados en organofosfatos (OPFR), que han surgido recientemente como alternativa a los primeros en respuesta a la preocupación por la salud que estos despertaban.

Una investigación anterior mostró que ambos están vinculados con una función cognitiva más pobre en los niños. No obstante, se sabe poco sobre la relación entre los compuestos ignífugos y la conducta social y emocional, sobre todo durante la primera infancia, una etapa clave del desarrollo.

En su estudio, publicado en la revista Environmental Health (Salud Ambiental), el equipo reclutó a 92 niños de Oregon entre tres y cinco años para que llevasen una muñequera de silicona durante siete días a fin de medir su exposición a los compuestos ignífugos.

Las muñequeras, fáciles de llevar y no invasivas, fueron diseñadas por Kim Anderson, de la Escuela de Ciencias Agrícolas de la misma universidad, y tienen una superficie porosa que imita a una célula y es capaz de absorver hasta 1.200 químicos.

Durante la investigación, los padres o tutores respondieron a cuestionarios sobre aspectos sociodemográficos y ambientales en el hogar, mientras los maestros realizaron evaluaciones sobre el comportamiento de cada uno de los niños participantes.

Tras analizar los resultados completos de 69 de los niños, quedó demostrado que todos ellos estaban expuestos a algún tipo de sustancia ignífuga.

Aquellos con mayor nivel de exposición a los OPFR mostraron un comportamiento menos responsable y más agresivo y retador, así como hiperactividad, falta de atención y actitudes abusivas. Entre tanto, los más expuestos a los BDE fueron considerados como menos confiados por sus maestros.

"Se trata de un descubrimiento intrigante porque nadie había estudiado hasta ahora los efectos en el comportamiento de los OPFR, que han sido añadidos a los artículos de consumo más recientemente", apuntó en un comunicado de prensa de la universidad la autora del estudio.

Los investigadores resaltaron que hacen falta nuevas investigaciones para comprender mejor los vínculos entre sustancias ignífugas y el desarrollo de las habilidades sociales.

  
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Estudio vincula materiales ignífugos a conducta social en niños pequeños

Spanish.xinhuanet.com 2017-03-10 19:30:30

SAN FRANCISCO, 10 mar (Xinhua) -- Investigadores de la Universidad Estatal de Oregon, en Estados Unidos, han comprobado la existencia de una relación significativa entre ciertos comportamientos sociales en niños pequeños y su exposición a compuestos ignífugos contenidos en muebles o aparatos electrónicos, entre otros objetos.

El estudio piloto, que fue publicado el jueves, explica que, esos compuestos, contenidos además en colchones, alfombras o vehículos, son añadidos a fin de evitar incendios y no están fijos al material, por lo que a menudo se desprenden en entornos exteriores.

"Cuando analizamos las pautas de comportamiento y los niveles de exposición, observamos que los niños con mayor exposición a ciertos tipos de esas sustancias ignífugas eran más propensos a mostrar agresividad, conductas desafiantes y abusivas, hiperactividad y falta de atención", dijo Molly Kile, epidemióloga ambiental y profesora asociada en la universidad.

Los tipos más habituales de esas sustancias en los entornos urbanizados son los éteres de difenilo bromados (BDE, por sus siglas en inglés), que permanecen en el ambiento durante periodos prolongados, y los basados en organofosfatos (OPFR), que han surgido recientemente como alternativa a los primeros en respuesta a la preocupación por la salud que estos despertaban.

Una investigación anterior mostró que ambos están vinculados con una función cognitiva más pobre en los niños. No obstante, se sabe poco sobre la relación entre los compuestos ignífugos y la conducta social y emocional, sobre todo durante la primera infancia, una etapa clave del desarrollo.

En su estudio, publicado en la revista Environmental Health (Salud Ambiental), el equipo reclutó a 92 niños de Oregon entre tres y cinco años para que llevasen una muñequera de silicona durante siete días a fin de medir su exposición a los compuestos ignífugos.

Las muñequeras, fáciles de llevar y no invasivas, fueron diseñadas por Kim Anderson, de la Escuela de Ciencias Agrícolas de la misma universidad, y tienen una superficie porosa que imita a una célula y es capaz de absorver hasta 1.200 químicos.

Durante la investigación, los padres o tutores respondieron a cuestionarios sobre aspectos sociodemográficos y ambientales en el hogar, mientras los maestros realizaron evaluaciones sobre el comportamiento de cada uno de los niños participantes.

Tras analizar los resultados completos de 69 de los niños, quedó demostrado que todos ellos estaban expuestos a algún tipo de sustancia ignífuga.

Aquellos con mayor nivel de exposición a los OPFR mostraron un comportamiento menos responsable y más agresivo y retador, así como hiperactividad, falta de atención y actitudes abusivas. Entre tanto, los más expuestos a los BDE fueron considerados como menos confiados por sus maestros.

"Se trata de un descubrimiento intrigante porque nadie había estudiado hasta ahora los efectos en el comportamiento de los OPFR, que han sido añadidos a los artículos de consumo más recientemente", apuntó en un comunicado de prensa de la universidad la autora del estudio.

Los investigadores resaltaron que hacen falta nuevas investigaciones para comprender mejor los vínculos entre sustancias ignífugas y el desarrollo de las habilidades sociales.

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