por Zhu Junqing
BEIJING, 28 feb (Xinhua) -- La reunión el lunes del consejero de Estado chino Yang Jiechi con el presidente estadounidense, Donald Trump, ha supuesto una señal positiva para las relaciones China-Estados Unidos y podría allanar el camino de una cumbre entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping.
Yang es el funcionario chino de nivel más alto en visitar la Casa Blanca desde que Trump asumiera el cargo el 20 de enero. La visita se produjo tras una conversación telefónica entre Xi y Trump que estableció la dirección de los futuros lazos.
En esa conversación, Trump dijo que Washington respetaba la política de una sola China, fundamento de las relaciones entre ambos países, y expresó su deseo de reunirse con Xi.
Guiadas por el espíritu de la conversación, ambas partes han fortalecido la comunicación y coordinación, y han coincidido en la importancia de una relación bilateral constructiva.
Los cancilleres chino (Wang Yi) y estadounidense (Rex Tillerson) se han reunido ya y ha habido además una conversación telefónica entre Yang y Tillerson.
Las relaciones entre China y EEUU son los lazos bilaterales más importantes del mundo.
La buena interacción política es crucial para el desarrollo saludable y estable a largo plazo de esos vínculos, que no sólo responden a los intereses fundamentales de los dos pueblos, sino también a la aspiración de la comunidad internacional.
Durante los ocho años de mandato del expresidente estadounidense Barack Obama, los lazos China-EEUU experimentaron un progreso significativo y lograron muchos frutos, lo que muestra que los intereses comunes entre los dos países van más allá de sus diferencias, y que la cooperación puede producir beneficios a ambos y al mundo entero.
China siempre ha estado dispuesta a trabajar con EEUU para fortalecer la comunicación y expandir la cooperación siguiendo los principios de "ausencia de conflicto, ausencia de enfrentamiento, respeto mutuo y cooperación en beneficio mutuo".
Sólo si tratan de ser amigos y socios, y no contrarios o enemigos, podrán los dos países mantener una comunicación y diálogo profundos sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, para gestionar así los asuntos sensibles y las diferencias de manera constructiva.
