Por César Mariño García
BOGOTA, 3 feb (Xinhua) -- Las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fueron criticadas duramente por los asistentes a la XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz, quienes las calificaron como "repudiables, inaceptables e indignantes", y coincidieron en la necesidad de una mayor cohesión para afrontar los inconvenientes que se puedan generar.
La guatemalteca Rigoberta Menchú, premio Nobel de Paz en 1992, dijo a Xinhua que cuando le mencionan a Trump se acuerda de la década de los ochenta, "cuando los latinoamericanos decían 'Gringo Go Home', porque el prototipo de gringo que tenían era como de un Rambo: blanco, racista y xenofóbico".
"Pero lo más importante, creo yo, es qué hacemos los latinoamericanos para no permitir insultos, sea quien sea, sea un presidente norteamericano o de otro país y a mí me parece que las ofensas que se han hecho, en primer lugar en contra de México, son repudiables, inaceptables e indignantes", agregó la líder indígena.
La guatemalteca precisó que en su opinión estas nuevas políticas de Trump merecen "una reorientación de la agenda del pueblo mexicano y del Estado mexicano. También una reorientación de la agenda de la empresa privada para que defienda ese nacionalismo profundo que conocemos de México".
En el tema puntual de las medidas migratorias de Trump, argumentó que ella siempre ha creído "en la lucha y la resistencia de todos los pueblos en todo el planeta y los inmigrantes tendrán que trabajar fuertemente para resistir estas políticas represivas que los criminaliza".
"Creo que ellos no van a vivir en miedo. Hay que pensar que las eras de las dictaduras se alargaron cuando los pueblos aceptaron el miedo, pero si los pueblos no aceptan el miedo las dictaduras no tienen vigencia por más años", subrayó.
La activista de derechos humanos y embajadora de buena voluntad de la Unesco añadió que solo las medidas pacíficas pueden contrarrestar los embates de la xenofobia.
"Yo creo que Trump lo que está buscando es crear enemigos violentos que le respondan para justificar sus medidas violentas. Entonces usemos el ejemplo de (Mahatma) Gandhi. Él no respondió a la violencia con más violencia", precisó.
Además alentó a los latinoamericanos a responder "con dignidad" y afianzar las organizaciones locales, el comercio y el turismo interno. "Si nosotros valoramos mejor lo que tenemos yo creo que es la mejor respuesta a las políticas agresivas de Estados Unidos", concluyó Menchú.
El expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de Paz en 1987, Óscar Arias, sostuvo que con el anuncio de la construcción de un muro que divida a Estados Unidos de México, el nuevo gobierno de Trump está cometiendo una agresión a los derechos humanos, "sus acciones son el invierno de la desesperación".
Por su parte Lech Walesa, el líder sindical polaco laureado con el Nobel de Paz en 1983, destacó la necesidad de mejorar la democracia a nivel mundial ya que por ahora, dijo, esa palabra no pasa de ser "una caricatura".
"Lo positivo del señor Trump y de políticos parecidos a él, haciendo lo que están haciendo, es que nos van a demostrar las cosas que hace falta reformar. Si seguimos de cerca todo lo que está haciendo, lo que no nos gusta, veremos lo que debemos proteger de una manera democrática", señaló en conferencia de prensa.
También destacó la importancia del debate social y la participación activa de los ciudadanos en las decisiones sobre las cosas que parecen no andar bien en la sociedad.
"Hacen falta muchas soluciones buenas en el mundo para que todos estemos a gusto. Siempre se despiertan demonios, unos demonios nos llevan mucho a la derecha, otros demasiado a la izquierda, se despiertan nacionalismos e incluso guerras religiosas, esto ocurre porque la mayoría de dirigentes no nos proponen soluciones aceptables para la mayoría", aseguró.
"Es muy fácil demostrar el ridículo de esas ideas, entonces empecemos a trabajar, porque si no lo hacemos la gente en la calle va a organizar nuestras vidas, los populistas y los demagogos lo harán por nosotros", concluyó Walesa.
La XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz se realiza en Bogotá del 2 al 4 de febrero, ha recibido a 25 laureados con el premio Nobel y a reconocidos dirigentes sectoriales que propenden por encontrar el fin de soluciones violentas a las problemáticas actuales del mundo.
Este evento, fundado en 1989, es el que más propuestas presenta acerca del afianzamiento de la paz en el mundo.
Berlín, Hiroshima, París, Barcelona, Roma y Chicago, lugares que representan avances o hechos emblemáticos para la paz mundial, han sido sede de la cumbre y este año le correspondió a Bogotá por la firma de paz en Colombia y el fin de un conflicto armado que por más de medio siglo desangró a este país latinoamericano.
En la ceremonia de clausura de la Cumbre, que se llevará a cabo el sábado 4 de febrero, se entregarán el Premio a la Paz, como un reconocimiento a un importante líder del mundo, la medalla al activismo social a un líder colombiano, y el premio a la transformación social a un proyecto de jóvenes que promueven un cambio positivo.
Líderes espirituales como el papa Francisco y el indio Sri Ravi Shankar, fundador de The Art of Living, enviaron mensajes a los asistentes de la cumbre en los que calificaron de muy oportuna la realización de la misma en Colombia, país que trabaja intensamente por cerrar uno de los conflictos armados más largos de la historia reciente.
La cumbre cuenta también con la presencia de cerca de 400 jóvenes provenientes de los cinco continentes que viajaron a Colombia para presentar sus propuestas de construcción de paz.