OTTAWA, 1 feb (Xinhua) -- Canadá no se encuentra entre las siete naciones incluidas en la prohibición de viaje del presidente de Estados Unidos Donald Trump, pero los políticos de oposición y los grupos defensores de los derechos humanos en Ottawa quieren que el gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau se pronuncie de forma enérgica contra la orden ejecutiva de Trump o responda a ella con acciones concretas.
Los miembros del Parlamento realizaron el martes por la noche un debate de emergencia sobre las implicaciones de la prohibición de viaje e inmigración de Trump.
Jenny Kwan, nacida en Hong Kong y representante del distrito federal de Vancouver East del Nuevo Partido Democrático (NPD) de centro izquierda, pidió el debate y describió la prohibición de Trump como "una muy preocupante reencarnación de las políticas de inmigración basadas en la raza no vistas desde la Segunda Guerra Mundial".
Thomas Mulcair, jefe del NPD, dijo que el gobierno de Trudeau debe "llamar a las cosas por su nombre" y rechazar la "espantosa" y "racista" directiva presidencial de Trump que prohíbe a los refugiados entrar a Estados Unidos durante 120 días y a los nacionales de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen durante 90 días.
El NPD, junto con la líder del Partido Verde de Canadá, Elizabeth May, y las secciones canadiense y estadounidense de Amnistía Internacional, quieren que el gobierno canadiense deje de señalar a Estados Unidos como el único "tercer país seguro" para la determinación de refugiados identificado de conformidad con una ley canadiense.
El NPD y May también quieren que el gobierno canadiense eleve el tope de 1.000 solicitudes para los refugiados patrocinados a nivel privado, cifra ya alcanzada este año, y que atienda con rapidez las solicitudes aprobadas o casi concluidas antes de la medida de Trump.
Trudeau ha tenido cuidado de no actuar con demasiada dureza contra la política del presidente estadounidense. Como le recordó el martes a la Cámara, su gobierno tiene el doble papel de "proteger los empleos canadienses y hacer crecer la economía" y de "defender los valores y principios canadienses", dijo el primer ministro el sábado en Twitter.
"A quienes huyan de la persecución, el terror y la guerra", escribió Trudeau en Twitter, "los canadienses les darán la bienvenida sin importar su fe. La diversidad es nuestra fuerza".
Pero Mulcair dijo hoy a los reporteros que el primer ministro tiene que ir más allá de sus "trivialidades y tuits" y denunciar la prohibición de viaje "antimusulmana y antiinmigrantes" de Trump.
"La historia nos ha enseñado que si no hacemos frente a quienes tienen este tipo de comportamiento fascista" la situación se pone "mucho peor", dijo.