LA PAZ, 30 ene (Xinhua) -- El presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó hoy que el gobierno de Estados Unidos se preocupe por poner muros en lugar de cesar las intervenciones que realiza en varios países del mundo.
"Al norte hacen muros para latinos, no frenan intervenciones ni bases militares en el mundo. ¡Qué injusta la vida por el racismo y fascismo!", escribió este lunes en su cuenta oficial de Twitter.
Morales criticó en los últimos días las decisiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre su postura radical contra los migrantes y la extensión de un muro en la frontera con México.
El jefe de Estado boliviano reprochó el pasado viernes las medidas asumidas por el nuevo presidente de Estados Unidos, las cuales consideró como actos de desintegración.
Morales dijo entonces que en el continente americano existe una profunda diferencia, ya que en Estados Unidos "hacen muros para desintegrar a la región" y en Suramérica se proyecta integrar a los países y conectar el océano Pacífico con el Atlántico.
El mandatario boliviano realizó esa afirmación en referencia a las políticas proteccionistas adoptadas en días recientes por Trump, que generan tensión.
También se refirió a los partidos de derecha en América Latina, al señalar que "son abandonados por su patrón Estados Unidos".
Para Morales, los gobiernos de Estados Unidos sólo utilizan a los gobiernos y países de la región cuando conviene a sus intereses políticos y económicos.
Destacó que en Bolivia "ya no manda" Estados Unidos con la imposición de sus políticas económicas, sino manda el pueblo boliviano.
Morales manifestó aún así su esperanza de restablecer relaciones diplomáticas a nivel de embajadores con el nuevo gobierno liderado por Donald Trump.
Además, aclaró que esas relaciones deben darse en el marco del respeto a la soberanía y la dignidad de los pueblos, dinámica que Morales plantea con todos los países de forma abierta.
Estados Unidos y Bolivia tienen relaciones distanciadas y carecen de embajadores desde hace ocho años.
A finales de 2008, el presidente Morales expulsó al representante diplomático estadounidense, Philip Goldberg, y también a la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA), con el argumento de que conspiraban contra su gobierno.
El entonces presidente estadounidense, George W. Bush, respondió por reciprocidad de la misma manera al expulsar al embajador boliviano en Washington, Gustavo Guzmán, y retirar a Bolivia del plan de beneficios arancelarios que favorece a las exportaciones textiles, principalmente el Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga.