GINEBRA, 30 ene (Xinhua) -- El relator especial de la ONU sobre tortura, Nils Melzer, pidió hoy al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no reconsiderar el uso del ahogamiento simulado y de otros métodos de tortura como técnicas de interrogatorio.
En una declaración publicada hoy, el experto de la ONU enfatizó que sin duda, el ahogamiento simulado equivale a tortura.
"Cualquier tolerancia, complacencia o aquiescencia con tal práctica, sin importar si es en casos excepcionales y bien argumentados, conducirá de forma inevitable a una total arbitrariedad y fuerza bruta", advirtió.
"Exhortó con urgencia al presidente Trump a considerar cuidadosamente no sólo las obligaciones legales, doctrina y tradición de Estados Unidos, sino los puntos de vista morales y legales consolidados de toda la comunidad internacional antes de permitir que se vuelvan a introducir métodos de interrogatorio que están más estrechamente asociados con los bárbaros que con la civilización", añadió.
El relator especial de la ONU señaló que Estados Unidos siempre ha afirmado públicamente su creencia en el Estado de derecho y en el respeto a la verdad y pidió a Estados Unidos ajustarse a los estándares que el país ha establecido para sí mismo y para los demás.
"Si la nueva administración reanuda el uso de la tortura, las consecuencias en todo el mundo serían catastróficas", señaló.
Trump dijo la semana que está de acuerdo con torturar a los terroristas a fin de "combatir el fuego con fuego".
"Mientras que el Estado Islámico hace cosas de las que nadie había escuchado desde tiempos medievales, ¿debería apoyar el ahogamiento simulado? En lo que a mí respecta, tenemos que combatir fuego con fuego", dijo Trump durante una entrevista con la televisión ABC.
Trump añadió que recientemente se reunió con funcionarios de inteligencia que le dijeron que la tortura funciona "en absoluto", pero de acuerdo con Melzer, contrario a la creencia popular, la tortura simplemente no funciona.
El experto recordó que en 2014, el informe del Comité de Inteligencia del Senado concluyó que el uso de técnicas de interrogatorio avanzadas por parte de la CIA, incluyendo el ahogamiento simulado, "no fueron medios eficaces para adquirir inteligencia o cooperar con los detenidos", una conclusión de la que hicieron eco innumerables agencias del orden y estudios científicos en todo el mundo.
