COMENTARIO: Cambio de Trump en política comercial es una simple maniobra cortoplacista

Spanish.xinhuanet.com   2017-01-25 13:43:19

BEIJING, 25 ene (Xinhua) -- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró el lunes oficialmente a su país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, siglas en inglés), lo que marca el comienzo del alarmante cambio de la nueva Administración en su política comercial.

Trump prometió durante su campaña "hacer a Estados Unidos grande de nuevo" poniendo a "Estados Unidos primero". Insiste en que a través de la negociación de acuerdos comerciales bilaterales, no multilaterales, los intereses de EEUU quedarán mejor protegidos.

El nuevo líder estadounidense también busca renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México, y prometió "romperlo" si no es positivo para su país.

Para Asia-Pacífico y el mundo en general, el fracaso del TPP no es una gran pena, ya que no es lo bastante inclusivo como para aprovechar al máximo el potencial económico de la región ni para promover la integración económica de la misma.

Aún así, la comunidad internacional debe tomar el cambio de rumbo de Estados Unidos como un aviso de que la mayor economía del mundo está tratando de alejarse no solo de un pacto comercial regional, sino también de un sistema comercial global basado en reglas, un componente clave del orden económico mundial establecido tras la II Guerra Mundial.

Sin una guía reconocida globalmente, un enfoque para el comercio estrictamente bilateral podría propiciar, fácilmente, los castigos recíprocos entre dos naciones dedicadas al comercio.

En ese caso, si un país impusiese tarifas punitivas sobre las importaciones provenientes de otra nación, es muy posible que este segundo actor le devolviese la moneda. Así pues, el proteccionismo comercial se reforzaría y nadie saldría ganando.

En contraste, tales mecanismos comerciales multilaterales, como la Organización Mundial del Comercio, fueron establecidos para igualar el campo de juego, aumentar el comercio de cada participante y gestionar las disputas comerciales entre todos los países, grandes o pequeños, bajo los mismos derechos y obligaciones.

Mientras que son preferibles los acuerdos comerciales multilaterales, el reto que presentan es que puede llevar años, e incluso décadas, que todos los signatarios se pongan de acuerdo en todo desde sus respectivas listas de condiciones. La largamente estancada Ronda de Doha sobre conversaciones comerciales es un ejemplo de este problema. Pero no es imposible.

Ahora mismo, muchos países del mundo han comenzado a considerar acuerdos de libre comercio bilaterales y regionales como la Asociación Económica Integral Regional, entre los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés) y otros seis países del área que constituyen importantes suplementos al sistema comercial multilateral.

Los ajustes de política comercial iniciados por la Casa Blanca bajo la Administración Trump podrían ser positivos para EEUU a corto plazo, pero no ayudar a llevar adelante desde dentro las muy necesitadas reformas sociales y económicas para mejorar sus sistemas de bienestar social y de redistribución de los ingresos, y para capacitar al personal especializado para adaptarse a un entorno económico global en constante cambio.

Además, la agenda de proteccionismo comercial ha sentado un peligroso precedente para que los jugadores comerciales de todo el mundo subrayen su fuerza, en vez de las reglas, y además fomenta los intereses propios, en vez de los beneficios compartidos.

El actual sistema comercial global podrá no ser perfecto, pero al menos promueve crecimiento económico y equidad al mismo tiempo, Rechazar la globalización económica podría socavar ambos.

  
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COMENTARIO: Cambio de Trump en política comercial es una simple maniobra cortoplacista

Spanish.xinhuanet.com 2017-01-25 13:43:19

BEIJING, 25 ene (Xinhua) -- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró el lunes oficialmente a su país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, siglas en inglés), lo que marca el comienzo del alarmante cambio de la nueva Administración en su política comercial.

Trump prometió durante su campaña "hacer a Estados Unidos grande de nuevo" poniendo a "Estados Unidos primero". Insiste en que a través de la negociación de acuerdos comerciales bilaterales, no multilaterales, los intereses de EEUU quedarán mejor protegidos.

El nuevo líder estadounidense también busca renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México, y prometió "romperlo" si no es positivo para su país.

Para Asia-Pacífico y el mundo en general, el fracaso del TPP no es una gran pena, ya que no es lo bastante inclusivo como para aprovechar al máximo el potencial económico de la región ni para promover la integración económica de la misma.

Aún así, la comunidad internacional debe tomar el cambio de rumbo de Estados Unidos como un aviso de que la mayor economía del mundo está tratando de alejarse no solo de un pacto comercial regional, sino también de un sistema comercial global basado en reglas, un componente clave del orden económico mundial establecido tras la II Guerra Mundial.

Sin una guía reconocida globalmente, un enfoque para el comercio estrictamente bilateral podría propiciar, fácilmente, los castigos recíprocos entre dos naciones dedicadas al comercio.

En ese caso, si un país impusiese tarifas punitivas sobre las importaciones provenientes de otra nación, es muy posible que este segundo actor le devolviese la moneda. Así pues, el proteccionismo comercial se reforzaría y nadie saldría ganando.

En contraste, tales mecanismos comerciales multilaterales, como la Organización Mundial del Comercio, fueron establecidos para igualar el campo de juego, aumentar el comercio de cada participante y gestionar las disputas comerciales entre todos los países, grandes o pequeños, bajo los mismos derechos y obligaciones.

Mientras que son preferibles los acuerdos comerciales multilaterales, el reto que presentan es que puede llevar años, e incluso décadas, que todos los signatarios se pongan de acuerdo en todo desde sus respectivas listas de condiciones. La largamente estancada Ronda de Doha sobre conversaciones comerciales es un ejemplo de este problema. Pero no es imposible.

Ahora mismo, muchos países del mundo han comenzado a considerar acuerdos de libre comercio bilaterales y regionales como la Asociación Económica Integral Regional, entre los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés) y otros seis países del área que constituyen importantes suplementos al sistema comercial multilateral.

Los ajustes de política comercial iniciados por la Casa Blanca bajo la Administración Trump podrían ser positivos para EEUU a corto plazo, pero no ayudar a llevar adelante desde dentro las muy necesitadas reformas sociales y económicas para mejorar sus sistemas de bienestar social y de redistribución de los ingresos, y para capacitar al personal especializado para adaptarse a un entorno económico global en constante cambio.

Además, la agenda de proteccionismo comercial ha sentado un peligroso precedente para que los jugadores comerciales de todo el mundo subrayen su fuerza, en vez de las reglas, y además fomenta los intereses propios, en vez de los beneficios compartidos.

El actual sistema comercial global podrá no ser perfecto, pero al menos promueve crecimiento económico y equidad al mismo tiempo, Rechazar la globalización económica podría socavar ambos.

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