BUENOS AIRES, 24 ene (Xinhua) -- China es un socio importante de Argentina y la región latinoamericana, y cuenta además con una notable capacidad de financiamiento y experiencia en tecnología e infraestructura, enfatizó el economista argentino Dante Sica.
El experto, titular de la consultora Abeceb, subrayó a Xinhua que China tiene "un papel de la mayor importancia en la región". En la actualidad, es el segundo mayor socio comercial y la tercera fuente de inversión de América Latina, mientras ésta es el séptimo mayor socio comercial del país asiático e importante destino de su inversión extranjera.
En el caso particular de Argentina, a lo largo de 2016 China se ha consolidado como su segundo socio comercial, con un aumento del 13 por ciento de la importación desde el país austral, gracias a una cartera más diversificada de mercancías y una estructura comercial más equilibrada.
En opinión de Sica, exsecretario de Comercio, Industria y Minería del país sudamericano, la importancia del vínculo de Argentina con China radica en la "capacidad financiera y la experiencia en tecnología e infraestructura" del país asiático.
El lazo diplomático entre Buenos Aires y Beijing cumplirá 45 años el próximo 19 de febrero.
En 2015, el volumen comercial entre China y América Latina alcanzó los 236.500 millones de dólares, multiplicándose por 20 en la pasada década, según estadísticas oficiales de China.
En 2016, las relaciones entre China y América Latina avanzaron con el establecimiento de nuevas plataformas como el Año de Intercambio Cultural China-América Latina y el foro de cooperación entre gobiernos locales de ambas partes.
China ha firmado tratados de libre comercio (TLC) con varios países latinoamericanos. Con Chile, en noviembre de 2005, con Perú, en abril de 2009, y con Costa Rica, en 2010.
En 2016 China siguió siendo el principal motor del crecimiento mundial, a través de canales como el comercio, el mercado y la inversión.
El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) muestra que China contribuyó en un 1,2 por ciento al crecimiento de la economía mundial el año pasado, mientras Estados Unidos lo hizo con un 0,3 por ciento y Europa con un 0,2 por ciento.