Por Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 20 ene (Xinhua) -- Argentina, la tercera economía de América Latina, quedó este viernes fuera del radar del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su asunción.
Tras el discurso de Trump al tomar posesión como presidente número 45 de Estados Unidos, la politóloga Carolina Sampó recordó que el año pasado el presidente Mauricio Macri cometió "un grave error de política exterior. Se mostró partidario de que fuera la candidata demócrata Hillary Clinton quien ganara las elecciones presidenciales".
"Aunque no cabe duda de que Trump no estaba pendiente de a quién apoyaban los países latinoamericanos, no deja de ser una manera de empezar una relación con el pie izquierdo", consideró la experta en entrevista con Xinhua.
Para la investigadora, "es el único presidente de la región al que Trump conocía, de hace varios años, cuando evaluaron la posibilidad de hacer negocios juntos como empresarios, pero eso no implica un acercamiento mayor para lo que parece ser una región que no interesa a Trump, salvo por exclusión".
Para la analista, miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet), la omisión de Argentina tiene como marco que para el magnate inmobiliario la región "se trata del jardín trasero de su país".
"América Latina aparece en la agenda de Trump como un lugar del que provienen muchos de los males que él considera que sufre su sociedad, especialmente los relacionados con la inmigración ilegal", expresó.
"Los avances alcanzados durante el último año (en la relación bilateral) parecen quedar en la cuerda floja con la asunción de Trump. Sin duda, la poca importancia estratégica que tiene América Latina para Estados Unidos pone en jaque las mejoras producidas durante el gobierno de Macri" en 2016, resumió.
Sampó advirtió que si bien "mucho queda aún por recorrer, es muy factible que tanto la flexibilización política como comercial alcanzadas con Obama sean ahora dejadas de lado, como consecuencia de una política económica mucho más proteccionista y de una política exterior mucho más restrictiva, concentrada en los actores que Trump considera estratégicos".
En mayo del año pasado, en el marco de la campaña electoral, el entonces candidato había dicho a la cadena de noticias CNBC, con tono irónico, que si él no ganaba los comicios, su país se convertiría en Argentina o en Venezuela.
Por su parte, el analista político Rosendo Fraga explicó a Xinhua que ahora tanto Argentina como la región "pierden prioridad relativa en la nueva política exterior estadounidense".
"Así como México, América Central y Cuba tienen importancia para Trump por migración, drogas, delincuencia y comercio, no sucede lo mismo con América del Sur", explicó.
"Posiblemente es la región que tiene la menor importancia estratégica en el nuevo escenario para Washington", planteó el director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
"El problema no es en sí de Argentina, sino de ella en el marco de América del Sur. Con Trump no sólo el país tiene menor atención, sino que lo mismo sucede con Brasil, pese a ser la única potencia global sudamericana", agregó.
"Michel Temer (presidente de Brasil) al igual que Macri tuvo sólo una conversación telefónica con el nuevo presidente estadounidense", recordó.
Para el experto, "con conflictos en resolución, como el acuerdo de Colombia con las FARC o la evolución de la crisis venezolana, para Argentina, como para toda América del Sur, la cuestión va a ser la de tener un lugar en la agenda de la política exterior estadounidense".
"Ello no es negativo de por sí, ya que también refleja que es una región con menos conflictividad desde la perspectiva global", subrayó.
Por su lado, el historiador Leandro Morgenfeld explicó a Xinhua que "la llegada de Trump significa, entre otras cosas, una crisis de la globalización neoliberal a la que, tardíamente, aspiraba a vincularse más profundamente el gobierno de Macri".
"Ahora tendrá más dificultades para tomar deuda, o lo hará pagando un precio mayor, las inversiones extranjeras demorarán más en llegar y las exportaciones no crecerán como imaginaba el mandatario argentino", consideró.