Por Victoria Argüello
CARACAS, 19 ene (Xinhua) -- A sólo un día de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asuma su cargo, el gobierno de Venezuela ha ratificado que desea una "nueva era de relaciones" con Washington, marcada por el respeto a la institucionalidad de ambos países y el reconocimiento del camino político escogido por el país sudamericano.
Un obstáculo para esta nueva era de lazos bilaterales podría situarse en la reciente decisión del mandatario saliente, Barack Obama, quien renovó por segunda vez un decreto de "emergencia nacional" en el que califica a Venezuela de ser una "amenaza inusual y extraordinaria".
La citada Orden Ejecutiva se mantendrá por 1 año más, ya con Trump al frente del gobierno de Washington, a no ser que éste decida cumplir el llamado hecho por Caracas de derogar el decreto y así atenuar las tensiones entre ambos países.
Sergio Rodríguez Gelfenstein, analista internacional, consideró que Venezuela está lejos de constituir una prioridad para el presidente Trump, quien durante sus incipientes alocuciones públicas tras ser electo, ha dirigido su discurso en el ámbito de política exterior hacia China, Rusia y Medio Oriente.
"Trump se va a centrar en la política más global, más estratégica (...) y lo que le interesa es que su 'patio trasero', esté tranquilo", dijo el experto en entrevista con Xinhua.
En términos políticos, agregó el ex director de Relaciones Internacionales de la presidencia venezolana, es improbable que el nuevo presidente incremente su agresividad contra Venezuela o que muestre disposición en mejorar las relaciones.
No obstante, en el ámbito económico destacó la aparición como nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, de Rex Tillerson, ex presidente de la petrolera norteamericana Exxon Mobil Corporation, empresa involucrada en las labores de exploración y explotación de crudo en la región del Esequibo, que Venezuela se disputa con Guyana.
A esta idea se adhiere el planteamiento del internacionalista y profesor universitario, Eloy Torres, quien sugirió que el gobierno venezolano debería "estar alerta" ante el nombramiento de Tillerson.
"Desde Venezuela se debe buscar un mecanismo para solucionar sus problemas tanto internos como globalmente, y buscar el beneficio ante el nombramiento del jefe de la Exxon Mobil como canciller de Estados Unidos", dijo Torres a un medio local.
Por otro lado, Rodríguez Gelfenstein apuntó que el designado secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, "viene de ser jefe del Comando Sur, y en su antiguo cargo hizo declaraciones muy fuertes contra Venezuela, muy agresivas".
Durante el año 2016, Kelly se pronunció en reiteradas ocasiones sobre Venezuela y una eventual "crisis humanitaria"; aludió a que esta nación servía de puente para el tránsito de drogas procesadas en Ecuador y Colombia hacia Estados Unidos y Europa, hecho calificado de "gravísimo" por el gobierno de Caracas.
Asimismo, el ex jefe del Comando Sur, al tiempo que alababa las acciones de Colombia en materia de la lucha contra el narcotráfico, señalaba que no sucedía lo mismo con las políticas emanadas del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Pese al aparente nuevo panorama político que pueda surgir con la llegada de Trump a la presidencia, el internacionalista sostuvo que las políticas en Estados Unidos son políticas de Estado con pocas variaciones.
En el caso de su relación con América Latina, Washington ha demostrado un viraje de su política exterior, al atenuar sus tensiones con Cuba pero al mismo tiempo elevar su agresividad hacia Venezuela.