GINEBRA, 15 ene (Xinhua) -- Suiza, conocido en Europa como "país de marcas", tiene mucho que compartir con China, nación que está consagrada a actualizar su industria manufacturera para conseguir una fabricación inteligente.
Los dos países mantienen una cooperación con crecimiento estable y de larga duración, y en 2016 forjaron una excepcional asociación estratégica innovadora.
Con el incremento de la cooperación en innovación entre ambas partes, la sinergia del "hecho en Suiza" y la "manufactura inteligente de China" aportará nuevo vigor a la fabricación tradicional.
Las empresas suizas cuentan con la reputación de buscar constantemente la perfección y la innovación. Por eso, los productos hechos en Suiza, desde el chocolate y el queso hasta los relojes y cuchillos del ejército, han sido símbolo de alta calidad.
Suiza ocupó el primer lugar durante seis años consecutivos en el Indice Mundial de Innovación 2016, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
La clave de la innovación se encuentra en contar con personas cualificadas. El singular mecanismo suizo para formar a estos profesionales se ha traducido en generaciones de artesanos hábiles.
En la década de los 90, el Gobierno suizo efectuó reformas en la educación superior, creando en el país más de 60 institutos técnicos profesionales dentro de siete universidades de ciencias aplicadas según las regiones donde estuviesen localizadas.
Estas universidades, incluida la prestigiosa Escuela Hotelera de Lausana, cuentan así con institutos de orientación profesional, en su mayoría vinculados estrechamente con el desarrollo económico y social local y destacados en la investigación aplicada y el desarrollo.
Hoy en día, de estas universidades de nuevo tipo, con una posición cada vez más importante en el sistema de educación superior de Suiza, han surgido muchos talentos cualificados en alta tecnología para el desarrollo industrial y se han convertido en un motor importante del sistema de innovación estatal suizo.
La innovación y la perseverancia ayudan a que los productos suizos tengan un alto valor añadido y una gran competitividad, así como a crear oportunidades comerciales y dar esplendor al país helvético.
Actualmente, mientras el mundo presencia una nueva ronda de revolución científica e industrial, la estructura de la fabricación global está experimentando profundos cambios. Cómo rejuvenecer el sector manufacturero tradicional y hacer que la industria de alta calidad tenga una competitividad decisiva son desafíos que enfrentan todos los países.
La industria de la manufactura es el fundamento de cualquier país, su medio de prosperidad y la base que lo hace fuerte.
La actualización del "hecho en China" a la "manufactura de calidad" y la "manufactura inteligente" reclama un progreso significativo en campos como la artesanía y el desarrollo de marca, al tiempo que impulsa el espíritu de la artesanía y la innovación.
"El espíritu de la artesanía"y "el poder de la innovación" que caracterizaron el desarrollo de Suiza se adaptan en gran medida a los conceptos y necesidades de desarrollo de China.
El sector manufacturero es el principal campo de batalla de la innovación, que aporta ese poder innovador con nuevos conceptos, nuevos diseños y nuevas tecnologías a la transformación y la mejora de la industria manufacturera.
La innovación conduce a los cinco conceptos de desarrollo propuestos en el XIII Plan Quinquenal de China, que por primera vez consiguió estar en la lista de las primeras 25 economías innovadoras del mundo en el Indice Mundial de Innovación.
La determinación china de explorar una nueva potencia de desarrollo económico a través de la reforma y la innovación impresionó profundamente a Jean-Jacques de Dardel, embajador suizo en China, quien considera que Suiza, el país más innovador del mundo, cuenta con una amplia perspectiva de cooperación con China.
Ya desde 1989, China y Suiza firmaron un acuerdo sobre cooperación científica y tecnológica. En 2007, el país alpino fue uno de los primeros europeos en reconocer a China como economía de mercado completa. En 2013, fue el primero en Europa en concluir un acuerdo de libre comercio con China.
En 2016, China y Suiza establecieron una asociación estratégica innovadora, que supone, para China, la primera asociación estratégica caracterizada por la innovación.
Las actividades para enriquecer y fortalecer los lazos China-Suiza a través de la innovación surgieron de manera natural. De Dardel aseguró que la única asociación estratégica innovadora entre los dos países fortalecerá el acoplamiento de las estrategias "Industria 4,0" de Suiza y "Hecho en China 2025" para lograr un mejor escenario de beneficio mutuo.
