LA HABANA, 12 ene (Xinhua) -- Cuba y Estados Unidos anunciaron este jueves que han llegado a un acuerdo para poner fin a la política de "pies secos-pies mojados", según la cual los ciudadanos cubanos que tocaban tierra estadounidense recibían una serie de ventajas administrativas y sociales.
Así se recoge en una declaración conjunta emitida este jueves en La Habana, en lo que supone un nuevo paso para normalizar las relaciones bilaterales en el tema migratorio.
El documento publicado por la República de Cuba y los Estados Unidos de América informó de que ambos Gobiernos han alcanzado un acuerdo para dar un paso importante en la normalización de sus relaciones migratorias, "a los efectos de garantizar una migración regular, segura y ordenada".
El texto añade que "los Comunicados Conjuntos de fecha 14 de diciembre de 1984 y 9 de septiembre de 1994 y la Declaración Conjunta con fecha 2 de mayo de 1995, permanecen en vigor salvo lo dispuesto por la presente Declaración Conjunta (colectivamente los Acuerdos Migratorios)".
Aclara que esta nueva Declaración no se propone modificar los Acuerdos Migratorios con respecto al retorno de los ciudadanos cubanos interceptados en el mar por los Estados Unidos o el regreso de migrantes que han entrado ilegalmente en la Base Naval de Guantánamo.
Añade que en lo adelante Washington eliminará la política especial para los ciudadanos cubanos que llegan a territorio estadounidese (comúnmente llamada política "pies secos-pies mojados"), así como el programa Parole de admisión provisional para profesionales cubanos de la salud, en terceros países.
La política "pies secos-pies mojados" permitía quedarse legalmente en los Estados Unidos a los cubanos que llegaron a tierra, mientras que los interceptados en el mar eran devueltos a la isla.
También indica que "Estados Unidos en lo adelante aplicará a todos los ciudadanos cubanos, de conformidad a sus leyes y normas internacionales, el mismo procedimiento y normas migratorias aplicados a los ciudadanos de otros países, en correspondencia con lo que establece la presente Declaración Conjunta".
Añade que Estados Unidos devolverá a Cuba, y la isla recibirá a todos los ciudadanos cubanos, quienes con posterioridad a la firma de la Declaración Conjunta de este jueves, sean detectados por las autoridades del país norteño cuando trataban de ingresar o permanecer irregularmente en suelo norteamericano, violando las leyes de Estados Unidos.
Ambas partes anunciaron su intención de promover cambios en sus respectivas leyes migratorias, con el propósito de alcanzar la plena normalización de las relaciones bilaterales en ese tema.
Los Estados Unidos de América seguirán garantizando la migración legal desde la República de Cuba con un mínimo de 20.000 personas anuales, indica la Declaración.
Ambos gobiernos acordaron además promover la cooperación bilateral eficaz "para prevenir y procesar el tráfico de personas, así como los delitos asociados a los movimientos migratorios, que ponen en peligro su seguridad nacional, incluyendo el secuestro de aeronaves y embarcaciones".
Cuba aceptará que personas de la lista de 2746 que serían devueltas, según el Comunicado Conjunto de diciembre de 1984, sean sustituidas por otras personas y devueltas a Cuba.
El texto aclara que se trata de ciudadanos cubanos que hubiesen salido hacia Estados Unidos por el puerto de Mariel en 1980 y hubiesen sido detectados por las autoridades norteñas cuando trataban de entrar o permanecer irregularmente en ese país, violando las leyes de la nación norteamericana.
Cuba considerará y decidirá caso por caso la devolución de otros ciudadanos cubanos que están actualmente en los Estados Unidos y antes de la firma de esta Declaración habían sido detectados por las autoridades competentes de los Estados Unidos cuando trataban de entrar o permanecer irregularmente en ese país, violando las leyes estadounidenses, añade.
Sobre el tema, una declaración del gobierno cubano expresó que este 12 de enero se ha dado un importante paso en el avance de las relaciones bilaterales, con la firma del acuerdo que entró en vigor el propio día, "dirigido a garantizar una migración regular, segura y ordenada".
"Desde hace varios años, había sido un interés permanente del gobierno de Cuba adoptar un nuevo acuerdo migratorio con los Estados Unidos, para solucionar los graves problemas que continuaban afectando las relaciones migratorias, a pesar de la existencia de acuerdos bilaterales en este ámbito".
Cuba añadió que lo acordado este jueves es coherente con la voluntad expresa del gobierno cubano de actualizar la política migratoria vigente y ajustarla a las condiciones del presente y el futuro previsible, y que las disposiciones anteriores de Washington "alentaron la violencia, la migración irregular y el tráfico de personas, causando numerosas muertes de inocentes".
Dijo además que la política de pies secos-pies mojados es una violación de los acuerdos migratorios bilaterales de 1994 y 1995, un estímulo a la emigración irregular, al tráfico de emigrantes y a las entradas irregulares a los Estados Unidos desde terceros países de ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior y una incitación a las salidas ilegales.
Esa y otras políticas "provocaron crisis migratorias, secuestros de naves y aeronaves y la comisión de delitos, como el tráfico de emigrantes, la trata de personas, el fraude migratorio y el uso de la violencia con un impacto extraterritorial desestabilizador creciente sobre otros países de la región, utilizados como tránsito para llegar a territorio estadounidense".
Las autoridades competentes de los dos países han realizado las coordinaciones pertinentes para garantizar la implementación efectiva de este acuerdo, con vistas a impedir acciones que pretendan enturbiar este esfuerzo o traten de poner en riesgo la seguridad de ambas naciones, puntualizó el texto emitido por Cuba.