WASHINGTON, 9 ene (Xinhua) -- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado amenazando con imponer más impuestos a las empresas estadounidenses que lleven empleos al extranjero, pero los expertos afirman que existen mejores estrategias para salvar los empleos de los ciudadanos del país.
Trump amenazó a principios de este mes con imponer fuertes impuestos de importación a las armadoras por los autos construidos en el extranjero y criticó al gigante automotriz estadounidense General Motors (GM) por ensamblar algunos de sus vehículos en México.
Aunque GM ha señalado que no cambiará sus planes, su rival, Ford, dijo a principios de este mes que cancelaría una fábrica de 1.600 millones de dólares en México y prometió usar algunos de esos fondos para ampliar la producción en el estado de Michigan en Estados Unidos.
Trump también recurrió recientemente a las redes sociales para amenazar a Toyota con impuestos de importación si el mayor fabricante de autos del mundo prosigue con sus planes para construir una fábrica en México que producirá autos para el mercado estadounidense.
Pero algunos expertos señalan que una mejor estrategia sería ofrecer incentivos fiscales y no castigar a las empresas.
La respuesta para animar a las compañías a quedarse en Estados Unidos no son los impuestos fronterizos, sino una reforma general de los impuestos corporativos, dijo a Xinhua Aparna Mathur, del Instituto American Enterprise.
Los impuestos desempeñan un papel importante en las decisiones de las compañías sobre dónde invertir. Si la tasa estadounidense del impuesto corporativo se vuelve más competitiva, entonces las empresas tendrán más probabilidades de permanecer en Estados Unidos, dijo Mathur.
Además es poco eficiente tratar con las compañías por separado para animarlas o forzarlas a operar en Estados Unidos, dijo, y mencionó los ataques de Trump a empresas específicas como Carrier y General Motors.
Contar con una política común para el impuesto corporativo permitirá a las empresas tomar por sí mismas las mejores decisiones, dijo Mathur.
De hecho, Trump ha hablado de una tasa del impuesto corporativo de 15 por ciento y los republicanos de la Cámara ha pedido un 20 por ciento, una fuerte baja en relación con la tasa de 39 por ciento, una de las más altas del mundo.
Estos recortes serían suficientemente significativos para alentar a las empresas a permanecer en Estados Unidos si los impuestos fueran su principal criterio para ubicarse en el extranjero, señaló.
Algunos expertos han señalado que el tema es más complejo de lo que parece. Muchos empleos manufactureros han salido del país, pero muchos estadounidenses carecen en la actualidad de las habilidades que los fabricantes requieren.
El problema no es tanto la disponibilidad de una mano de obra más eficaz en términos de costos, sino la falta de trabajadores calificados en Estados Unidos, dijo Mathur.
Así que no es sólo una mano de obra barata lo que está llevando a las empresas a otros países, sino el hecho de que Estados Unidos no tiene los trabajadores calificados que los patrones necesitan en ciertos empleos, afirmó.
Los fabricantes tienen 322.000 oportunidades de empleo y no hay trabajadores que ocupen los puestos en el país, señaló Mathur.
Esto se debe a que los empleos que requieren poca calificación han sido automatizados y los trabajadores altamente calificados no están interesados en los empleos de manufactura o no están interesados en adquirir las habilidades que los patrones necesitan.
Los expertos señalan que el asunto es si Trump puede cumplir con la creación de empleos y al mismo tiempo evitar políticas proteccionistas que a la larga pueden hacer más daño que bien.
Diane Swonk, economista veterana independiente, dijo a Xinhua que la pregunta es si Trump puede cumplir y evitar promulgar una serie de órdenes ejecutivas proteccionistas, lo cual, al ver sus mensajes en Twitter, parece improbable, dijo.
Otro problema es que los trabajadores están siendo reemplazados por todas partes por la automatización.
Recientemente, Trump logró un acuerdo con el fabricante estadounidense Carrier para mantener 1.000 empleos en el país, pero es probable que muchos empleos que siguen en el país a la larga sean automatizados.
De modo que la clave para ayudar a los trabajadores estadounidenses no es tratar de impedir que estos empleos se vayan al extranjero, sino ayudar a los trabajadores a adquirir nuevas habilidades para que puedan trabajar con nuevas tecnologías y conservar su empleo, señaló Mathur. Fin
