BUENOS AIRES, 5 ene (Xinhua) -- La tradicional cabalgata de los Reyes Magos, que pone fin a la Navidad en Argentina, se mantiene viva en Buenos Aires, con niños en las calles que saludan con emoción el paso de Melchor, Gaspar y Baltasar y su séquito.
En el caso de la cabalgata de Buenos Aires, realizada este jueves, se la adaptó a los tiempos modernos, y los Reyes Magos recorrieron la capital de Argentina a bordo del bus turístico de la ciudad, reconocible por unidades de color amarillo.
La recorrida incluyó pasadas por el tradicional Obelisco porteño, un monumento en la Plaza de la República, en pleno centro de Buenos Aires, y la entrega de presentes a los pequeños en el parque 3 de Febrero, en el barrio de Palermo (norte).
"Estamos recorriendo la ciudad para que los chicos no se olviden esta noche de estar bien dormidos, dejarnos los zapatitos, el pasto y el agua para los camellos", dijo Gaspar.
Mientras que Baltazar destacó que durante el paseo "se recibieron cartas y pedidos" de los niños, que, a cambio, "recibieron besos y abrazos".
Melchor añadió que "estuvimos repartiendo algo, pero fundamentalmente será después de las 12 de la noche, cuando ya es seis de enero. Estuvimos recibiendo cartitas y viendo cómo se portan los chicos".
La escena incluyó la entrega de globos, muñecas para las niñas y pelotas para los niños, que con sorpresa, recibían los obsequios.
La tradición dice que si los niños se han portado bien a lo largo del año, la mañana del 6 de enero recibirán sus peticiones, pero si han sido malos los Reyes les dejarán carbón.
Junto con las cartas, los pequeños dejan, la noche del 5 de enero, pasto y agua para los camellos de los Reyes Magos.
En paralelo a la tradición, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) destacó la mayor presencia de productos nacionales para las compras de Navidad y Reyes Magos.
"Este año logramos incrementar la participación del juguete argentino un 1 por ciento, pasando de un pobre 3 por ciento de participación en 2001 al 51 por ciento en la actualidad", sostuvo el presidente de la CAIJ, Matías Furió.
"Los juguetes nacionales son muy competitivos y creemos que la oferta local se puede complementar inteligentemente con la importada. La industria argentina es fuerte en los productos de didácticos, de primera infancia y para playa, andarines, triciclos, muñecas, bebotes, con excelente calidad, precios accesibles y diseño", agregó.
Furió afirmó que "las ventas de Reyes explican el 30 por ciento de las ventas de fin de año y éstas continúan demostrando el buen desempeño de las de Navidad por lo que esperamos un incremento del 2 por ciento respecto de las ventas del año pasado".
Según la información de la CAIJ, el año 2016 cerró con un nivel de facturación de 147 millones de dolares. Fin