ESPECIAL: Cubanos celebran el fin de año acompañados de sus tradiciones y rituales

Spanish.xinhuanet.com   2016-12-31 23:50:14

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 31 dic (Xinhua) -- El 2016 está a punto de culminar, un año convulso y repleto de sucesos trascendentales que quedarán por mucho tiempo en la memoria de los cubanos, como el fallecimiento del histórico líder de la Revolución, Fidel Castro, o la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la primera en casi nueve décadas.

Eventos políticos, culturales, deportivos, sociales, económicos y hasta meteorológicos han impactado de diversas maneras la vida cotidiana de los ciudadanos de la isla quienes despedirán el año con pesar ante la sensible y reciente pérdida de su máximo guía pero con el optimismo de que 2017 reservará mejores momentos.

Los cubanos encuestados por Xinhua se tornan reflexivos ante la pregunta de ¿cómo valoran el presente año? En su mayoría se lamentan de lo ocurrido el pasado 25 de noviembre cuando se conoció la noticia de la muerte de Fidel Castro y el país entero se vistió de luto.

"Sigue siendo un golpe realmente duro para todos. Además el presidente Raúl Castro en su discurso de clausura de la sesión plenaria de la Asamblea Nacional, el 27 de diciembre, informó que la economía había decrecido 0,9 por ciento y eso es otro revés que nos afecta a todos", indicó Manuel Gutiérrez.

Gutiérrez, quien es jubilado residente en la capital cubana, además manifestó que sabía sobre las dificultades económicas por las que atraviesa el país, las cuales no son ajenas a la realidad internacional.

Esas dificultades exhortan a redoblar esfuerzos en lo interno para sortear los problemas, en su mayoría identificados, y para aspirar a cumplir con el crecimiento del 2 por ciento propuesto por el mandatario caribeño para el próximo año.

"El cubano no se deja caer y, a pesar de los obstáculos y el dolor que van a opacar estas festividades, la esperanza y la alegría corren por nuestra sangre y cada uno según sus posibilidades festejará el fin del 2016 y la llegada del 2017", aseguró la capitalina Mayra Domínguez.

La trabajadora estatal afirmó además que es la época donde cada quien en lo individual, familiar, laboral y colectivo, se traza nuevas metas y espera con optimismo las 12 de la noche para marcar así el inicio de nuevas oportunidades.

"Algo que nunca nos va a faltar es el entusiasmo para perseguir el objetivo de tener buena salud, prosperidad y buena suerte en el siguiente año, que es a lo que todos aspiramos", destacó Domínguez.

Otro ingrediente imprescindible en todos los países son los ritos que por cientos de años se han ido tejiendo alrededor de la llamada "Noche vieja" y la llegada del nuevo año; todos ellos relacionados con los deseos de atraer la felicidad para lograr el anhelado bienestar.

Cuba, caracterizada por su sincretismo étnico, cultural y religioso, no escapa de esas longevas tradiciones que reflejan la amalgama de sabores y rituales europeos, africanos, anglosajones, caribeños y asiáticos que han dado vida a las más diversas ceremonias.

Cada región de la isla tiene sus particularidades ceremonias, sin embargo que resulta prácticamente invariable es la música y el menú criollo de la cena de fin de año, el momento más importante del último día del año porque es cuando se reúne toda la familia para compartir.

Para esta ocasión, las mesas se visten con las mejores galas y el cerdo asado es el anfitrión de la comida, adobado especialmente con la salsa "mojo" (a base de naranja agria o limón, aceite y ajo) de la casa.

A este manjar le acompañan el delicioso y conocido "moros y cristianos" (arroz blanco y frijoles negros), la yuca hervida, la ensalada mixta de lechuga, tomate, col y cebolla y los plátanos fritos maduros o verdes en versión de "mariquitas" o "tostones".

La cena suele terminar con típicos postres cubanos como los buñuelos bañados en almíbar, flan, natilla casera, etcétera; además de los turrones navideños, herencia española que junto a otros tantos legados se ha rescatado en los últimos años.

Como el año nuevo coincide con el aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, la fecha toma una connotación especial y hay fiestas populares a lo largo y ancho de la mayor de las Antillas, a las que acuden miles de personas.

Otros, no obstante, prefieren esperar la medianoche frente al televisor que transmite una programación variada y justo a las 12:00 pm emite un recuento de lo logrado por el país, al tiempo que se lanzan desde diferentes puntos de la isla 21 salvas o fuegos artificiales para celebrar el 1 de enero.

Es el momento en el que todos los seres queridos se besan y abrazan, los vecinos se saludan, felicitan y trasmiten sus buenos deseos para de inmediato dar comienzo a los diferentes rituales cubanos.

Uno de los más generalizados es el de arrojar a la calle un cubo de agua desde las puertas, balcones y terrazas de las casas en señal de limpieza y renovación, en alusión a que todo lo malo se va en el contenido de ese balde y se reserva lo mejor para el año que comienza.

También existe la tradición de pasear por el barrio con una maleta para "atraer" viajes y prosperidad.

En los pueblos rurales, sobre todo en el centro de la isla, se realiza la "quema del año viejo", personificado en un muñeco alegórico a la fecha confeccionado de paja y trapo.

Es un ritual de purificación para alejar la mala suerte o las energías negativas del período que termina, así como de transición, pues también se celebra la llegada del nuevo año.

Asimismo en las familias cuyos miembros son más aficionados a la literatura y las artes en general, es muy común que durante el día cada integrante escriba en una hoja los deseos, sueños, objetivos y nuevas metas para el año nuevo; los cuales son leídos entre todos justo a la medianoche.

Mientras que en otro papel se hace un balance de lo desagradable ocurrido a cada quien en el transcurso del año y luego se quema con la creencia de que esto evitará que se repita.

En los últimos años han retornado a los hogares cubanos costumbres decembrinas no tan autóctonas pero igualmente bien recibidas, como comer 12 uvas a la medianoche, una por cada mes del año y con un deseo diferente, y vestir ropa interior roja o amarilla.

Los cubanos festejan el fin de año de maneras muy diversas con la auténtica familiaridad que los define como pueblo y los mismos deseos de bienestar, prosperidad y armonía al que aspiran todos.

  
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FIN DE 2016
FALLECE FIDEL CASTRO
Xinhuanet

ESPECIAL: Cubanos celebran el fin de año acompañados de sus tradiciones y rituales

Spanish.xinhuanet.com 2016-12-31 23:50:14

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 31 dic (Xinhua) -- El 2016 está a punto de culminar, un año convulso y repleto de sucesos trascendentales que quedarán por mucho tiempo en la memoria de los cubanos, como el fallecimiento del histórico líder de la Revolución, Fidel Castro, o la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la primera en casi nueve décadas.

Eventos políticos, culturales, deportivos, sociales, económicos y hasta meteorológicos han impactado de diversas maneras la vida cotidiana de los ciudadanos de la isla quienes despedirán el año con pesar ante la sensible y reciente pérdida de su máximo guía pero con el optimismo de que 2017 reservará mejores momentos.

Los cubanos encuestados por Xinhua se tornan reflexivos ante la pregunta de ¿cómo valoran el presente año? En su mayoría se lamentan de lo ocurrido el pasado 25 de noviembre cuando se conoció la noticia de la muerte de Fidel Castro y el país entero se vistió de luto.

"Sigue siendo un golpe realmente duro para todos. Además el presidente Raúl Castro en su discurso de clausura de la sesión plenaria de la Asamblea Nacional, el 27 de diciembre, informó que la economía había decrecido 0,9 por ciento y eso es otro revés que nos afecta a todos", indicó Manuel Gutiérrez.

Gutiérrez, quien es jubilado residente en la capital cubana, además manifestó que sabía sobre las dificultades económicas por las que atraviesa el país, las cuales no son ajenas a la realidad internacional.

Esas dificultades exhortan a redoblar esfuerzos en lo interno para sortear los problemas, en su mayoría identificados, y para aspirar a cumplir con el crecimiento del 2 por ciento propuesto por el mandatario caribeño para el próximo año.

"El cubano no se deja caer y, a pesar de los obstáculos y el dolor que van a opacar estas festividades, la esperanza y la alegría corren por nuestra sangre y cada uno según sus posibilidades festejará el fin del 2016 y la llegada del 2017", aseguró la capitalina Mayra Domínguez.

La trabajadora estatal afirmó además que es la época donde cada quien en lo individual, familiar, laboral y colectivo, se traza nuevas metas y espera con optimismo las 12 de la noche para marcar así el inicio de nuevas oportunidades.

"Algo que nunca nos va a faltar es el entusiasmo para perseguir el objetivo de tener buena salud, prosperidad y buena suerte en el siguiente año, que es a lo que todos aspiramos", destacó Domínguez.

Otro ingrediente imprescindible en todos los países son los ritos que por cientos de años se han ido tejiendo alrededor de la llamada "Noche vieja" y la llegada del nuevo año; todos ellos relacionados con los deseos de atraer la felicidad para lograr el anhelado bienestar.

Cuba, caracterizada por su sincretismo étnico, cultural y religioso, no escapa de esas longevas tradiciones que reflejan la amalgama de sabores y rituales europeos, africanos, anglosajones, caribeños y asiáticos que han dado vida a las más diversas ceremonias.

Cada región de la isla tiene sus particularidades ceremonias, sin embargo que resulta prácticamente invariable es la música y el menú criollo de la cena de fin de año, el momento más importante del último día del año porque es cuando se reúne toda la familia para compartir.

Para esta ocasión, las mesas se visten con las mejores galas y el cerdo asado es el anfitrión de la comida, adobado especialmente con la salsa "mojo" (a base de naranja agria o limón, aceite y ajo) de la casa.

A este manjar le acompañan el delicioso y conocido "moros y cristianos" (arroz blanco y frijoles negros), la yuca hervida, la ensalada mixta de lechuga, tomate, col y cebolla y los plátanos fritos maduros o verdes en versión de "mariquitas" o "tostones".

La cena suele terminar con típicos postres cubanos como los buñuelos bañados en almíbar, flan, natilla casera, etcétera; además de los turrones navideños, herencia española que junto a otros tantos legados se ha rescatado en los últimos años.

Como el año nuevo coincide con el aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, la fecha toma una connotación especial y hay fiestas populares a lo largo y ancho de la mayor de las Antillas, a las que acuden miles de personas.

Otros, no obstante, prefieren esperar la medianoche frente al televisor que transmite una programación variada y justo a las 12:00 pm emite un recuento de lo logrado por el país, al tiempo que se lanzan desde diferentes puntos de la isla 21 salvas o fuegos artificiales para celebrar el 1 de enero.

Es el momento en el que todos los seres queridos se besan y abrazan, los vecinos se saludan, felicitan y trasmiten sus buenos deseos para de inmediato dar comienzo a los diferentes rituales cubanos.

Uno de los más generalizados es el de arrojar a la calle un cubo de agua desde las puertas, balcones y terrazas de las casas en señal de limpieza y renovación, en alusión a que todo lo malo se va en el contenido de ese balde y se reserva lo mejor para el año que comienza.

También existe la tradición de pasear por el barrio con una maleta para "atraer" viajes y prosperidad.

En los pueblos rurales, sobre todo en el centro de la isla, se realiza la "quema del año viejo", personificado en un muñeco alegórico a la fecha confeccionado de paja y trapo.

Es un ritual de purificación para alejar la mala suerte o las energías negativas del período que termina, así como de transición, pues también se celebra la llegada del nuevo año.

Asimismo en las familias cuyos miembros son más aficionados a la literatura y las artes en general, es muy común que durante el día cada integrante escriba en una hoja los deseos, sueños, objetivos y nuevas metas para el año nuevo; los cuales son leídos entre todos justo a la medianoche.

Mientras que en otro papel se hace un balance de lo desagradable ocurrido a cada quien en el transcurso del año y luego se quema con la creencia de que esto evitará que se repita.

En los últimos años han retornado a los hogares cubanos costumbres decembrinas no tan autóctonas pero igualmente bien recibidas, como comer 12 uvas a la medianoche, una por cada mes del año y con un deseo diferente, y vestir ropa interior roja o amarilla.

Los cubanos festejan el fin de año de maneras muy diversas con la auténtica familiaridad que los define como pueblo y los mismos deseos de bienestar, prosperidad y armonía al que aspiran todos.

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