Universidad Nacional de México crea biomaterial para reducir contaminación por aflatoxinas

Spanish.xinhuanet.com   2016-12-31 10:50:56

MEXICO, 30 dic (Xinhua) -- En México son un problema grave las aflatoxinas, fuente de contaminación de muchos productos del campo, para contribuir a la solución del problema, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México encontraron un arbusto muy común en el país para reducir la contaminación del maíz por aflatoxinas.

Las aflatoxinas, sin olor ni sabor, son difíciles de eliminar porque soportan temperaturas de entre 260 y 320 grados centígrados sin degradarse, y la cocción, ultrapasteurización y fermentación tampoco les afectan. Además, se les considera el cancerígeno biológico más peligroso que se conoce, informó hoy la máxima casa de estudios de México.

Los universitarios publicaron un trabajo en la revista Toxins, denominado Biosorption of B-aflatoxins using biomasses obtained from Formosa Firethorn [Pyracantha koidzumii (Hayata) Rehder], en el que demostraron, por primera vez, que de esa planta se puede obtener un biomaterial que adsorbe (proceso por el cual un material atrae y retiene sólo en su superficie moléculas o iones) micotoxinas en medio líquido, en especial aflatoxinas del tipo B.

Entre los alimentos que más consumimos contaminados con estas micotoxinas, producidas por hongos del género Aspergillus flavus y A. parasiticus, están algunos cereales como arroz, maíz y su derivado: la tortilla; también la pimienta, cacahuates, nueces, chiles secos, pollo, huevo y leche, entre otros.

Estudios recientes han encontrado que la mayoría de los productos destinados a la alimentación animal están contaminados con al menos una micotoxina.

Por ello, Alma Vázquez Durán, jefa de investigación de la FES Cuautitlán, y quien trabaja en la síntesis de nanopartículas a partir de extractos vegetales, descubrió en Pyracantha algunos compuestos con la capacidad de sintetizar nanopartículas de oro.

A partir de esta característica se pensó que podría tener efectos en la adsorción de micotoxinas, en especial, de las aflatoxinas.

Se hicieron algunas pruebas y se descubrió que atraía electrostáticamente sustancias con carga opuesta.

En otros estudios se encontró que algunos grupos funcionales de la planta, como hidroxilos, aminas, amidas, carboxilos y fosfatos, tienen carga negativa.

En la actualidad se utilizan arcillas contra las aflatoxinas, que se agregan al alimento de los animales. Al pasar por el tracto digestivo, la arcilla captura las toxinas (entre 80 y 90 por ciento), pero también micronutrientes como el calcio y el fósforo contenidos en el alimento, lo que provoca deficiencia nutricional, indicó Abraham Méndez Albores, responsable del proyecto.

Por su parte, la biomasa universitaria producida con Pyracantha no sólo eliminaría una parte importante de las aflatoxinas, sino que no capturaría micronutrientes, acotó Adriana Ramales Valderrama, también participante.

Otra de sus ventajas es la cuestión económica: las arcillas son costosas porque se deben purificar, darles un tratamiento para activarlas y son tratamientos con altas temperaturas.

"En cambio, los costos de nuestro proceso es bajo, porque es un arbusto que todo el año tiene hojas y no necesita mucha agua ni cuidados especiales", subrayó.

  
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Universidad Nacional de México crea biomaterial para reducir contaminación por aflatoxinas

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MEXICO, 30 dic (Xinhua) -- En México son un problema grave las aflatoxinas, fuente de contaminación de muchos productos del campo, para contribuir a la solución del problema, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México encontraron un arbusto muy común en el país para reducir la contaminación del maíz por aflatoxinas.

Las aflatoxinas, sin olor ni sabor, son difíciles de eliminar porque soportan temperaturas de entre 260 y 320 grados centígrados sin degradarse, y la cocción, ultrapasteurización y fermentación tampoco les afectan. Además, se les considera el cancerígeno biológico más peligroso que se conoce, informó hoy la máxima casa de estudios de México.

Los universitarios publicaron un trabajo en la revista Toxins, denominado Biosorption of B-aflatoxins using biomasses obtained from Formosa Firethorn [Pyracantha koidzumii (Hayata) Rehder], en el que demostraron, por primera vez, que de esa planta se puede obtener un biomaterial que adsorbe (proceso por el cual un material atrae y retiene sólo en su superficie moléculas o iones) micotoxinas en medio líquido, en especial aflatoxinas del tipo B.

Entre los alimentos que más consumimos contaminados con estas micotoxinas, producidas por hongos del género Aspergillus flavus y A. parasiticus, están algunos cereales como arroz, maíz y su derivado: la tortilla; también la pimienta, cacahuates, nueces, chiles secos, pollo, huevo y leche, entre otros.

Estudios recientes han encontrado que la mayoría de los productos destinados a la alimentación animal están contaminados con al menos una micotoxina.

Por ello, Alma Vázquez Durán, jefa de investigación de la FES Cuautitlán, y quien trabaja en la síntesis de nanopartículas a partir de extractos vegetales, descubrió en Pyracantha algunos compuestos con la capacidad de sintetizar nanopartículas de oro.

A partir de esta característica se pensó que podría tener efectos en la adsorción de micotoxinas, en especial, de las aflatoxinas.

Se hicieron algunas pruebas y se descubrió que atraía electrostáticamente sustancias con carga opuesta.

En otros estudios se encontró que algunos grupos funcionales de la planta, como hidroxilos, aminas, amidas, carboxilos y fosfatos, tienen carga negativa.

En la actualidad se utilizan arcillas contra las aflatoxinas, que se agregan al alimento de los animales. Al pasar por el tracto digestivo, la arcilla captura las toxinas (entre 80 y 90 por ciento), pero también micronutrientes como el calcio y el fósforo contenidos en el alimento, lo que provoca deficiencia nutricional, indicó Abraham Méndez Albores, responsable del proyecto.

Por su parte, la biomasa universitaria producida con Pyracantha no sólo eliminaría una parte importante de las aflatoxinas, sino que no capturaría micronutrientes, acotó Adriana Ramales Valderrama, también participante.

Otra de sus ventajas es la cuestión económica: las arcillas son costosas porque se deben purificar, darles un tratamiento para activarlas y son tratamientos con altas temperaturas.

"En cambio, los costos de nuestro proceso es bajo, porque es un arbusto que todo el año tiene hojas y no necesita mucha agua ni cuidados especiales", subrayó.

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