Por Raúl Menchaca
Personas despiden a la caravana que transporta las cenizas del líder cubano Fidel Castro, en la ciudad de Bayamo, Cuba, el 3 de diciembre de 2016. Las cenizas del fallecido líder cubano Fidel Castro serán inhumadas el domingo en el histórico cementerio de Santa Ifigenia, en la oriental ciudad de Santiago, donde reposarán junto a los restos del héroe nacional José Martí y de otros próceres y mártires cubanos de varias generaciones. Los restos del ex presidente, quien falleció a los 90 años en La Habana hace poco más de una semana, serán colocados a unos metros del mausoleo que desde 1951 guarda los restos de Martí (1853-1898), político e intelectual que murió en combate en la lucha contra el colonialismo español. (Xinhua/Jose Tito Merino/Prensa Latina)
LA HABANA, 3 dic (Xinhua) -- Las cenizas del ex presidente cubano, Fidel Castro, pasaron hoy ante las puertas del antiguo Cuartel Moncada, en un simbólico regreso del líder a la fortaleza militar que asaltó en 1953 para desatar la rebelión armada contra el gobierno de facto de Fulgencio Batista.
La urna de cedro cubierta con una bandera cubana llegó este sábado a la ciudad de Santiago de Cuba, destino final de una peregrinación iniciada el miércoles último y escenario de los sucesos del 26 de julio de 1953, fecha en que Castro y un centenar de compañeros intentaron tomar la segunda fortaleza militar de la isla.
El asalto, en el que también participó el presidente de Cuba, Raúl Castro, resultó un fracaso militar, pero se convirtió "en el motor pequeño que echó a andar el motor grande de la Revolución".
Los restos del desaparecido líder cubano hicieron un breve paso frente a la Posta Tres del antiguo Cuartel Moncada, convertido ahora en una escuela, por donde Castro y sus inexpertos compañeros trataron de penetrar en la instalación militar.
En ese lugar, los asaltantes chocaron en la calle aledaña con una patrulla de guardia, enfrentamiento que hizo que se perdiera el factor sorpresa y dio tiempo a la organización de la defensa del cuartel.
Fidel Castro relató después que las pérdidas en esa lucha no fueron significativas y las bajas en el bando atacante fueron debidas, principalmente, a "la crueldad y la inhumanidad del ejército una vez que el enfrentamiento había cesado".
"El Cuartel Moncada se convirtió en un taller de tortura y de muerte, y unos hombres indignos convirtieron el uniforme militar en delantales de carniceros", denunció entonces un joven Fidel Castro en "La historia me absolverá", como se conoce el alegato presentado en el juicio a los sucesos posteriores al asalto.
"Los muros se salpicaron de sangre: en las paredes las balas quedaron incrustadas con fragmentos de piel, sesos y cabellos humanos, chamuscados por el disparo a boca de jarro, y el césped se cubrió de oscura y pegajosa sangre", declaró en el juicio.
Castro fue condenado a 15 años de prisión y sus compañeros a diversas penas, pero la presión popular logró una amnistía y el 15 de marzo de 1955 salió de la cárcel para partir poco después hacia el exilio en México.
Tres años después del asalto, el 30 de noviembre de 1956, un joven guerrillero urbano, Frank País, dirigió una sublevación armada destinada a respaldar el desembarco en la zona oriental de la isla del yate Granma, que transportaba desde México a Castro y a otros 81 rebeldes.
Aquella insurrección fracasó, País fue asesinado por la policía y en definitiva la expedición rebelde desembarcó dos días después, el 2 de diciembre, en la playa Las Coloradas, a unos 220 kilómetros al oeste de Santiago de Cuba, pero la bisoña tropa casi fue diezmada de inmediato.
Con apenas 12 hombres y siete fusiles, Castro logró llegar a la Sierra Maestra, desde donde encabezó una guerra que se extendió durante 25 meses para entrar triunfante en La Habana, el 8 de enero de 1959.
Un año después, el Cuartel Moncada, que al final de la guerra fue tomado sin un disparo ante la desmoralización de la tropa batistiana, Fidel Castro sobre un buldócer comenzó, el 9 de enero de 1960, a derribar los muros de la fortaleza que meses más tarde pasó al control del Ministerio de Educación.
Convertido desde entonces en centro escolar, el Moncada funciona como un centro de educación primaria con más de 1.600 alumnos, la mayor matrícula de la región oriental de la isla.
En las instalaciones de la escuela, en cuya fachada aún se aprecian los disparos, funciona, aledaño a la Posta Tres, el Museo de Historia 26 de julio, que con siete salas recoge la historia de la antigua fortaleza y los sucesos del Moncada.
